Capítulo 64

297 32 0
                                    

Luego de la sesión de fotos, Valentina volvió a cambiarse y ambas regresaron a la casa de Elena.

-¿Cómo les ha ido?- le preguntó su madre al verlas entrar.

-Bien. Por suerte aún hay sol y pude sacar las mejores fotos.- respondió Juliana y Valentina le dijo.

-Debemos regresar a Madrid má.

-De acuerdo cariño, gracias por haber venido.

-Espero que puedas ir a casa en algún momento.

-Apenas me libere de trabajo iré a visitarte cariño.

Elena la abrazó acariciando sus cabellos y Valentina cerró los ojos. Cuando se separaron, Santiago se acercó a su madre y también la abrazó.

-Nosotros también regresamos mamá.

-Cuídense.

-Siempre.

-Adiós má.

Santiago subió al auto de Pavel mientras que Valentina subía al de Juliana, y ambos arrancaron rumbo a Madrid.

Mientras iban en el auto, Valentina la miró durante largo rato.

-¿Qué pasa?- le preguntó Juliana sonriendo sin quitar la vista de la carretera.

-Estoy muy enamorada de ti...

La pelinegra sonrió y tomó su mano para besarla.

-Y yo de ti, morrita.

La castaña tomó los cigarrillos, prendió uno dándoselo, al rato prendió otro y revisó su móvil.

-Aggg...- dijo Valentina tirando su cabeza para atrás y cerrando los ojos-. Diablos...

-¿Qué sucede?

-Debo ir al Pêssego. Tengo que llamar a los chicos que me enviaron sus curriculums... Y tomarles una prueba.

-¿Y tienes que hacerlo hoy?

-Sí.

-Entonces te dejaré allí.

Dos horas más tarde Valentina bajó del auto en el Pêssego y asomándose por su ventanilla, le dio un beso.

-Aquí estamos...

-Iré a lo de mis madres a cenar, por si llegas y no me encuentras en casa.

-De acuerdo. Salúdalas de mi parte.

-Lo haré.- respondió la pelinegra besándola de nuevo-. Suerte amor, tú puedes.

-Gracias.

Entró al Pêssego por la puerta de atrás y se dirigió al despacho, aprovechando que aún faltaban horas para abrir revisó sus mails y se encontró con la respuesta de Teresa Tavares.

Gracias Valentina por responderme, estaré libre esta noche para que puedas tomarme una prueba.

Valentina tomó su móvil y leyendo el número que figuraba en su curriculum la llamó.

-¿Diga?

-¿Teresa? Soy Valentina Carvajal.

-Oh hola.

-Escucha he leído tu mail y quería que supieras que estoy libre ahora para que puedas venir a dar la prueba al Pêssego.- le comentó Valentina de manera profesional-. Si es que no puedes hoy, mañana por la mañana estoy libre.

-No, iré enseguida.

-De acuerdo, te espero.

Luego de hablar con ella, revisó otros mails y se encontró con uno de un chico que también pedía el trabajo. Ramon Cedillo de veinte años.

Road Trip (Juliantina AU) - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora