Capítulo 77

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Juliana no dejaba de mirarla, Valentina le dio otra pitada al cigarrillo y luego comenzó a hablar.

-Cuando Elena se enteró de que me gustaban las mujeres, dejé de hablar con ella. En casa papá intentaba defenderme de todo lo que Elena me decía, yo siempre le dije que podía defenderme sola así que la enfrentaba... Aunque sabía darme donde más me dolía, diciendo que nunca sería suficiente y que prefería haberme perdido en el embarazo si hubiera sabido que me gustarían las mujeres.

-Val...

-Llegó un momento en que no pude soportarlo más, lloraba todos los días. En el primer bachillerato pasaba más tiempo durmiendo en el fondo del salón que entendiendo las clases, nadie se daba cuenta de cómo estaba porque a nadie le importaba... Y tampoco dejaba que se acercaran a mí. Cuando llegaba a casa me encerraba y seguía llorando, también comencé a dejar de comer... O comía, pero aprovechando que estaba sola me la pasaba vomitando.

-Pero cuando nos conocimos... Pensé que ya eras flaca...

-No. Apenas llevaba medio año comiendo y vomitando cuando nos conocimos. - respondió Valentina mirándola-. Por eso usaba buzos enormes... Y supongo que es algo que me quedó.

-¿Cuánto tiempo estuviste así?

-Dos años...

-¿Cómo pudiste salir?

-Gracias a Paloma... Y a Santi. - comentó empezando a llorar-. Ellos me salvaron, Paloma si bien era amiga de Santiago, cuando se enteró me acogió en su casa y me cuidó como si fuera su hermana. Aunque no fue fácil, yo pasaba más tiempo en el baño que en otro lugar y cada comida que me traían la rechazaba... Hasta que ambos decidieron internarme unos meses.

-¿Y tus padres?

-Elena apenas estaba en casa y León bueno... A él podía engañarlo diciéndole que ya había comido. - le dijo mirándola-. Hasta que Santiago le dijo que estaba internada.

-¿Cuánto llegaste a pesar?

-Cuarenta kilos.

-Valentina. - Juliana comenzó a llorar y la abrazó-. Perdóname por no haberme dado cuenta...

-Nunca hubieras sabido de esto. Nadie sabía, además intentaba disimularlo usando ropa enorme, aunque nunca pude tapar mis ojeras...- comentó la castaña y sonrió mirando al mar-. Supongo que por eso Morales decidió llamarme mapache.

-¿Morales tampoco sabía?

-No. La única que sabía todo era Paloma. Desde ese momento ella nunca se separó de mí y siempre me cuidó... Hasta que pude recuperarme. En los últimos años del bachillerato pudiste verme más feliz, y era porque me encontraba mejor, me había recuperado y estaba empezando el gimnasio con Santi para ganar masa muscular además de empezar a comer mejor.

-¿Cómo lo supo Santiago?

-Se dio cuenta solo... Como yo esperaba a que todos se fueran o estuvieran dormidos, una madrugada me escuchó vomitar y tuve que contarle todo.

-¿Y qué te dijo?

-Qué no me dijo. - comentó Valentina secándose las lágrimas y le dio una última pitada al cigarrillo-. Se enojó mucho, pero me ayudó a salir de eso. A partir de ahí empezamos a ser como uña y carne, Santi vivía cuidándome con todo.

-Hasta llegar a la relación que tienen ahora.

-Sí.

-¿Y nunca más tuviste recaídas?

-Hay días en que no ceno...

-Valentina...

-Pero es porque estoy demasiado triste. Es un día nada más, no te enojes conmigo. - le dijo la castaña mirándola.

Road Trip (Juliantina AU) - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora