𝐑𝐨𝐱𝐚𝐧𝐧𝐞| Roxanne Cullen, la menor del clan. No es vampiro como su familia. Es una pequeña brujita inmortal, que fue abandonada hace 15 años en la puerta de la casa de la familia Cullen, cuando vivían en Alaska, siendo recibida con alegría a...
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Cʜᴀᴘᴛᴇʀ Tʀᴇᴇ: first words
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Los meses pasaron rápido y Rox había empezado a balbucear un poco; su familia esperaba con ansias el momento en que pronunciara sus primeras palabras.
La fría mañana en Alaska, como de costumbre, hacia mantener a todo el mundo arropado y abrigado. Roxanne no era la excepción, ella vestía un hermoso mameluco de oso de color crema, la capucha del mameluco le cubría su pequeña cabecita y el trajecito de tela afelpada le daba calor a su cuerpecito.
Sentada en las piernas de su hermano Oso, Emmett, miraba la televisión muy entretenida, hasta que se escuchó como la puerta de la casa era abierta, la bebé se giró para ver quien era, sonrió feliz cuando vio a su padre entrar a la sala de estar.
Queriendo ser cargada, alzó sus pequeños brazos y mientras abría y cerraba sus manitas, llamó la atención del mayor.
-hola, bebé- saludo Carlisle.
-mm... aaa... ta, ta- balbuceo la niña mientras se dejaba cargar por su padre.
-¿te haz portado bien?- pregunto el rubio, viendo a su hijo.
-De maravilla, como siempre, no ha llorado y está muy calmada- respondió sonriendo.
-eres una excelente niñera Emmett- se burlo Edward.
-ja, ja, que gracioso, nada más espera que te vea cuidando a nuestra hermana- contraatacó el peli negro.
-uy no, Dios me libre de ese castigo- rogó el cobrizo, mientras juntaba sus manos y miraba hacia el techo.
-castigo tu, Rox se porta mejor que tu, así que deja de hablar tanto- dijo Jasper entrando a la sala.
-Lla-Lla- llamó Roxanne a su hermano rubio.
-hola brujita, ¿como estas?- dijo acercándose y acariciando su cabecita.
-bueno, bueno, ¿Qué hacemos ahora?- dijo Edward, mientras su dedo era jalado por sus hermana.
-deja de ser tan burro- le regaño Emmett.
-Emmett, ya basta- reprendió Esme.
-ma- dijo Roxanne, estirando sus brazos a su madre.
-mi bebe, ¿Cómo estas?- dijo Esme cargando a su hija.
La mañana en famila se basó en conversaciones en la la cuales participaron solo miembros que se encontraban en casa, cuando todos llegaron, siguieron hablando y jugando con la pequeña Roxy.
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4 de la tarde, Roxanne se encontraba en el regazo de Alice, quien estaba jugando con su cabello.
La familia se reía de las locuras de Emmett, Rox también reía, a pesar de ser una bebé entendía a la perfección una conversación.
-Emm, Emm- llamó a su hermano Oso, sorprendiendo a la familia.
-¿escucharon eso? ¡Casi dijo mi nombre!- exclamó emocionado.
-¡No es justo!- se quejó Alice -¡Yo me la paso las 24 horas al lado de ella! ¡¿Por qué dijo el de Emmett y el mio no?!
-Clama, Alice; de seguro es porque el nombre de Emmett es más fácil de pronunciar- dijo Carlisle.
-ya pues. Rox, no vayas a deci4 el nombre de ese oso maluco, ¿por qué no mejor dices mamá o Alice o Rose?- le sugirió Alice.
La bebé sólo puedo reír por el intento de su hermana de hacerla decir otro nombre.
-Lla-Lla- dijo mientras caminada hacia Jasper.
-¿Qué pasó, bella dama?- dijo en juego el rubio, ganándose una risa de la niña.
-Edd-Edd- dijo mientras señalaba al cobrizo.
-¿que te hizo Edward?- le preguntó.
La niña le dio su pequeño león de peluche, cortesía de Esme, y luego se lo quitó mientras le sacaba la lengua, como si intentará decir que Edward le había quitado su peluche de león -mmm-mmm-
-¿Edward te quito a manchitas?- si ese era el nombre de el peluche. La bebé asintió -ah, que malo ¿verdad?- Jasper se hizo el indignado.
-mmm!- asintió la niña.
-Edward, deja de molestar a Rox, tu sabes que ese peluche le fascina- le reprendió Rosalie.
-si, si, como sea- rodó lo ojos juguetonamente.
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La familia se encontraba en la sala conversando, mientras que Roxanne se encontraba en las piernas de Rosalie mirado sus zapatos de ositos.
-Mamá- llamó la bebé a Esme.
La casa quedó en silencio por un momento, hasta que emmett gritó.
-¡NO! ¡¿Por qué no dijiste mi nombre?!- se quejó mientras levantaba a sus hermana.
Rox solo se limitó a reír al ver la cara del grandulón.
-ay ya emmett, ponte serio- lo regaño Alice.
El resto del día Emmett intento sacarle su nombre a su hermana, pero lo único que consiguió fue un "emmte".
La familia es feliz, pero problemas vendrán muy pronto...
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