Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Qué he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre...
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El camino fue largo, Iván y Juan no paraban de discutir, pese a que son unidos siempre están discutiendo como un matrimonio de ancianos, no los entiendo.
—¡Te dije que trajeras galletas en lugar de esa basura! ¡Cómo puedes traer fruta a una salida que durará horas!—
—¡La fruta es mejor que esas galletas insípidas que te gustan! ¡Así que te aguantas!—
Como siempre discutiendo por tonterías, al menos así el camino no se siente y podemos disfrutar de un ambiente alegre, pero tras un tiempo de discutir por lo mismo se vuelve irritante y muy molesto.
—Ya tranquilos ustedes dos, si siguen discutiendo nos van a bajar del carruaje.—
Estoy de acuerdo, no sería la primera vez que nos bajan en medio del camino a una salida, sería preferible que no gritaran tanto pero da igual, por algo estamos en el mismo dormitorio.
—Tsk, solo por esta vez lo dejaré pasar—expresó Iván cruzándose de brazos.
De verdad no hay nada que se pueda hacer con ellos, pero al menos logramos que se calmaran. Lo que quedó de camino fue silencioso, pude disfrutar de la vista, me hubiera gustado que hubiera algo de música pero lamentablemente no hay tocadiscos en los carruajes. Al final tuve que pasar el resto del camino en silencio, cuando llegamos al palacio Real fuimos recibidos por uno de los mayordomos del palacio, aunque me sorprendió ver que nuestra Academia no era la única invitada, había carruajes de otras escuelas que reconocí fácilmente.
—Increíble, que hacen los de las Academia de magia Kaukiar, Lororth y Flatnany, no pensé que ellos también fueran a venir.—
Estaba sorprendido por no decir menos, creí que esta salida sería solo para conocer el palacio y ampliar nuestro conocimiento, no creí que conviviríamos con escuelas de alto prestigio como estas, nuestra escuela apenas si es conocida pese a la gran cantidad de estudiantes que entran cada año, realmente estaba sorprendido y a la vez asustado, no se que tipo de estudiantes habrá entre sus filas y eso me asusta. El director nos llamó a todos indicándonos que nos pusiéramos en filas de acuerdo a nuestro dormitorio y año, al parecer ya iba a dar las indicaciones, solo espero que no nos ponga en grupos como si fuéramos menores, muchos estamos por graduarnos y es una molestia que aún nos traten como niños.
Al momento que el director acabo de acomodarnos se fue a formar junto al resto de profesores, curioso por no saber qué pasaba mire discretamente a las demás academias que estaban con nosotros, notando que ellos también estaban en filas como nosotros, tal vez no sería un aviso del director.
—Me complace darles la bienvenida al palacio real, me presento soy Charles, es un placer.—
Al escuchar aquella voz me gire rápidamente esperando que nadie notara que me salí de la fila, al fijar mi vista adelante nuevamente vi a un hombre extraño que no reconocí, tenia un traje de mayordomo negro con una cadena plateada en el cuello de su camisa, su cabello era de un negro tan oscuro que se perdia con su smoking, sus ojos de un plateado tan hermoso que parecían hecho del miso material que su cadena, pero me llamo más la atención que era un hibrido de lo que parecía ser un venado, unos cuartos anchos e imponentes, junto a una cola esponjosa y pequeña que se movía de un lado a otro, nunca me cansare de decirlo, los híbridos de animales herbívoros son lindos sin importar su edad.
