Marchitas ya las juveniles flores, nublado el sol de la esperanza mía, hora tras hora cuento y mi agonía crecen y mi ansiedad y mis dolores.
Sobre terso cristal ricos colores pinta alegre tal vez mi fantasía, cuando la triste realidad sombría mancha el cristal y empaña sus fulgores.
Los ojos vuelvo en su incesante anhelo y gira en torno indiferente el mundo y en torno gira indiferente el cielo.
A ti las quejas de mi mal profundo, hermosa sin ventura, yo te envío: mis versos son tu corazón y el mío
A XXX dedicándole estas poesías, de José de Espronceda
Un nuevo día avía llegado, el día avía comenzado con normalidad nada fuera de lo normal, los estudiantes tomaban sus clases diarias y listo, pero todo eso cambio cuando de repente a la academia llegó un carruaje muy hermoso que se veía que era de alguien importante
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Amor Reencarnado
RomanceDel nicho helado en que los hombres te pusieron, te bajaré a la tierra humilde y soleada. Qué he de dormirme en ella los hombres no supieron, y que hemos de soñar sobre la misma almohada. Te acostaré en la tierra soleada con una dulcedumbre de madre...