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Yoongi había notado algo extraño en aquellas personas desde que había cruzado la tercera manzana desde su casa, caminando solo por las menos habitadas calles de Seúl. Posiblemente las personas se encontraban en sus trabajos, o en algún lugar divertido para pasar la tarde. La zona donde se encontraba la cafetería donde su amigo trabajaba no era tan poblada.

A pesar del poco gentilicio por aquellas calles, uno solía cruzarse con alguno que otro transeúnte, o a veces quizás grupos de universitarios. Sin embargo, lo que hacía peculiar a este grupo de muchachos que se había cruzado hace tres cuadras ya, era el hecho de que seguía sintiendo sus pasos pesados y arrastrados detrás de él. Seguía escuchando sus risitas molestas y ruidosas a sus espaldas. Además, estaban notablemente ebrios a tal hora del día, luciendo andrajosos y desaliñados, arrastrando lo que decían y carcajeando de manera exagerada; arrastraban sus pasos por el suelo como si sus propios pies fueran demasiado y llevaba uno de ellos una botella en mano.

Min jamás se atrevería a voltear para confrontarlos, estaba aterrorizado al darse cuenta de que posiblemente estaba siendo perseguido por un grupo de jóvenes inmaduros y ebrios que se reían sin parar de algo que él no entendía.

Lentamente trató de analizar su imagen, quizás se burlaban de sus piernas tan femeninas, o de sus facciones de muñeca, o de sus uñas pintadas. Aquellas uñas pulcras que tomaban la tonalidad negra oscura y brillaban preciosamente. Debía ser ello, él estaba acostumbrado a escuchar buenas respecto a aquello.

Estaba acostumbrado a más que burlas.

Sin embargo, llevaba tiempo sin recibir algo más que risas a sus espaldas y comentarios murmurantes incomprensibles que hacían las risotadas aumentar. Por eso, para él fue una sorpresa cuando, a punto de llegar a la cafetería minimalista donde lo esperaba su amado, fue tomado de la capucha y jalado a un callejón oscuro y sucio.

Olía a humedad, a basura, a rabia. A la rabia acumulada en esos jóvenes que la dejaban escapar en carcajadas mientras apretaban la mandíbula y miraban con desprecio al de cabellos color menta. Lentamente, el cuerpo de Yoongi se puso en alerta, volviéndose el escenario demasiado conocido para su gusto. Sus sentidos se alteraban y podía sentir como sus uñas se clavaban en su carne hasta arder, estaba espantado, mirando con ojos curiosos e inquietos a los embriagados muchachos frente a él que lo examinaban con la mirada.

— ¿No te da vergüenza ir por allí luciendo así? —le preguntó el más alto de los tres chicos, quien tenía una pequeña cicatriz en su pómulo y tenía restos de una barba que no terminaba de crecerle—. Nos repugnas con solo caminar por la misma calle que tú —se quejó en su cara, dándole un empujón que azotó a Min contra la pared, pero este trató de no inmutarse—. Tan solo mírate... Eres tan... —no terminó la frase porque estalló en risotadas, mientras tomaba su botella y daba un profundo trago—. ¿No dirás nada? —cuestionó el alto, dejando la botella a un lado y parándose a escasos centímetros de Yoongi—. ¿Crees que si no dices nada te salvarás? Oh, no. Ya me arruinaste el día con solo mirarte, y ahora no te atreves a enfrentarlo... Pequeña mierda... —y, antes de siquiera poder complementar sus insultos, le zumbó un puñetazo justo en el rostro, bajo el pómulo.

Yoongi soltó un quejido apenas audible y llevó su mano a la zona adolorida, sintiendo como el palpitar de su propio corazón empezaba a arder, como si las venas estuvieran bombeando cantidades tan exageradas de sangre que pronto no podrían más. Sintió esta vez una patada en la rodilla y su reacción fue agacharse para sujetar la zona herida.

Y, como estaba acostumbrado, escuchó insulto tras insulto, sintiendo cada golpe tan profundo que ardía en el alma. Dolió y dolió, pero en algún punto, aquel grupo de borrachos se detuvo y corrieron asustados al ver a aquel muchacho en el suelo retorcido de dolor. Su nariz sangraba y su pómulo estaba hinchado, solo eso sin contar los moretones en su torso y el dolor en su corazón.

sunflower love | namgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora