[4] Someone like me

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  Es saber lo que quieres, no cuando lo quieres.

Cada cosa lleva su tiempo, es posible que hasta te estreses por eso. Pero nada viene fácil cuando es bueno.





Aquella noche Heart pidió permiso a sus padres y se quedó a dormir en la casa de Gaipa, en cierto modo, ambos se llevaban bien y Gaipa era bueno entendiendo el lenguaje de señas, así que no fue una preocupación que no se pudieran comunicar.

A la mañana siguiente Gaipa se levantó a preparar el desayuno, haciendole saber a Heart cuando lo tuvo listo que se acercara a comer. Fue la primera vez para el menor desayunar acompañado, la última vez que esto había pasado él era muy chico y por ende no tiene muchos recuerdos de haber desayunado con sus padres.

—Oh Heart, hoy debo ir a entregar unos papeles importantes al banco, si quieres puedo dejarte en tu casa cuando salga.— Heart desde su lugar aún comiendo su desayuno asintió y agradeció con sus manos.



Gaipa se sintió como un hermano mayor, al ser hijo único, nunca tuvo un hermano y su padre murió bastante joven, por lo que su mamá nunca se volvió a casar tampoco, así que para él Heart era como su hermano menor, su nong.

—Bien, iré a cambiarme y regreso enseguida.— Gaipa antes de que se pudiera levantar notó que aquel menor quería decirle algo. —Mhm ¿qué ocurre?— Heart con sus manos expresó una pregunta que le sacó una pequeña sonrisa de cómplice "¿Te pones lindo para ver a P'Alan?" —Claro que no... sólo que, no hay que ir mal vestido al banco ¿o sí?— El contrario volvió a sonreír y contestarle "P'Gaipa sólo irás a entregar unos documentos, los firmarás y volverás, no hay necesidad de vestirse bien o lo hace por el señor al que le tiene que entregar esos documentos?"

El mayor soltó un suspiro y se fue a su cuarto a cambiarse, Heart tenía razón, pero no venía al caso. Cualquiera que iría a ver al chico que le gusta se arreglaría un poco, además debía devolverle la corbata que dejó en su casa y justo Heart tenía que encontrar, ese chico verdaderamente tiene una vista periférica increíble.



En el camino Gaipa dejó a Heart en su casa y se aproximó al banco que estaba cerca, observando por un segundo la puerta pensando si era necesario llevarle los documentos ese día, tal vez podría decir que se los olvidó o que no recuerda dónde los dejó... Pero sería demasiado sospechoso, ya que Alan fue el que los acomodó cuando fue a ayudarlo.

—Mierda, no consigo anotar una...— Antes de bajar, se acomodó el cabello y miró por última vez la puerta pidiendo a su madre que lo ayude a no ponerse nervioso o que al menos no se note tanto.

El banco estaba bastante lleno en la sección de préstamos y cobros por lo que pensó que estaría ahí un buen rato, de no ser porque vio a un chico de lentes parado en la mesa de entrada a la oficina de préstamos, nunca antes Gaipa se había puesto a mirarlo con atención, descubrió para si mismo que el traje en especial el gris o el negro le quedaba demasiado bien, su cabello que usualmente solía estar hacia adelante esta vez estaba ligeramente hacia atrás y costado lo que lo ayudaba a que se viera su perfil "¿desde cuando tiene tan buen perfil?" las preguntas que este se hacía que sin dudas no se atrevería a preguntarle en persona.



Tanto tiempo estuvo mirandolo y analizando cada detalle que no se dió cuenta cuando este quedó frente a él.

—Gaipa.— El nombrado pestañó varias veces volviendo en sí y mirando quien estaba frente a él, tal como lo había visto y analizado, su traje gris, sus lentes y el peinado diferente. —Amm... yo venía...— Alan le sonrió de inmediato y asintió al ver que el otro chico sólo miraba sus ojos. —Ven, vamos a la oficina, ahí tengo los archivos que te pertenecen.—

En el camino al lugar dicho, Gaipa continuaba observando todo, sus zapatos negros lustrados, su manera de caminar, el hecho de que saludaba y deseaba buen día a sus compañeros, si esto fuera una serie bl como las que miraba en la televisión, en este momento las mujeres que trabajan en el banco estarían hablando por lo bajo de quién era él y por qué iba con Alan.



Una vez en la oficina, Gaipa no sabía si era el clima o el aire acondicionado que estaba roto y por eso sentía que sus mejillas ardían. —Okay... los documentos que me trajiste estaban bien, por ende estos son los últimos detalles para que tengas el completo acceso a la cuenta y el monto que tiene, sólo voy a necesitar que firmes unas cosas y estaríamos terminando.— 

Desde su lugar el contrario asintió mirando los documentos y luego a Alan —¿Hay algo que te llame la atención?— Dijo Alan desde su lugar antes de levantar la vista y acomodar su lapicera en el bolsillo del saco. —Llevas mirandome un buen rato ¿pasa algo?—. —Amm, no, es sólo que... te ves... o sea... te ves más...—. —Es el peinado, al enterarme que hoy venías al banco, quise cambiar un poco mi forma de peinarme.—

Mientras Gaipa miraba hacia todos lados buscando la manera de esconder el rojo de sus orejas, Alan se acomodó detrás de él dejándolo atrapado entre sus brazos, mientras acercaba sus labios a su oreja susurrandole. —¿Te gusta?—



Ante aquel susurro, el cuerpo de Gaipa se acomodó en el asiento mirando por sobre el hombro aquella mirada dominante que sólo emanaba deseo y pasión. —Yo...— Alan tomó aquella silla girándola para que ese chico que no sabía como contestar lo mirara a los ojos. —Dilo.— 

Los ojos de ambos seguían chocando miradas una y otra vez, Alan esperaba la aprobación y Gaipa no sabía como dársela, de ese modo el de menor estatura dirigió su mirada a la corbata del contrario que estaba desordenada y vió la oportunidad perfecta.

 —Tienes...— Subió sus manos al cuello de Alan provocando un pequeño escalofrío por la espalda de este, comenzando a acomodar aquella corbata, fue en ese momento en donde Gaipa con una de sus piernas acercó el cuerpo del contrario haciendo que su oreja quedara a la par de sus labios. —Me gusta.—






















N/A:

Quedense con las ganas.

Freedom [ AlanGaipa ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora