Math tenía la tarjeta reposar sobre las puntillas de los dedos, su mente vagaba en pensamientos raros mientras miraba con detenimiento el techo de su habitación. El corazón se le aceleraba cada vez que recordaba la cara de aquel hombre, de aquel extraño ser que le llamaba tanto la atención. Mientras cerró los ojos sintió como si lo estuvieran tocando otra vez, como si la sensación lo hubiera regresado a esa habitación oscura y húmeda.
Abrió los ojos rápidamente al notar la falta de oxígeno, sentía que la garganta le quemaba, una bola pesada se le asentaba en medio del pecho, se levantó y caminó hasta la ventana con mucho temor de hasta su propia sombra. Entrelazó sus manos y apretó la tarjeta que tanto le había costado conseguir, quería hacer algo al respecto, algo que valiera la pena meterse en problemas, o en la cárcel.
Esa noche Math derramó lagrimas sobre la ventana, el sufrimiento no había sanado del todo, el creía que había olvidado, que había logrado dejar atrás ese pasado y concentrarse en su futuro, pero la realidad lo golpeó de frente y en donde más le dolía. Se aferró a su plan de hacer algo con aquella persona que le había logrado traer estos sentimientos tan repulsivos.
Math se quedó dormido mientras pensaba y pensaba en lo que podía hacer, sus sueños lo trasportaron a ese mismo lugar en el que había sido encerrado por varios días. El mismo hombre entraba y lo golpeaba repetitivamente mientras Math gritaba tan fuerte como sus pulmones se lo permitían.
–¡Basta! –Le suplicaba Math con un dolor en el cuerpo.
El hombre se reía y continuaba maltratándolo, hasta que se acercó lo suficiente para manosearlo y robarle su inocencia. En el sueño Math no sentía dolor, sólo veía la sombra de su cuerpo siendo violado por aquel hombre que tanto asco le daba. Su mirada se perdía en el silencio del sueño, el silencio que poco a poco lo trajo de regreso al mundo real.
Math se despertó de un salto y con la cara empapada en sudor, se encontraba en el suelo, aun lado de su cama, se puso de pie y miró que era la hora exacta para ir a la escuela. El sueño había sido algo que Math no distinguía entre sueño y realidad, durante toda la mañana se preguntó si eso en realidad había pasado, ya que en ocasiones recordaba cosas nuevas que habían pasado, flashbacks que de repente llegaban a su mente como pensamientos sin quererlos y ahora se preguntaba si en realidad eso había ocurrido.
Cuando llegó a la escuela, se sintió impotente de no poder hacer nada, quería desahogarlo con alguien, sentía las ganas de platicarlo con alguien que lo escuchara, lo entendiera y no lo juzgara. El problema de Math era que no tenía los suficientes amigos para hacerlo. Cuando entró al salón miró a Kate quien le sonreía con mucha alegría.
–¡Hola! –Dijo Kate en cuanto Math se sentó a su lado.
Math no le podía contestar, su mente estaba demasiada distraída para poder escucharla, Kate se dio cuenta de la misma reacción en su mirada, la misma que había tenido hace unos días. Kate se había enterado por parte de Liam que su mamá de Math había sido internada en un hospital psiquiátrico, y que por ello Math había estado raro la semana pasada.
Pero ahora no entendía el "porqué" de su repentino humor, quería ayudarlo, escucharlo, pero Math aún no confiaba en ella lo suficiente para darse cuenta que ella quería lo mejor para él. Al pasar las clases, Math había estado igual, miraba por la lejanía del cielo a través de la ventana y no estaba atento a los maestros. Durante el almuerzo no tocó su comida y apenas lograba mirar a Kate.
Al sonar el timbre, Kate no soportó más verlo así y lo jaló del brazo hasta las canchas traseras, donde solían sentarse cuando se conocieron. –¿Por qué me traes aquí? –Preguntó Math en cuanto Kate soltó su brazo.
ESTÁS LEYENDO
El juego del amor (Gay)
Ficção AdolescenteMath es un adolescente común y corriente, con un físico diferente al que siempre hemos visto. Pero eso no lo detendrá para conocer lo que muchos llamamos "el juego del amor". Math no sólo tendrá que aprender el significado del amor verdadero. Sino q...