El eco comenzó a retumbar en sus oídos, la cuerda mojada apretaba sus pies y con ellos se balanceaba por la habitación en busca de algún objeto filosos con que cortarla, sus manos húmedas por el suelo se apretaban más con cada movimiento que daba. Se dio cuenta de que en todo ese tiempo no había abierto los ojos, sentía un miedo de hacerlo, sentía el pánico de abrirlos y mirar todo aquello que le recordaba la primera vez sucedió.
Al instante en que los abrió, su mirada se perdió delante del gran salón en el que estaba, parecía una bodega, solo que, con escasas provisiones, no estaba seguro de donde podía estar, pero sabía que no era nada bueno, nada de lo que estaba sucediendo tenía alguna coherencia con lo que estaba viviendo, Math no creía que fuese real.
Se tambaleó hasta chocar con una caja cerca de él, la caja cayó al suelo haciendo un sonido estruendoso, Math miró la caja con miedo, lo que menos quería era que supieran que estaba despierto, se mantuvo quieto unos segundos hasta que reaccionó y siguió mirando la caja con detenimiento.
Estiró su pie para girar la caja rápidamente y ésta misma se giró con lentitud mientras Math apretó con fuerza una esquina con los dedos de su pie descalzo. La fuerza hizo que ésta se cayera en dirección a él y cientos de papeles cayeran sobre su cuerpo. Al mirarlos se dio cuenta que no eran más que volantes de propaganda, volantes de alguno de los candidatos que estaban jugando para la alcaldía de la ciudad.
Se estiró con fuerza para tomar uno con el labio inferior que sobresalía del trapo que cubría la mayor parte de su mandíbula y terminaba en un nudo detrás de su cabeza. Lo soltó cuando estaba cerca de su vista y visualizó sobre el volante un apellido que ya conocía, y del cual ya estaba familiarizado. –WIDMORE. –Este era su almacén.
Math se despertó de golpe y se incorporó sobre la cama metálica, su respiración comenzó a agitarse desesperadamente, en ese mismo tiempo Darwin descendió de la litera para toparse la cara de su compañero y amigo de celda. –¿Estas bien? –Preguntó listo para utilizar otra de las pastillas que se le habían asignado para cuando Math tuviera terror nocturno. (lo cual era muy frecuente).
Math se limitó a contestar y asintió con la mirada, le dedico una pequeña sonrisa a su amigo y dijo. –Sigue durmiendo, mañana tienes lavandería.
Darwin no dijo nada, solo miro unos segundos más a Math y entonces siguió durmiendo, Math estaba seguro de que aquello no había sido un sueño, no era aterrador, no recordaba golpes o sangre como en otras pesadillas que llegaban a su mente con regularidad, en este estaba sólo él, en una bodega y descubriendo que quien lo había puesto ahí había sido el padre de Liam.
Math se intentó incorporar y se levantó esta vez hacia la pared de enfrente, era dura, pedrosa y rígida. Colocó sus manos sobre ella y azotó un golpe sobre la misma que le abrió los ojos de inmediato, depositó otro golpe y después otro hasta que sintió el líquido mojar sus dedos, la sangre ya no le daba miedo, la había visto tantas veces que era algo natural para él. Levantó la mirada hacia atrás y notó que Darwin lo miraba de una manera triste.
–No. –Logró estimular su compañero casi en susurro. –No te hagas esto.
Math no quería olvidar lo que había vivido, no quería olvidar que después de todo ese tiempo no había valido la pena hacer todo lo que hizo, no dejar en el olvido lo que lo volvió fuerte, lo que lo hizo quien era ahora. Pero sabía que recordando todo, tendría más y peores noches así.
***
Liam había salido de su casa muy deprisa, la brisa fría y dura que entraba por su ventana pegaba sobre su cien mientras conducía con mayor velocidad. Nunca había desafiado a su padre de esa manera, sabía que todo eso tendría repercusiones, pero en aquel momento nada de eso le importaba, en su cabeza sólo tenía a Math y lo mucho que lo amaba.
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El juego del amor (Gay)
Teen FictionMath es un adolescente común y corriente, con un físico diferente al que siempre hemos visto. Pero eso no lo detendrá para conocer lo que muchos llamamos "el juego del amor". Math no sólo tendrá que aprender el significado del amor verdadero. Sino q...