Capítulo 20: Cambio de juego

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La venganza para muchos es el suplemento para seguir con vida, para tener una razón de vivir y de ser alguien. La venganza hace que la gente se trasforme, sea y haga cosas de las que jamás imaginó en sus sueños. Y cuando llega el momento de cumplirla la sensación te lleva hacia niveles de conciencia pura, de satisfacción completa y numerosos remordimientos.

Pero al final del camino te das cuenta que la venganza era esa pequeña parte del alma que nunca dejaste descansar, que nunca dejaste ser libre por el obstáculo de tu mente, que por lo mucho que más quieras recuperar, te das cuenta de que la has perdido y entonces es demasiado tarde.

Mientras la noche se hacía más oscura, los pasillos mantenían la alarma encendida, la comisaria estaba convencida de que había un fugitivo por el bosque, los oficiales restantes comenzaron una búsqueda de perímetros localizados y restringidos. Todo sin saber que algo trágico estaba a punto de pasar adentro.

Liam vio a Kate al final del pasillo por la hilera superior, corrió hasta ella para decirle que aún había tiempo de escapar, y que los policías se acercaban, pero cuando llegó Kate estaba alterada y asustada, entró a la habitación y vio a su novio transformado en un monstro, en algo diferente, algo que no era él, sino como lo era Liam. –¿Math? –Preguntó acaparando la atención del menor.

–¡Quiero hacerlo! –Exclamó Math mientras pensaba su siguiente movimiento. La navaja viajaba por el lado superior hasta el lado inferior con mucha precisión.

–Adelante niño. –Incitó el hombre. –¡HAZLO!

–MIRATE. –Gritó Liam para hacerlo reaccionar. Las cosas se estaban saliendo de control.

–¡POLICIA ALTO AHÍ! –Los policías entraron al lugar y el primero de ellos tomó a Kate y la aventó contra el muro de contención.

Math se giró con brusquedad para ver a dos oficiales entrando a la habitación mientras los apuntaban con un arma.  Math titubeo un momento mientras pensaba en la situación, el segundo oficial se acercó hasta el hombre amarrado a la cama, desató sus cuerdas sin dejar de apuntarle al menor. En cuanto el hombre sin cadenas estuvo libre, lo acercó hasta la puerta de salida.

–¡BAJE LA NAVAJA! –Ordenó el mismo que tenía a Kate contra la pared.

Liam miró la situación, los oficiales les apuntaban directamente mientras las luces rojas se perdían entre la oscuridad del ambiente. La mirada de Math cambió en cuanto soltó la navaja y rebotó contra el firme suelo de concreto. Ambos chicos se arrodillaron ante las fuertes figuras públicas paradas frente a ellos. El segundo oficial sujetó al mayor y lo tumbó al suelo para esposarlo.

Liam ladeó la mirada en el suelo para encontrase con la de Math, éste lo miraba con temor, muy en su mente sabía que era su culpa, Liam le había dicho que no lo hicieran, y ahora estaba ahí, siendo apresado por su orgullo. –Te dije que te protegería. –Susurró Liam a los ojos del menor.

De repente, Liam se giró con brusquedad e hizo que el oficial callera hacia el lado de la cama. Su cabeza pegó contra las barras de metal en las que se esposaban los pacientes, haciendo que perdiera la conciencia en segundos. El primer oficial soltó a Kate para apuntar con su arma y antes de que se diera cuenta, Liam disparó sobre sus piernas dejándolo caer en cuclillas.

El hombre misterioso miró la escena con temor, Liam lo miró sin saber que pensar, conocía a aquel hombre, sabía todo su pasado y presente. El miedo en ambos se recorrió por las miradas hasta que Liam habló sin dudar. –¡Lárgate de una vez!

El hombre salió sin decir nada y se perdió entre los demás pasillos colaterales. Math se levantó atónico sin poder decir algo acerca de lo sucedido. El oficial arrodillado frente a ellos escupió un poco de sangre para hablar: –Esto no acaba aquí.

El juego del amor (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora