MARATON 1/2
Mientras el cielo se volvía contra el tiempo, la brisa rugía contra el pórtico de la entrada. Cuando Math atravesó la puerta, se sintió desahogado por lo ocurrido hace unos minutos, nunca antes había presenciado algo tan igual. Sus mejillas tomaron un color rojizo que lo dilataba al mismo tiempo. Apretó sus labios con ternura con tal de resistirse ante él, y se había quedado esperando a que por lo menos él le hubiera dedicado una simple sonrisa al despedirse.
Se recargó sobre la puerta satisfecho por lo que había sentido, quizá sólo era su imaginación, quizá sólo había mal interpretado las cosas. Comenzó a creer que quizá su amable cortesía de haberlo traído había sido idea de su padre. Se contrajo al pensar sobre eso, quería pensar que Liam lo había querido traer por puro placer.
Después pensó. “Liam no es de las personas que hace esto por sí mismo”. Sus instintos se habían cesado rápidamente, las ilusiones y nubes en las que volaba se esfumaron de inmediato. La coincidencia había sido demasiado perfecta para creerlo. Se resignó a creer que no iba a poder tener nada de oportunidad con él, así que subió a su cuarto para poder ocuparse en sus demás horas libres.
Antes de cruzar la sala, una voz delgada y aguda lo llamó desde la cocina. Éste caminó hasta ella y al entrar se topó con su madre, Esta lo fulminaba con la mirada, parecía muy enojada, se acercó a él con rapidez y azotó una bofetada sobre su mejilla izquierda. Math quedó atónico con la mirada hacia la dirección del golpe. Comenzó a sentir al instante un ardor proveniente del mismo lugar.
–¿Por qué… –Math intentó preguntar pero su madre lo interrumpió rápidamente
–¿Dónde has estado? –Vociferó la madre. –¿Acaso crees que no me preocupas? ¿Acaso crees que tienes derecho a salir sin avisar y llegar hasta la hora que quieres?
Math intentaba reunir el valor para contestarle, esa no era su madre que conocía. Su madre había cambiado desde que Math y Lucy fueron secuestrados. Las semanas que había pasado al esperar alguna nota de rescate, o alguna llamada de extorsión, la consumían lentamente por las noches y días. Los nervios la condujeron hasta el punto en que no dormía.
Después de que Math y Lucy fueron rescatados, su manera de ver las cosas fue cambiando, durante el primer mes se dedicó a mirarlos por las noches. El miedo de que se los llevaran otra vez le hacía perder el sueño, decidía pasar toda la noche vigilándolos. Los miraba mientras dormía. Sentía que sólo así se sentía en paz.
Meses después asimiló la idea de que jamás volvería a pasar. Comenzó a dormir más, se comenzó a sentir más tranquila respecto a su cuidado. Pero la sobreprotección se había elevado con más intensidad. Las salidas a casas ajenas fueron negadas en muchas veces. La desconfianza con todo mundo eran muy desconcertadas.
Rompió lazos con vecinos, padres de familia del colegio de sus hijos. La situación se estaba saliendo de control hasta que el padre de Math decidió mudarse de la ciudad. Su padre pensó que sería una mejor idea para que las cosas se calmaran. Al llegar a la nueva vida, fue que todo comenzó a ser normal. Las cosas por fin habían cambiado.
¡Hasta el día de hoy! Math se quedó un momento mirándola, miró algo en sus ojos. Se parecían a la misma mirada que tenía antes de mudarse. Los ojos se le sobresalían de una manera horrenda, quería alguna respuesta de Math, quien sólo la miraba detenidamente. –¿Quién eres? –Le preguntó Math sosteniendo una mano sobre su mejilla.
–¡No te volverás a ir! –Exclamó ahora más fuerte. –Después de la escuela, te iré a buscar yo misma para asegurarme de que te vengas directo aquí.
–¡NO PUEDES HACER ESO! –Explotó Math en un grito. El enojo y la preocupación lo habían consumido en cuestión de minutos.
Su madre intentó acercarse a él pero Math se movió rápidamente hacia el otro lado de la barra. No sabía qué hacer, comenzó a creer que iba a necesitar otro tipo de ayuda, no quería pensar mal de su madre, pero en esos momentos creyó que quizá ella no estaba en sus cinco sentidos. Math intentó llamar a su padre varias veces. Sin embargo, nadie respondía.
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El juego del amor (Gay)
Roman pour AdolescentsMath es un adolescente común y corriente, con un físico diferente al que siempre hemos visto. Pero eso no lo detendrá para conocer lo que muchos llamamos "el juego del amor". Math no sólo tendrá que aprender el significado del amor verdadero. Sino q...