Tic tac.

Ella.

Y ella jura que

en cada beso de aquel

desconocido

ve al amor de su vida,

ella cierra los ojos para

sentir que son esas

suaves manos conocidas

las que están haciendo

magia en todo su cuerpo.

Ella quedó atrapada,

ella no sabe qué hacer.

Creyó que lo había

olvidado pero ahora

se da cuenta de que es muy tarde,

de que la vida una vez

más está jugando con ella;

el amor de su vida

es tan parecido a aquel

desconocido, 

pero el desconocido

jura que el jamás se ira,

el amor de su vida le jura que

quizá regresara,

y ella jura que ya ni sabe cómo seguir.

"Nunca me olvidaras,

aunque estés con él eres mía".

Y al leer el mensaje saborea

sus labios, suya si,

cuánto adora que él diga eso.

Pero cuando abre los ojos

ya no se encuentra con

esos ojos marrones,

se da cuenta de que es

su imaginación una vez más,

ella sigue ahí,

entre las sábanas de aquel

desconocido que no

sabe cuánto daño le

podrá hacer ella,

que ni se imagina

cuantas veces suspiro el

nombre de otro hombre que

no era él.

Ella sigue ahí,

tratando de vivir su vida pero

con miedo a olvidar para

siempre al amor de su vida.