-j.

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Versos rotos a la una de la madrugada.

Lágrimas sobre la almohada a las dos de la madrugada.

Ojeras pronunciadas a las tres de la madrugada.

Cicatrices en las muñecas a las cuatro de la madrugada.

Deseos imposibles a las cinco de la madrugada.

Y así eran sus noches, 

así se iba acabando 

poco a poco su vida. 

Sin felicidad, 

sin amor, 

sin nada bueno que

pudiera hacerla desear vivir. 

Ella estaba cayendo, 

estaba muriendo, 

y nadie se había dado cuenta aun, 

nadie podrá salvarla.





Tic tac.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora