Segundos Platos

91 4 0
                                    

Narra Villamil

Las palabras de Isaza no dejaban de resonar en mi cabeza a cada segundo "pero que usted está enamorado de Andy no es imposible, es una realidad". "Es una realidad". El peso de esas palabras me calaron mas profundo que la acusación de mi amigo respecto a que la estaba usando y no terminaba de procesar su declaración cuando llega otra peor:

Andy: Isa- lo llamó- haré mi maleta ahora porque mi vuelo sale al medio día a Santiago.

La reacción de todos fue de total desconcierto. Juli la miraba con tristeza, Isa con incredulidad y sorpresa y yo ni siquiera pude mirarla porque sentía que todo se quebrajaba dentro de mi. Isaza, en un estado de negación sale de la habitación y Juli tras el, dejándonos solos a Andy y a mi.

Por mi lado, me senté al borde de la cama a mirar como sacaba su maleta y poco a poco iba metiendo toda su ropa en el interior. Mientras hacia todo eso, ella no me miró ni una sola vez y ninguno era capaz de romper el silencio. 

Cuando terminó, tomo su pijama de debajo de la almohada y se encerró en el baño a cambiarse para luego de un rato, salir con sus manos llenas de cosas como sus cremas, maquillaje, etc. Las metió todas en la maleta y se acostó sin mirarme ni dirigirme la mirada. 

Yo seguía sentado en la cama intentando asimilar todo lo que estaba pasando, pero era excesivo para mi. Pensaba en esa tarde de besos, abrazos, amor y conexión que habíamos tenido juntos y como pudimos pasar de eso a no decirnos nada. Pensaba en las palabras de mi amigo, en la repentina decisión de Andrea de irse al día siguiente, de seguir las vacaciones sin ella, de que solo habían pasado cuatro meses desde que todo acabó con Gabriela y yo no podía estar sintiéndome asi ahora. 

No podía, pero lo estaba sintiendo y la decisión de Andy de irse mañana me estaba matando lentamente porque imaginarme seguir el viaje sin ella me llenaba de amargura y me quitaba todas las ganas de seguir.

Reflexionaba en todas estas cosas cuando me levante al baño a cambiarme de ropa. Vi el tocador y estaba tan o mas vacío que mi corazón en ese momento. "Asi sería la vida sin Andy", pensé, y me desagradaba totalmente la idea. La quería, la necesitaba, había tanto en ella que me encantaba que su ausencia me quemaba el alma. Teníamos que hablar. Si se quería ir de todas formas luego de conversar, tendría que aceptarlo, pero necesitaba hablar con ella y ser sincero, había llegado la hora, no podíamos seguir como si nada pasara cuando algo pasaba.

Villa: Andrea, ¿podemos hablar antes de que te vayas?- dije moviéndola tímidamente-
Ella no respondió.

Villa: Andrea, por favor- le rogué. En eso, noto como se intentaba rápidamente limpiar el rostro con sus manos. Estaba llorando- Andy, no llores, ven- dije mientras la abrazaba y la acercaba a mi-

Sus sollozos solo iban en aumento, lloraba sin hacer ruido, pero sentía mi camiseta mas y mas mojada. Verla así me partía el corazón enormemente. "Mi Andy", le decía una y otra vez mientras le acariciaba el pelo y la espalda. Luego de unos minutos asi, tímidamente se separa de mi y me mira a los ojos...sus ojos, uff, esos ojos que aun cargados de pena eran hermosos y transparentes, ella nada ocultaba y lo podías notar al mirarlos.

Andy: ¿de qué querías hablar?- me dice en voz débil-

Villa: de nosotros Andy- le respondí sonriendo y acomodando un mechón de pelo tras su oreja-

Andy: ¿hay un nosotros Villa?- me preguntó extrañada-

Villa: eso quiero saber- dije mientras le sacaba una lagrima que corría por su mejilla-

Andy: Villa...- me dijo seria- Isa tiene razón, me estas usando- dijo con lágrimas en los ojos-

Villa: Andy no, ¿Cómo puedes pensar algo así?- dije pasando las manos sobre mi rostro-

Pero él no me miróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora