Patios de Versalles

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Narra Andy

Era la ultima noche de unos quince días absolutamente agotadores tanto profesional como personalmente. Nos despedíamos de las organizaciones, autoridades, ONG y de todo el centenar de gente con quien había trabajado incluyendo a los Morat, así que, para eso, se organizo una cena de gala elegantísima en un salón elegantísimo estilo francés al cual todos llegamos. Por algún motivo que desconozco, los tres que quedamos (Pedro, Anto y yo), nos ganamos un apodo y nos decían los "the Suits". Según entendí yo era Rachel.

Martin, Isabella, Juli, Nath, Simón e Isaza poco entendían de todo lo que había pasado entre Villa y yo y es que Nath tenía razón en que somos "demasiado intensos" al punto de hacernos mal a mi parecer. A grandes rasgos le comenté a Juli que el paso del tiempo, problemas de comunicación y falta de comprensión derivaron en tener que aceptar que esto no tenia sentido y era mejor echar marcha atrás. O al menos esa era mi decisión.

Después de esa noche o madrugada mas bien en que "encaré" a Villa, no volvimos a hablar. Con el dolor de mi alma bloquee todos los canales posibles de comunicación ignorándolo y cuando ya fue demasiada su insistencia, fríamente le dije que tenia demasiadas dudas que el no pudo aclarar y que mi decisión era definitiva: me regresaba a Chile tal y como llegue. Sola. No me mal entiendan, suena que soy muy ruda y como si no tuviera corazón, pero en realidad estaba sufriendo y desangrándome por dentro.

Nada era disfrutable y esta que era toda una experiencia profesional, no la pude vivir de manera placentera. Estaba agotada y solo quería volver a la normalidad para poder dominar mi corazón y hacerlo impermeable y a prueba de Juan Pablo. Así que en un momento en que sentía que los ojos se llenaban de lágrimas, salí del gran salón discretamente para tomar un poco de aire en una de sus terrazas que daba a un patio enorme y bien cuidado estilo Versalles. 

Me puse a respirar el aire frio y fresco mientras miraba todo ese enorme jardín bien cuidado en completa soledad y silencio.

X: Hola – me saludaron tímidamente-

Andy: hola Moncho -me giré para saludar-

Simón: te ves muy bonita hoy -comento con las manos en los bolsillos- ¿te invito a caminar al jardín?

Andy: vienes a hablarme de el, ¿verdad? -suspiré con resignación- 

Simón: es mas bien dar una opinión -corrigió- Rachel, ¿viene conmigo?

Andy: está bien -dije sin muchas ganas-

Bajamos con Simón por las largas escaleras que nos separaban del bellísimo verde y nos pusimos a caminar lentamente.

Andy: a estas alturas el grupo debe creer que somos tóxicos -solté con una risa desganada-

Simón: no en realidad. Creemos que les hace falta una buena conversación. Están demasiado estancados en el pasado y no se han dado tiempo de ver quienes son ahora Andrea y si me disculpas -dijo con temor- creo que usted es demasiado dura, tajante, terca y soberbia

Andy: ah bueno, ¿algo mas? -dije riendo-

Simón: perdone que se lo diga así, pero es que mire, todo lo que le ha dicho al Papo es sobre algo que paso, algo que ya fue, algo que sucedió o algo que no se dijo, no se hizo y eso ha empañado que vea lo que está siendo ahora Andrea y oiga, sé que estoy siendo rudo y cabron con usted, pero usted sabe que Villamil puede tener libremente a quien sea, créame que oportunidades tiene, pero este man está decidido por usted y esta encarretado a fuego

Andy: pero no siempre fue así Simón, ese es el punto, ¿justo ahora cambió?

Simón: pero Andrea ¿y usted cree que nacemos amando a nuestra persona? Yo tuve novias y una vida antes de Nath, Isaza también antes de Juli

Pero él no me miróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora