De amores y despedidas

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Narra Villa

Luego de conversar las cosas con Andy y aclarar todo, no pude evitar sentirme con una mochila de 30 kilos menos y aunque nos propusimos hacerlo bien e ir lento, no funcionó. Nos acostamos y como nunca ella se apegó a mi. Yo no pude evitarlo y me pegue mas a ella. 

La única luz que entraba era la de la luna por un pequeño espacio que quedaba entre las cortinas y con eso aprovechamos de mirarnos. Ella muy confiada se acerca para besarme y no me resistí a sus labios. 

Me deje llevar por el amor que sentía por ella y ella por mi, dejando la razón y todos los acuerdos de lado. La bese con pasión y me recosté sobre ella dejándola debajo de mi y ante su nula resistencia, seguía besándola. Mi Andy, completamente entregada a su descontrol, metió sus manos bajo mi polera para acariciar mi piel. Sentía que con cada tacto me quemaba y necesitaba mas y mas de ella. No aguanté y le saqué la polera del pijama dejándola casi completamente desnuda para mi. Ella, hizo lo mismo conmigo y se recostó sobre mi haciéndome explotar de amor al sentir el contacto de sus pechos en mi torso, sus piernas me rodeaban y sus besos que recorrían todo mi cuerpo.

Andy: ¿Villa?- dijo mientras seguía besando mi cuello-

Villa: ¿mmmm?- no pude decir mas-

Andy: ¿ te das cuenta que es nuestra ultima noche juntos?-decía mientras se separaba para mirarme a los ojos y se sentaba sobre mi. Y caí en cuenta-

Villa: porque las otras reservas deben estar bien- dije con resignación mientras acomodaba su largo cabello hacia atrás para poder ver bien sus pechos-

Andy: ¿ te molestaría mirarme a los ojos?- dijo riendo- Exactamente

Villa: bueno- dije mientras me acomodaba con ella encima- tendré que meterme por la ventana a tu habitación entonces- le bese el hombro-

Andy: estas loco- reía- dijimos que haríamos esto bien cielo- me respondió mientras me rodeaba el cuello con sus brazos-

Villa: mmm entiendo, pero no se que tan bien lo estamos haciendo si estas sentada sobre mi, sin tu polera, semi desnuda, besándome y tratándome de "cielo"- ante esto ella rió-

Andy: tienes razón. Partimos mañana, disfrutemos nuestra ultima noche- sonrió picara-

Volví mis labios a los suyos y me recosté nuevamente sobre ella. Estaba disfrutando cada centímetro de su piel. Besaba sus labios, su rostro, sus hombros, su abdomen, sus pechos y todo se sentía como si fuera la primera vez y en cierta forma lo era, era mi primera vez con Andy.

Luego de esa noche en donde, aunque no parecía, si establecimos ciertos limites (ustedes entienden). Nos despertamos mas unidos que nunca. La amaba tanto y me hacia tan bien, que no quería estar nunca mas lejos de ella y estaba seguro que ella sentía lo mismo. Abrió sus ojos lentamente para mirarme fijo y sonreír. Seguía sin su pijama y parecía no importarle en lo mas mínimo.

Andy: me iré a bañar cielo, así podemos ir a desayunar con los chicos y le damos la buena noticia- dijo mientras se desperezaba-

Villa: ¿Cuál buena noticia? ¿La de que prácticamente o en teoría, hicimos el amor?

Andy: ¡JUAN!- grito mirándome muy, muy feo-

Villa: esta bien, esta bien, son bromas Paz Andrea, no seas tan grave- dije riéndome en voz baja-

Andy: es que a ti te encanta ver el mundo arder- dijo mientras se levantaba bruscamente buscando algo-

Villa: ¿Qué estas buscando?- dije de repente-

Andy: mi maleta, ayer olvide dejar ropa afuera para vestirme- decía concentrada en cualquier cosa menos en...-

Villa: ¿y ya te diste cuenta de que estas, de nuevo, semi desnuda frente a mi recorriendo toda la habitación?- dije pícaro. Amaba la escena-

Andy: ¿y ahora mi "cuasi" desnudez te hace conflicto?- dijo fingiendo estar ofendida-

Villa: muy por el contrario, me hace conflicto que lleves siempre tanta ropa encima

Andy: entonces...-decía mientras se echaba todo el pelo para atrás y colocaba sus manos en su cintura dejándome verla completamente frente a mi- Dibújame como a una de tus chicas francesas- dijo esto y explotamos en risas-

Andrea tenia eso. Tenia chistes y salidas cómicas muy rápidas cómo lanzar esta icónica frase de la película Titanic en una de sus escenas más eróticas. Era ágil de mente y siempre decía algo que nos hacia reír a carcajadas, por eso cualquier persona que estuviera cerca de ella lograba conectar y sentirse bien. Todo aquel que se diera el tiempo de conocerla un poco porque tampoco era tan fácil de buenas a primeras, era bastante tímida y reservada. A mi me gustaba pensar que la conocía y que habíamos logrado establecer puentes de confianza en donde ella podía ser simplemente Andrea.

Villa: que manera de matar el erotismo del día Andrea- dije sin poder parar de reír-

Andy: ¿Si? ¿Tu crees?- decía mientras se mostraba de aquí para allá-

Villa: ya ven aquí- dije mientras me levantaba rápido para tomarla en brazos. En eso, la tomo por la cintura y la pegue a mi cuerpo. Estábamos ambos abrazados mirándonos frente a frente fijamente- Tengo una idea- dije- Quédate ahí

Andy: ¿Qué planeas Juan?¿tomarme una foto así?¿estas de broma o que?- decía mientras me miraba juguetear con mi teléfono-

Villa: ¡NOS!, nos vamos a tomar una foto- decía mientras acomodaba el teléfono en cierto ángulo-

Andy: ¡estas loco! ¡Imagínate pierdes el teléfono y se filtra esa foto! ¡Seria un escándalo de proporciones bíblicas Villamil!

Villa: tranquila, la pasare a una nube y la borrare del teléfono. Ven

Andy: tu estas mal, entérate- reclamaba- ¿Y como quieres que me ponga?

Villa: abrázame

Esa fue la primera foto que nos tomamos juntos. Era sugerente si, pero es que nuestra relación bordeaba siempre el coqueteo y esta era un fiel reflejo de ello. Piel con piel y con ella besando me el mentón hacia de la imagen perfecta. Quería que fuera mi mujer.

Luego de un rato, nos vestimos y nos encontramos con los chicos para desayunar. Andy dio la noticia de que el viaje para ella continuaba lo que desato la alegría de Juli e Isa y rápidamente ordenamos el auto con nuestras cosas y seguimos la ruta.

Valdivia, Frutillar, Puerto Varas, Cochamó, Chiloe, Dalcahue, para finalmente tomar un avión que nos llevaría desde Puerto Montt a Santiago y a nosotros hasta Colombia. Diez días de vacaciones que llegaban a su fin.



Pero él no me miróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora