Bogotá llora por ti

68 5 2
                                    


Ya casi se cumple el gran día. La hora del viaje se aproxima. Estábamos Pedro, Eduardo, Anto y Loreto en la oficina repasando y revisando el contenido de las charlas, fechas y demases.

A menos de 8 horas de subirme a ese avión no les podría negar que soy un atavío de nervios por todo. Desde subirme y encerrarme en una máquina que vuela a metros y metros de altura, hasta tener que volver a verle la cara. En tres años seguro hemos cambiado físicamente y no puedo evitar pensar en que cuando me vea, no me encuentre tan bonita como lo hacía un tiempo atrás. Si tengo suerte quizás yo lo vea feo, pero como no soy la de la suerte, con seguridad será la primera.

Lo que me animaba era viajar con mi equipo y amigos. Pedro, ya les dije, mi marido. Eduardo, mi amigo payaso. Es de esas personas que a todo le agregan risas y adoro pasar tiempo con el. La Anto es más nueva, pero nos llevamos muy bien y como es mujer, compartimos cosas que los chicos jamás entenderían. Estoy segura de que a pesar de todo las risas no faltarán y podría apostar que a alguno de nosotros hasta podría perder su maleta (o el vuelo. Con este cuarteto, todo podría suceder).

Lore: bien chicos, están más que preparados para esto. Recuerden que no solo representan a esta institución sino a un país entero con su espíritu de servidores públicos. Chile les paga con sus impuestos así que háganlo bien -mencionó y todos reímos- Ahora vayan a descansar que en un par de horas tienen que estar en el aeropuerto

Eduardo: y yo tengo que llegar a hacer la maleta -dijo mientras todos nos parábamos de la mesa-

Andy: ¿es broma que aún no la haces? ¡Que irresponsable Negra!

Eduardo: pero si son un par de poleras, chaqueta, pantalón y zapatos

Anto: ¿y piensas dar las charlas con jeans y zapatillas? ¿Qué parte de representar bien a Chile no se entendió? - todos reímos ante su comentario-

Andy: seguro echará UN traje formal para 15 días de trabajo -le dije a Pedro en voz baja-

Pedro: ¿y tendremos tiempo para turistear?

Anto: según el cronograma hay horas "muertas" así que podríamos aprovechar de conocer en esos tiempos

En eso que los chicos discutían que conocer y que no, siento una notificación en mi teléfono. Era un mensaje de Villa.

Mensaje de Villa

~Que loco que en un par de horas nos reencontremos después de tanto por motivos de trabajo. Que tenga un buen vuelo.

No le respondí. No quería ni sabía si hacerlo. En realidad no le encontraba sentido. Tres años de ser cortante o no responder mis mensajes para así, de la nada, decidir enviar uno. No pues. De todos modos me dejaba perpleja su actitud. Me enoja, me da rabia, vuelve a remover todo, me llena de coraje.

Pedro: ¿Te pasó algo? - preguntó mientras se acercaba a mi-

El resto ya se había ido y solo quedábamos los dos en la sala de reuniones.

Andy: este asunto va a estar bélico Pedro - decía mientras intentaba amarrarme el pelo en un tomate-

Pedro: si, se fueron en mala con tanta cosa. Los peores 15 días de trabajo de la vida, pero tendremos tiempo de relajarnos y aprovecharemos el tiempo te lo prometo

Andy: te mandé algo al teléfono, míralo -ordené y el saco inmediatamente su celular del bolsillo- 

Pedro: ¿Quién te mando esto? -preguntó serio-

Andy: Villamil, el muerto presunto

___o___

Estábamos a una hora y media de aterrizar en Bogotá y Pedro roncaba al lado mío. A pesar de haberme tomado unas cuantas pastilla no fui capaz de relajarme ni conciliar el sueño entre mi ansiedad y el concierto de apneas que tenía al lado. Solo podía pensar en qué cosas se suponía que tenia que decir cuando lo viera. Quizás solo era mejor tratarlo profesionalmente y nada mas, pero me era muy difícil imaginarme hacerlo, cuando al ver sus ojos, estaba segura que iba a recordar esos momentos en que él era mío y yo de él y en todo lo que en este tiempo he extrañado tanto: sus manos, su barba, su pelo, sus hombros, su espalda y sobre todo, su boca.

¿Cómo podía pararme frente a el y ser "nada" cuando, en su momento, sentimos todo?

Pero probablemente Pedro tiene razón. Para mí fue "el todo" y para él "la nada". Ya lo perdí, se perdió la cotidianeidad y se pudrió todo, pero para él, porque para mí, el paso del tiempo y la distancia solo me han hecho añorarlo día tras día y no sé, no sé como pararme frente a el fingiendo menos que amistad.

Que manera de extrañarte Villamil, pero te perdí. El delirio de amor mas fugaz y el que se sitió mas real y es que contigo, yo no hubiese tenido ojos para nadie. Como arde en el pecho amarte Villamil, amarte para que no me amaras.

___o___

Llegamos al hotel y Bogotá ya lloraba por esta historia que no fue. Bogotá llora por ti.

Me había ubicado en la habitación, ordenado mis cosas, bañado y justo me estaba tomando un café que había pedido, para ver llorar a Bogotá envuelta en la toalla aun. La ciudad hacia lo que yo aun no era capaz de hacer. Las gotas de lluvia sonaban fuerte en el vidrio y el día era gris oscuro. Habíamos quedado con el equipo en descansar para luego salir a recorrer y comer algo, pero no tenía ganas, solo quería acostarme y oír la lluvia.

En mi cabeza no podía dejar de sonar la canción "Come away with me" de Nora Jones, porque con ella de fondo, hicimos el amor por primera vez con Villa cerca de Chiloé en las vacaciones con un clima muy parecido, solo que esa vez, ni la lluvia ni el gris podían apagar la llama de la pasión. Claramente uno hizo el amor y el otro solo tuvo sexo. Me estaba torturando en pensamientos así que llame a mi amigo Eduardo para ir a molestar a su habitación.

Andy: ¡Negra por favor solo ponte una parca y bajemos! ¡Nos están esperando Pedro y Anto en el lobby!

Eduardo: ¡es que no traje nada parecido a una parca en la maleta de cabina! Tengo esto no mas, un polerón, es lo mas abrigado que hay

Andy: ya, ponte eso y vámonos - dije caminando a la puerta-

Eduardo: ¡pero Andrea me voy a mojar!

Andy: ¿y no pensaste en eso cuando estabas armando la maleta? Vámonos y te compras una parca por ahí- dije mientras lo tiraba del brazo-

Eduardo: ¡si lo pensé, lo que no imaginé es que mi maleta que va en la bodega por error llegaría a Rio de Janeiro y ahí estaba mi parca! ¡Y EL RESTO DE MI ROPA!

Andy: yo sabia que algo iba a pasar, es que no podíamos viajar los cuatro juntos sin acontecimientos -dije con ataque de risa- 

Eduardo: ojalá la próxima víctima seas tu -menciono con resentimiento-

Andy: ¡ya! no seas rencorosa Negra, no se me enoje - le dije apretando sus mejillas- 

Eduardo: ¡ ya suéltame! ojalá se te pierdan todas esas...cremas y cosas que te echas en la cara o yo mismo te las voy a botar mejor -dice con rabia- 

Andy: ¡Negra no! ¡Con el skin care no!

Vernos a los cuatro chilenos por las calles de Bogotá era ver a los tres chiflados mas un bonus. No había manera de poder ubicarnos ni entender a donde estábamos parados. Teníamos los puntos cardinales dados vueltas y es que en Santiago es muy fácil ubicarse. Si te dicen: "camine dos cuadras al oriente" uno sabe que tiene que caminar hacia la cordillera porque nos sirve de guía y se ve de todos lados si es enorme, pero aquí, cada quien tenia su norte. En eso, Eduardo encontró lo que necesitaba.

Eduardo: ¡Una tienda de parcas! - dijo y se largo a correr para entrar. Lo entiendo, si estaba empapado. Yo lo seguí-

Vendedor: hola buenas tardes, ¿En qué lo puedo ayudar?

Eduardo: necesito algo, una chaqueta que resista el agua o este clima- dijo intentando explicar que quería- 

Vendedor: ¿usted no es de aquí verdad? No reconozco su acento -afirmó amable-

Eduardo: no, soy chileno -dijo sonriente-

Vendedor: bueno bienvenido, venga, le muestro

En eso que Eduardo y el resto del equipo se dispersaron mirando ropa, escucho que alguien me llama por mi nombre. Reconocí inmediatamente su voz. 

X: ¿Andrea?, no esperaba verla aquí

Pero él no me miróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora