—¿Qué estás haciendo?
Zoro no hallaba ninguna de sus katanas. No recordaba haberlas movido de su lugar en el Sunny.
—Busco mis katanas... ¡Agh! ¿Donde demonios las dejé?
Sanji prendió un cigarrillo, en silencio. —¿No estarán en tu gimnasio?
—Ya busqué ahí —. Zoro colocó su mano izquierda en su cadera, y la derecha en su cabeza, intentando recordar donde las dejó.
Sanji miró a su alrededor, buscando.
—Eres un desordenado.
Luffy salió disparado de la cocina, asustando al par. Chocó con el palo mayor, dejando un rastro de su figura.
Zoro fijó su vista en la mano derecha de su capitán. Tenía allí su katana blanca.
—¡Luffy! ¡¿Qué demonios estás haciendo?! —El peliverde corrió donde su capitán, para quitarle el arma de un manotazo.
—Y-Yo solo q-quería luchar c-contra Brook.
El nombrado salió de su escondite, al ver el problema que se había armado.
Luffy estaba aburrido, y sin saber que hacer, retó al músico en un duelo de katanas. Este, divertido, aceptó, obligando a Luffy quitar una de las katanas de Zoro de su lugar.
—Zoro-san, perdonanos, le estaba enseñando a Luffy-san ocupar espadas.
—¡No saquen una mía sin permiso! —Zoro vio si su katana tenía algún rasguño. Suspiró al ver una melladura al borde de su katana.
"Deberías sentir vergüenza de tener aún que sea un borde mellado" Suspiró al recordar a su maestro.
Estaban en el medio del mar, lejos de la siguiente isla. Sabía que no podría reparar su katana pronto, y eso le ponía nervioso.
—Maldición.
Sanji miró a su compañero, quien tenía una mirada perdida en su arma. Curioso por verlo así, fijó su mirada en el mismo lugar.
Jaló un poco de humo de sus pulmones. —Dile a Franky que te ayude con eso.
Zoro miró hacia el taller del Sunny. -¿Acaso sabrá como reparar katanas?
—Es eso o remplazarla con una nueva. Te vendría bien, siempre usas la misma.
Zoro lo ignoró completamente. No estaba dispuesto a contarle toda la historia detrás de Wado Ichimonji.
Caminó hacia el taller de Franky, rezando para que lo pudiera ayudar.
—Oye, Franky.
El cyborg lo miró asombrado, es la primera vez que veía al peliverde allí.
—¿Qué pasa?
—Por favor, repara mi katana —. Extendió dicha arma hacia Franky, quien la miró, quitando antes sus antiparras.
Tomó con cuidado la katana, mirando todas las melladuras. Se sorprendió al verla tan dañada.
—¿Como terminó así? Siempre cuidas tus armas.
—Luffy.
Franky no hizo más preguntas, pues aquella respuesta había sido suficiente.
—Haré lo que pueda.
Zoro le agradeció y volvió donde su capitán. Le agarró de la oreja y lo retó por haber tomado su katana sin permiso.
—Ahora, ¡Dime donde están las otras!
Luffy, sobándose la oreja, apuntó hacia el cuarto de mujeres. —Nami me las quitó.
Zoro se tranquilizó al saber que estaban guardadas, y no en algún lugar del mar.
—Ve a buscarlas —. Luffy corrió hacia la habitación, con miedo de que Zoro le dejara un chichón en la cabeza.
Sanji se adentró a la cocina, y Brook lo siguió, pidiéndole algo de comer.
Él se quedó allí, mirando el cielo.
"No me perdonaría nunca perder aquella katana"
Escuchó los pasos apurados de su capitán. Volvió su mirada hacia él y hacia sus otras dos queridas katanas.
Luffy tenía los labios hinchados y un moretón en la cabeza. Había entrado a la habitación de mujeres sin permiso.
—Perdón, Zoro —. Luffy se inclinó, entregándole sus katanas. Zoro solo se quedó callado, no tenía ganas de discutir.
Luffy caminó adolorido hacia la cabeza de su barco, en silencio y sin molestar a nadie.
Zoro solo pedía que la katana de Kuina estuviera bien.