Cicatriz

578 32 6
                                    

—El haki solo lo puede dominar aquellas personas inteligentes, cosa que careces, Roronoa — . Tomó un sorbo de su vino, enojando al espadachín.

—¡Soy mucho más inteligente de lo que crees! —Lo apuntó con su dedo índice, furioso por aquella falta de respeto. Perona sólo se largó a reír.

—Si realmente lo fueras, ya estarías dominando el haki —. Zoro se quedó sin palabras. Maldijo silenciosamente, avergonzado.

Mihawk suspiró. —Existen tres tipos de haki: Haki de armadura y Haki de observación. Estos dos todas las personas lo tienen, es solo cuestión de entrenar.

—¿Y el tercero? —Preguntó de mala gana. Sabía que le costaría un montón dominar aquella técnica.

—Haki del rey. Sólo algunas personas lo tienen. Tu capitán por ejemplo.

—¿Y qué hace ese haki?

—Pone inconsciente a cualquier persona que lo rodea. Dependiendo de la fuerza del usuario.

—¿Tengo yo haki del rey? —Preguntó con algo de curiosidad, tener aquel haki lo haría el doble de fuerte.

—Solo personas con cualidades de rey tienen éste haki, dudo mucho que una persona como tu lo tenga —. Esto enojó demasiado al espadachín, pero no pudo hacer nada.

Mihawk se le ocurrió una idea. Si algo había aprendido, era que para despertar el Haki del rey en una persona era haciéndola enojar lo más posible.

—¿Por qué te molestas, Roronoa?

—¡Por lo mal que me tratas!

—Sólo te trato como te lo mereces —. Esto enojó el doble a Zoro. Mihawk lo estaba consiguiendo.

—¡¿Y qué te hace pensar eso a ti?!

—Eres débil, y así trato yo a las personas débiles.

Tocó un punto sensible en Zoro, su furia iba incrementando.

Mihawk recordó la conversación que tuvieron anoche. Sonrió un poco al saber lo mucho que le serviría.

—¡Yo no soy débil!

—Si no lo fueras ya serías el mejor espadachín del mundo.

Perona no entendía el cambio de situación. Le asustaba lo que podía llegar a pasar. Agarró con cautela la botella de vino y voló lo más rápido que pudo hacia el castillo para refugiarse.

—¡No lo soy porque no te puedo superar todavía!

—Repito, eres un débil.

Zoro cerró los ojos fuertemente, apretando su mandíbula. No entendía porqué su maestro lo estaba tratando así tan de repente, ¿acaso lo estaba poniendo a prueba de algo?

Respiró un par de veces para pensar mejor y despejar su mente de aquel enojo que sentía. Pero Mihawk no iba a permitir eso.

—Si realmente fueras fuerte, ya hubieras cumplido tu promesa.

Bingo.

Mihawk sonrió al ver la cara de Zoro. Lo había conseguido.

El peliverde quedó quieto en su lugar, con los ojos cerrados y puños apretados. La furia que intentaba apaciguar ya había tomado el control de su cuerpo.

—¿Qué dijiste? —Susurró, sin abrir los ojos. A pesar de sentirse humillado, intentó no perder la batalla contra el enojo, pero aquel comentario lo había sacado de quicio.

—Si realmente fueras fuerte, ya hubieras cumplido tu promesa a Kuina.

Miró rápida y fijamente a Mihawk, sacándole una sonrisa de lado. Lo había conseguido.

Un aura morada salía de los ojos de Zoro. Sentía aquel enojo a través del color, como también la decepción y la pena.

Mihawk no iba a perder la oportunidad de saber cuanto dominaba el haki su discípulo, pero el solo hecho de que éste lo tuviera lo emocionaba.

—¿Y qué sabes tú cuanta fuerza tengo para cumplir mi promesa? —El tono de voz del espadachín se iba volviendo más dura y profunda. Era un gran signo. El poder de Zoro era gigante.

—Casi mueres intentando batallar contra unos babuinos, y si no me equivoco, tuviste que escapar de un pacifista porque tu fuerza no alcanzaba ni para levantar tu katana. Patético.

—¡Yo no soy débil! —Gritó con todas sus fuerzas, harto de aquellos comentarios.

Estaba tan cegado por su fuerza que no sintió aquel estruendo que su voz había generado, ni menos de la destrucción que dejó a paso.

Mihawk sintió como sus piernas comenzaban a temblar un poco del suelo, dificultando su agarre. «Su haki es realmente increíble» pensó al ver como los babuinos caían desmayados alrededor.

Zoro sin pensarlo mucho, agarró sus katanas y atacó a su maestro, sorprendiéndolo.

Los ataques de Zoro eran cada vez más precisos y fuertes. Aquel haki era demasiado poderoso.

Con ayuda de su Yoru lanzó a Zoro lo más lejos posible. Debía parar la situación antes de que se volviera peligrosa.

Zoro se acercó lo mas rápido posible para seguir aquel duelo. No sabía porque, pero sentía una fuerza desconocida en su ser.

Mihawk esquivó todos los ataques que su discípulo le propinaba. —Calmate, Roronoa, ya fue suficiente.

Este lo ignoró, no iba a parar, o no al menos hasta derrotarlo.

—Roronoa...

El peliverde logró cortar una parte del pecho del espadachín. Un aura morada incrementó en el cuerpo de Zoro, preocupando a Mihawk.

Tomó su Yoru nuevamente y batalló sin tapujos, soltando su verdadera fuerza sin  temor de lastimar al menor. Zoro no se asustó como otras veces, tan solo sonrió al sentir aquella adrenalina.

La katana de su mano derecha fue mandada a volar, pero no le preocupó, aún le quedaban dos más.

—¡¿Sigues pensando que soy débil, Taka No Me?! —Aquella aura no desaparecía del cuerpo de Zoro, Mihawk supo que ya debía terminar todo esto.

—Completamente, Roronoa.

Un espasmo de ira de apoderó del cuerpo del peliverde. Agarró Sandai Kiketsu y atacó a su contrincante.

Pero una piedra le jugó una mala pasada. Mihawk aprovechó la oportunidad y atacó a Zoro.

De pronto, todo se volvió negro.

Zoro cayó desmayado al suelo, llevándose consigo aquel poder abismante.

•••

y así es como creo yo que Zoro perdió el ojo jejejejejej

y ustedes, que creen que pasó?

Zoro's One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora