Poder del diablo

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Un pequeño cofre yacía en el fondo del mar.

Nadie se había percatado, pues estaban mirando atentos al cocinero de la tripulación.

Sanji lloraba de felicidad, pues finalmente había encontrado el All Blue.

Zoro admiraba con una sonrisa pequeña a su compañero llorar, junto con los demás tripulantes.

El cocinero limpió sus lágrimas y le pidió a Zoro y Usopp bajar a buscar peces grandes. Estos no se quejaron, dejarían disfrutar a Sanji el momento.

Zoro quitó sus zapatos y calcetines, junto con la túnica verde que ocupaba siempre, dejando solo sus pantalones negros.

Usopp quitó toda su ropa sin pudor, quedando solo en calzoncillos.

Los tres se lanzaron al mar en sincronía, mientras los demás buscaban las cañas de pescar.

Zoro había cazado ya dos peces grandes. Estaba seguro que esa especie las había visto cerca de su isla natal.

Salió a la superficie para agarrar algo de aire, cuando una luz brillante debajo del agua captó su atención.

Miró a sus compañeros para ver si se habían fijado en el destello, pero ninguno había prestado atención.

Se sumergió nuevamente, nadando hacia aquel objeto.

Era un cofre de madera con toques de oro. Se notaba desgastado y podrido. Zoro sonrió al encontrar un tesoro.

Aún debajo del mar, abrió sin esfuerzo la caja, paralizandose al ver una fruta del diablo.

Era verde con espirales negros al rededor, reluciendo su hoja dorada.

Cerró la caja y nadó rápidamente hacia el barco, para mostrarle a los demás lo que había encontrado.

Franky lanzó la soga para que pudiera subir sin dificultad.

Todos miraron a Zoro, quien yacía en la proa, blanco como nunca antes lo habían visto. Luffy fue el primero en reconocer aquel cofre.

Con ayuda de sus brazos elásticados, llegó donde su compañero, quitándole la caja de sus manos. Zoro estaba demasiado shockeado como para reaccionar a tiempo.

—¡Es una fruta del diablo! Bien hecho, Zoro —. Luffy abrió entusiasmado la caja, deleitando su vista con los hermosos colores de la fruta.

Todos los demás se acercaron a ver, curiosos. Robin sonrió ampliamente, saber que en el All Blue hay frutas del diablo le daría una pista del Siglo Vacío.

—Podríamos venderla —. Nami quitó con alegría la fruta del diablo. —¡Éstas cosas valen billones!

—¿Por qué no mejor alguien de aquí se la come? —Emocionado, el capitán comenzó a pedirle a Usopp que comiera de la fruta, quien se negaba rotundamente. —Son unos aburridos.

Sanji miró la fruta de las manos de Nami, reconociendola de inmediato. —Es la Mina-Mina no Mi, le da a su usuario el poder de manipular fácilmente a otro individuo.

—Tengo entendido que solo los usuarios de Haki del Rey pueden controlar su cuerpo ante las manipulaciones. —Comentó Robin, mirando la fruta. —Pertenecía a un rey de hace años atrás, fue asesinado por el gobierno.

—Es una fruta bastante peligrosa si se sabe usar —Continuó la arqueóloga. —El despertar de esta fruta puede conseguir que el usuario pueda manipular físicamente a los demás.

Zoro se había apartado de la conversación desde el principio, pues su haki le advertía una presencia poderosa.

Vio finalmente como un barco de la marina se acercaba. Era algo grave, pues no estaban en cualquier mar.

Zoro's One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora