¿Qué pasó con los sombrero de paja?
Han pasado veinte años desde que Monkey D Luffy a zarpado al mar, en busca de compañeros y como cualquier otro pirata, en busca del One Piece.
Hace quince años que se ha convertido en el Rey de los Piratas. Para luego desaparecer de la faz de la tierra.
¿Qué será de él?
Las noticias era la entretención matutina de Zoro. Le encantaba sentarse fuera de su Dojo, que el viento le pegara en la cara mientras leía el periódico.
Hoy la noticia era diferente, la portada de su capitán le había interesado. Y es que claro, desde que se separaron nadie ha sabido nada de ellos.
Todos habían cumplido sus objetivos y ya no hallaban razones para seguir en la mar.
Usopp había ganado fama como un valiente guerrero del mar, Robin encontró el siglo vacío, Nami dibujó un mapa del mundo, Sanji halló el All Blue.
Y más importante aún, su capitán se convirtió en el Rey de los Piratas.
El también había logrado su objetivo, era nombrado el espadachín más fuerte del mundo.
Por lo que todos se separaron. Nami volvió a su isla natal para dar clases a niños pequeños, Brook comenzó una gira alrededor del mundo, Sanji instaló un restaurante en el All Blue, Robin se enamoró de un arqueólogo y Franky volvió a Water Seven.
Zoro heredó el Dojo de su maestro, por lo que halló entretención dando clases a niños y jóvenes de su isla.
Pero confesaba a veces extrañar el barco, el ruido del mar, las aventuras y las risas. Extrañaba a cada uno de sus compañeros.
Si bien era cierto que solía visitarlos; más de una vez fue a algún concierto de Brook y la isla Cocoyashi le quedaba cerca. Pero no era lo mismo.
Dejó sus pensamientos de lado al ver como un grupo de niños se acercaban para tomar sus clases.
Todos saltaban y reían al rededor de él. Siempre lograban sacarle una sonrisa.
Los entró al Dojo y comenzó su clase. Hasta que un conocido olor a cigarro le llamó la atención.
Giró su vista hacia la entrada, sonriendo al ver a su antigüo compañero.
—Cocinero... ¿Qué andas haciendo por acá? —Le saludó con una sonrisa, desde que se separaron dejaron sus malos tratos atrás.
Sanji ocultaba un niño pequeño detrás de él. Era rubio como su padre, con ojos cafés como su madre.
El cocinero le sonrió de vuelta, posando su mano en la cabeza de su hijo. —Mi amado niño quiere convertirse en el mejor espadachín del mundo.
Soranji ocultó su cuerpo detrás de las piernas largas de su padre, avergonzado. Zoro al verlo así, rió.
—Vaya, así que tu hijo me quiere superar. —Zoro se acercó al pequeño, asustándolo. —¿Cómo te llamas, pequeño?
Sanji miró a su hijo, diciéndole que le respondiera. —Me l-llamo V-Vinsmoke Soranji.
—¿Y me quieres superar? —Zoro soltó su sonrisa más intimidante, asustándo más al pequeño.
—Me dijo que quería ser espadachín y me enteré que estabas haciendo clases. Prefiero dejarlo contigo a que con otro hombre.
—Puedes contar conmigo.
—Este año me quedaré en el Baratie, cualquier cosa puedes llamar ahí.
Zoro colocó su mano en el hombro de Sanji, en modo de despedida. —Un gusto verte, cejas encrespadas.
—Digo lo mismo, marimo —. Se despidieron, dejando al pequeño más asustado que antes.
•••
hola hola amores mios, como están?
yo estoy sufriendo porque mis vacaciones terminaron y volví a clases la semana pasada (saquenme de chile y tercero medio)
y con ello lamentablemente se me quita un 80% de tiempo para escribir, así que no podré actualizar tan seguidamente como otros días, pero si quiero subir al menos un one shot por semana.
de todos modos, dejé listo un fanfic Zosan para subirlo pronto por si los tiempos no me alcanzan, espero que les guste jeje los quiero muxo <3
