Capítulo 4.2

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Al término de la entrevista subí de nuevo a mi habitación, me quité el vestido y me puse de nuevo mis vaqueros de mezclilla con una blusa de tirantes blanca y una camisa a cuadros roja. Esta noche Teo y yo dormiríamos con Lexy, o una fracción de ello.

La señora Cross había insistido tanto en comprar dos cunas para mi bebé, ya que sabía que Lexy y yo éramos mucho más unidas que antes y bueno, algunas veces nos gustaría pasar tiempo juntas. Le coloque su pijama a Teo y ambos nos dirigimos al cuarto de su tía, pero antes de ello escuché ruidos provenientes del cuarto de Caroline, me asome y vi a Lexy golpeando a la muñeca contra el piso, asegurándose de que está no estuviera viva como Chucky. Al terminar de hacerlo cogió la muñeca, la sentó en una silla mecedora y la ato de sus manos a los costados.

—Deberías tener miedo, Caroline. Las muñecas son horripilantes. Nunca confíes en ningún muñeco. Están todos jodidos— espetó Lexy.

—Has dicho la palabra con "J"—.

—Sí, sé lo que he dicho. Así de serio es esto, Caroline— se sentó a la orilla de su cama—. Ahora dilo. Los muñecos están jodidos—.

—Los muñecos están jodidos—.

—Nunca confíes en ningún muñeco—.

—Nunca confíes en ningún muñeco—.

—De acuerdo, bien. Y no puedes decírselo a nadie o te mandarán lejos, ¿de acuerdo?—

—De acuerdo—.

—Júralo por tu corazón—. 

—Lo juró por mi corazón—.

—Bien, y— dejó la frase en suspenso para darse media vuelta, tomar un cuchillo y mostrárselo a su hermana— ten esto a la mano— Caroline tomó el cuchillo—. Dulces sueños—.

Lexy se puso de pie y antes de que saliera de su habitación, me alejé de la puerta y la esperé a una distancia considerable.

—¿Estás bien _____?—

—Por supuesto, solo te estaba esperando para decirte que les mandé la foto de Belle a Jake y Devon, aún no recibo una respuesta suya, pero espero que sepan algo de ella—.

—Esperemos que así sea, no me gusta esa muñeca para nada—.

—Dimelo a mi—.

—Bueno, vayamos a mi habitación, duerme a Teo y podemos fumar un poco—.

—Solo un poco, sabes que ya no lo hago por él—.

—Lo sé, andando vamos—.

Finalizamos nuestra conversación para dirigirnos a su habitación, sentarme en la orilla de la cama y comenzar a arrullar a Teo, claro que también le cantábamos una canción de cuna y le daba su biberón, estuve con el veinte minutos hasta que se quedó profundamente dormido, me levanté de la cama y fui a recostarlo en su cuna.

Finalizada mi acción, me dirigí de nuevo a la cama y me dejé caer al lado de mi amiga. Estaba agotada por el pésimo día que tuve.

—¿Quieres?— me extendió su churro.

—Solo una jalada—.

—Ni siquiera tú te crees eso—.

—Lo sé, pero quiero intentarlo—.

—Lo que tú digas amiga— rió.

Tomé el churro entre mis manos y lo dirigí hasta mis labios y succione todo lo que me permitía inhalar mis pulmones, ¿hace cuanto que no fumaba? Meses diría yo.

Hasta La Muerte || Junior Wheeler & Tú.  (Capítulos Muy Pronto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora