Hasta La Muerte || Junior Wheeler & Tú. (Capítulos Muy Pronto)

Capítulo 23.

Junior seguía besando mis labios, sus manos se dirigieron a mi blusa y las hubiera metido dentro si tan sólo Jake no llegaba en ese momento.

—_____ debemos de hab...— nos vio —, ¿interrumpo algo?—

—No, no interrumpes nada— empuje a Junior—, ¿de qué quieres que hablemos?—

—De eso— me hizo una seña.

—¡Oh! Claro—.

Tome mi pijama que había tirado y entre a la habitación de Jake, con él detrás de mi. Cerró su puerta y me quedé de pie frente a su cama, se había formado un silencio incómodo entre nosotros, era un momento que nunca había sucedido entre nosotros, pero tarde o temprano este silencio debía romperse, y fue él quién lo hizo.

—Junior y tú, ¿iban a hacerlo?—

—¿Qué? No, claro que no, es que él y yo..., nosotros..., este..., ¡argh! ¿por qué es tan complicado?—

—Tranquila, sabes que puedes hablar conmigo de cualquier cosa—.

—Lo sé, gracias por ello Jake—.

Se acercó a mi y me abrazo, siempre había dicho que es mi mejor amigo y estos momentos son los que confirman todo, Jake siempre ha estado para mi, puedo hablar de todo con él, aunque hay cosas que no se pueden contar sin antes pensar en cómo decirlo, no podía decirle que ya había tenido relaciones con su primo, debía saberlo, pero aún no sabía cómo decirlo.

Me separe del abrazo cuándo escuché mi celular al igual que el de Jake, revise y vi que era un mensaje de Lexy, en este nos mencionaba que Chucky había aparecido en su casa, pero que su papá lo había tirado a la basura, que necesitaba que fueramos ya, le pedí que nos diera unos minutos más, que esperará a que la tormenta parara, además de que Logan y Bree se habían molestado con nosotros, ella nos comprendió.

Esperamos media hora más y la tormenta ya había parado, así que nos asomamos por el pasillo y las luces ya estaban apagadas, salimos sin hacer mucho ruido, nos dirigimos al garaje, tomé la bicicleta de Junior, así que Jake y yo fuimos con dirección a casa de Lexy, en el transcurso del camino nos encontramos a Devon, así que al estar los tres juntos nos apresuramos, íbamos lo más rápido que nuestras piernas nos lo permitían, era una tortura.

—¿Y ustedes que dicen?— preguntó Devon.

—Que le patiemos el trasero hasta que muera— reí ante el comentario de Jake.

—Claro que si— concordó Devon.

Seguimos pedaleando cinco minutos más, hasta que a lo lejos pude divisar la casa de los Cross y además vi a Lexy afuera, estaba sosteniendo la tapa del bote de basura, pedaleamos más rápido, nos subimos por la acera para acortar la distancia, al llegar sólo aventamos las bicis y nos acercamos a mi amiga.

—Vengan, vengan, aquí esta—.

—Hola— salude.

—Traigan la bolsa—.

—Claro—.

Jake tomó la bolsa y se acerco a nosotras de nuevo.

—De acuerdo, ¿seguros que esto va a funcionar?— cuestione.

«No» respondieron al unísono mis amigos.

Lexy y yo los volteamos a ver desconcertadas, debía ser una broma.

—¿Están hablando enserio?— cuestiono mi amiga—, ¿cómo que no?—

—Funcionará...eso creemos—.

—¿Enserio? Porque estoy confiando en ti Jake— acate.

—Esta bien— aceptó Lexy—, ¿listos?— asentimos—, tres...dos...uno—.