Capitulo 6; El periodista

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-Entré por el armario- dice poniéndose en pie y alejándose de este

-Mamá te lo puedo explicar todo- dijo Esmeralda asustada

-Descuida ya lo sé, solo hay que cerrarla y ya- Esmi se acercó para cerrarla

-¡NO TE ACERQUES!- grita Ronald y Esmi se detiene- dime una cosa todavía tienes la máscara

-Pues si debería estar en mi cuarto

-Tenemos que buscarla ya

Esmi, Ronald y Esmeralda subieron a la habitación de Esmi a buscar a aquella máscara tan horrenda, Ronald sentía como a cada paso su temor se iba intensificando. La tensión crecía cada vez más y fue peor cuando al entrar no encontraron la máscara.

-¿Segura que la pusiste aquí mamá?- preguntó Esmeralda

-Si. Después de bajar y hablar con Ronald, subí, la coloqué en la mesita de noche y luego bajé a 

tu cuarto

-Hay que salir- dijo Ronald- tengo un mal presentimiento

Volvieron a bajar, esta vez hasta la sala donde se encontraron con el resto de la familia.

-Tengo que contarles algo- anuncia Ronald y todos se acercan- lo vi, está aquí en la casa

-¿Quién?- pregunta Jazmine

-El hombre del que les hablé- les dijo y todos se miraron confusos

-Estás seguro- dijo Esmi


-Si estaba en...- dudó por un momento de decirles del pasadizo- en...

-Seguramente fue una de sus ilusiones, y por eso no nos puede decir donde está- advierte Esther

Esther tenía un poco de razón; desde que Ronald vio a aquel hombre le quedó tanto miedo que creía verlo en todas partes; en su habitación, en la cocina, el comedor, incluso en sus sueños lo veía. Parecía que empezaba a enloquecer pues siempre lo veía él, y nadie más que él, y ya varias veces había advertido a su familia de estas apariciones y ellos no le habían creído.

-No estoy loco Esther, ya puedes parar de insinuarlo porque no lo estoy...

Toc toc. Le interrumpe el llamado a la puerta principal

-Yo voy- dice Esmeralda, al abrir pareció encontrarse con algún conocido pues inmediatamente un sonrisa se dibujó en su rostro-¡Gabriel!- gritó y se estiró para abrazar a aquella visita tan 

inesperada

Rápidamente toda la familia se acercó a la puerta para ver de quién se trataba, aunque Esmi ya sabía. En la puerta había un chico como de la edad de Esmeralda, era rubio, fornido e increíblemente alto. Ronald no lograba verlo bien pues la multitud se aglomeró para ver a la visita, pero cuando Esmeralda logró pasar a la sala con "Gabriel" se los fue presentando uno por uno, y cuando era el turno de Ronald lo detalló brevemente y pasó por su cabeza la imagen del 

hombre en el lago, la cual asoció rápidamente con el rostro de aquel amigo de Esmeralda.

-Gabriel, el es mi primo, Ronald, llegó hace unos días, creo que es el único al que no conoces

-Mucho gusto Ronald- le estira la mano

Al notar Ronald que aquel chico se parecía al hombre que posiblemente lo estaba persiguiendo sintió recorrer por su cuerpo un horrible terror, y cuando vio que le estiró la mano pensó que iba a atacarlo por lo que salió corriendo a su habitación.

Los RobinsonnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora