Jazmine vio a su hijo con confusión y nostalgia a la vez. Su rostro mostraba que nunca había tenido la más mínima intención de que Ronald alguna vez preguntara referente al tema. Le costó mucho tiempo procesar lo que su hijo, su tesoro más preciado, acababa de decir.
-¿ Mamá ?- la llamó Ronald al ver que después de unos minutos Jazmine no contestaba
-Perdóname, cariño, me distraje un momento. ¿ Qué fue lo que preguntaste ?
-Me gustaría saber qué pasó con papá- Jazmine puso una cara que mostraba tristeza- Mejor olvídalo, no quiero causarte daño con mis preguntas estúpidas- Ronald bajó la mirada
-No, no, mi amor, tú estás creciendo y te das cuenta de cosas, aunque me gustaría que no fuera así- susurró esto último para sí- Verás, cuando te tuvimos a ti, fue la época más hermosa que viví en toda mi vida. Tú eras, eres y siempre serás mi mayor tesoro, y no necesito conocer tú apellido para saber que vales mucho, más de lo que yo nunca pedí- ante este comentario Ronald abrió los ojos enormemente
-¿ A qué te refieres ?- titubeó Ronald
-No es necesario que lo ocultes, Ronald, yo conozco a tu familia desde mucho antes que tú, e incluso sé del legado desde antes de que tú nacieras, por eso te doy tanta libertad- Ronald agachó la cabeza- Verás, cuando nos marchamos a Estados Unidos, tenías tres años, y no pasó mucho tiempo antes de que tu padre tuviera que volver a viajar de regreso a su antiguo hogar. Antes de ese viaje, te dejó su reloj, prometiendo que en algún momento nos volveríamos a encontrar, y seríamos la mejor familia de todas- a Jazmine se le quebró la voz, e incluso soltó algunas lagrimas
-¿ Y qué pasó ?- Ronald se interesaba cada vez más
-Tu padre viajó, se suponía que regresaría con tus abuelos unos días después. En el viaje tuvieron un accidente de auto. Tus abuelos murieron, pero no encontraron el cuerpo de Rey. Nunca más supe de él. Sé que su reloj... Tu reloj, tiene algo que nos puede ayudar a encontrarlo, pero no tengo ni idea de dónde esté ese algo, ni de qué sea
Ronald miraba atento y escuchaba todo lo que salía de la boca de su madre. Le gustaba mucho por fin saber lo que había pasado con su padre, e incluso tenía la esperanza de algún día encontrarlo.
-Nunca voy a olvidar sus últimas palabras antes de partir: "Tú estás en mi, y yo estoy en ti. Nunca nos separaremos, y aunque lo hiciéramos, siempre nos volveremos a encontrar, en algún momento, en algún lugar, y ahora no necesitamos oro ni joyas para ser felices, Ronald es nuestro tesoro, y tú y yo no estaremos demasiado lejos. Si algo me pasara, me encontrarás, sé que lo harás, junto con nuestro hijo"
-Eso es hermoso, mamá- dijo Ronald tras vacilar un momento
Horas después, Ronald se encontraba en su cuarto analizando lo sucedido. Era increíble que su madre le hubiera ocultado eso por tato tiempo, pero comprendía que era un poco doloroso para su madre recordar todo eso, y trataba de protegerlo del legado y su familia por su reloj, debido a esto era que Ronald no conocía sus raíces. Mientras pensaba en esto algo le vino a la cabeza; el primer día, la carta con la herencia, la mansión, el trato. ¡Lo había engañado con lo de limpiar la mansión si era real!, ella ya lo sabía. Eso no era justo. El sonido de alguien tocando la puerta de su habitación rompió el hilo de sus pensamientos.
-Adelante- concedió
-Hola, Ronald, ¿ cómo estás ?- era Esther. Era el momento de comenzar a molestarla
-Hola, Esther. ¡Qué alegría me da verte!
-¿ Y eso por qué ?- la expresión de Esther cambió totalmente
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Los Robinsonn
AdventureTodo era, es y siempre será un misterio en el legado de Los Robinsonn