Capitulo 44; La travesía

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-Lo...¿ Lo sabes ?- las palabras de Ronald se tropezaban en su garganta, provocando un tartamudeo

-¿ Desde cuándo ?- Alice habló 

-No hace mucho, en realidad. Terminé de leer el libro de la familia ayer, y me di cuenta de que le había dado la reliquia sin saber- Esmeralda exhibía una sonrisa, pero en sus ojos mostraba tristeza. Giró la cabeza mientras ahogaba un sollozo- Lo siento. De verdad, lo siento 

-Esmeralda, tranquila- Ronald se acercó y la abrazó- No es tu culpa...

-Si lo es- repuso su prima- Si no fuese sido tan estúpida y te hubiese creído, nada de esto estaría pasando

-Esmeralda, no seas tan dura contigo misma. Todo es por culpa de Gabriel. Te usó a pesar de su amistad, como si no valiera nada- Alice intervino, y añadió en susurro- Pero yo me ocuparé de que pague 

-Ya no pienses más en eso- siguió Ronald- Ya veremos cómo recuperar la reliquia, ¿ vale ?

Esmeralda asintió.

-Ahora- Ronald se alejó un poco para mirarla- Tenemos que encontrar ese castillo...

-Palacio- corrigió Alice 

-Lo que sea. Hay que llegar hasta él, y rápido

-Chicos- Jazmine los llamó- Creo que deberíamos empezar por aquí- Jazmine señaló un sendero en el bosque 

-Pero, ¿ dónde está Astrid ?- Esmeralda miró a ambos lados 

 -No vendrá- anunció Alice- Me dijo que se sentía muy mal; Mareos, náuseas y todo eso. Nos deseó buena suerte

-Entonces supongo que iremos sin ella- comentó Ronald

-No me digas, genio- Alice rodó los ojos de modo sarcástico

-Bueno, entonces empecemos la travesía- dijo Ronald a modo de diversión mientras el resto se reía 


Fueron atravesando el bosque siguiendo las instrucciones del mapa. En el transcurso, se encontraron con rocas enormes, lagos y algunas cabañas, que formaban parte de los puntos de referencia. Un viaje muy exhaustivo en verdad. Con cada pasó, Ronald sentía que estaba cada vez más cerca de encontrar la verdad; pero que también se acercaba cada vez más a un precipicio del que no saldría fácilmente. Todos su sentidos estaban alertas, como cuando estás en el cine viendo una película de suspenso, y tus músculos se tensan, a la espera de algo repentino pero inevitable. Jazmine iba dirigiendo la marcha, con Esmeralda, Alice y Ronald siguiéndola de cerca. Hablaban de lo que podían esperarse del Palacio, cuando vieron cómo la gran estructura arquitectónica de este, se erigía en lo alto del cielo. 

-¡Vaya!- dijo Alice- Es aún más grande de lo que imaginé 

El Palacio, estaba al lado de un lago, que, como decía en el mapa, era conectado por un río con el lago que ya conocían. El Palacio estaba en un enorme claro, rodeado por árboles, creando una barrera natural. Contaba con una fachada que miraba hacia el lago; a la izquierda de esta, y después de un gran muro, una torre se levantaba hasta el cielo, con un techo puntiagudo y de color rojo. Al otro lado, una pared se extendía y terminaba en una esquina, con algunas ventanas y el techo del mismo color que el de la torre. Se podía percibir desde el frente de la edificación, que contenía al menos dos pisos, y se alcanzaban a distinguir algunas torres que sobresalían desde la parte de atrás. 

-Es enorme- comentó Ronald asombrado- ¿ Como es que no sabías de él, Alice ?

-Nunca me dijeron que teníamos uno

-Quizás no lo sepan, y es esta otra parte de algún acertijo- propuso Esmeralda

-Podría ser- Jazmine estuvo de acuerdo- Hay que entrar- dijo después de un momento

Los RobinsonnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora