Esa misma noche fue cuando el desastre comenzó.
Tres mentes que no sabían que guardaban deseos oscuros se unieron en un sueño compartido.
Mientras Katsuki, Kirishima y Kaminari daban vueltas en la cama, la experiencia de esa tarde hizo mella en sus mentes adolescentes.
En la profundidad de sus sueños, se detuvieron al pie de un enorme edificio, un lugar por el que desde hacía tanto tiempo sentían curiosidad. Esperaban al hombre que los invitó, y quien los recibió para guiarlos a través de los pasillos alfombrados.
Era un lugar muy extraño. Cada piso tenía decoraciones diferentes, el primero de colores vivos, amigables. El segundo de tonos rojos; el tercero de vibrantes rosas; el cuarto de una mezcla de azul y morado; el último, un piso de paredes de color negro y alfombras carmesí.
Ellos eran invitados especiales, tres reconocidos héroes de Japón, por eso su anfitrión se encargó de conseguir algo especial para ellos, con la esperanza de que se hicieran parte de su asociación.
Los dejó en la puerta al final del pasillo, donde los invitó a entrar y disfrutar, pues lo que sucediera entre esas paredes ahí se quedaría.
Se adentraron en la oscuridad de la habitación, siendo recibidos por un perfume con notas de jazmín. De pronto un sonido extraño, pero cautivador, llamó la atención de los tres. En un instante las luces se encendieron, y la verdad se rebeló.
Sobre la amplia cama de sábanas carmesí, tres figuras angelicales los esperaban. La perfecta imagen encendió su deseo por comenzar la diversión.
Deku, el poderoso héroe número uno de Japón estaba hincado sobre la cama, mostrando sin pudor su piel desnuda que brillaba con las luces rosas del lugar. De rodillas frente a él, estaba la heroína Pinky, con sus manos en la cintura del héroe y sus labios devorando los del chico. Otra heroína, Earphone Jack, estaba detrás de Deku, pegando su pecho a la espalda del héroe, sin mostrarse avergonzada por jugar con los pectorales del pecoso, mientras dejaba mordidas bruscas en su cuello.
Kaminari tragó saliva por la imagen, pues tan solo encenderse las luces pudo sentir un deseo oscuro y una creciente emoción en sus pantalones.
El sonido captó la atención de los tres que se veían tan concentrados en su labor sobre la cama. Y sus miradas nubladas por la lujuria fueron directo a los tres héroes que los miraban con deseo desde la puerta.
—Bienvenidos, héroes —llamaron los tres al unísono.
Al ver a sus compañeros héroes bajar de la cama con sensual lentitud y caminar hacia ellos, los tres hombres dieron marcha atrás inconscientemente, hasta que quedaron acorralados contra los muros.
—No sabíamos que se trataba de esto, Deku… —masculló Dynamight, siendo interrumpido por una mano traviesa sobre su boca.
Katsuki apenas pudo soltar un quejido, cuando la mano de ese chico de pecas fue directo a acariciar su erección por sobre el traje de héroe. Deku gimió de necesidad, mirando a su acompañante con súplica.
Aprovechando el trance en el que se hallaba Dynamight, Deku se puso de puntitas y dejó un beso suave en sus labios.
Incapaz de resistirse a las suaves notas de aroma, y a ese cuerpo perfecto que se restregaba contra él, Dynamight siguió el juego, devorando deliciosamente los labios afelpados de ese molesto chico que siempre se colaba en sus pensamientos. Estaba demasiado ocupado dejando caricias bruscas en esa exquisita piel tintada de pecas, por eso, Dynamight apenas pudo notar como la tela de su traje iba desapareciendo lentamente tras cada beso. Hasta que sus bóxers fueron arrancados con fuerza.
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Deseos nocturnos [Dekubowl]
FanfictionEran un par de pervertidos, eso lo sabía toda la escuela. Eran un par de imbéciles, podías notarlo con solo verlos un par de segundos. Pero nadie estaba preparado para lo que sucedería por sus estupideces. Una broma cruel y desvergonzada los llevó...