Deseos nocturnos [Dekubowl]

Mío

La escuela fue un caos después del concierto de su antigua clase. Él había estado fuera todo el fin de semana y por desgracia no llegó a tiempo para ver el show, pero al parecer se perdió de algo más importante. Algo que enfureció a toda la clase de la que ya era parte, la clase A.

Cuando llegó lo primero que vió fue a Kaminari y Mineta colgados en el pórtico de los dormitorios, desmayados y con un cartel en el que se leía "cuidado, idiotas pervertidos. No acercarse".

Quería preguntar la razón de algo tan extraño, sin embargo, tan solo cruzar el umbral se dió cuenta que no era un buen momento, los pocos chicos que se encontraban en la sala común tenían la culpa grabada en sus gestos y algo más, algo extraño a lo que no pudo ponerle nombre.

—¿De qué me perdí? —preguntó con la esperanza de obtener respuestas.

—Esos idiotas jodieron las cosas con las chicas y Midoriya —respondió Sero desde su lugar en el suelo, donde tenía el rostro escondido entre sus piernas.

—Ninguno ha salido de su habitación desde que regresaron de la enfermería —se unió Kirishima.

—¡¿Fue tan grave como para que necesitarán ir a la enfermería?!

—Deku estaba llorando cuando volvieron… —murmuró Bakugo, quien también escondía el rostro—. No quiere ni vernos a la cara…

Esas palabras hicieron que su cuerpo trabajara más rápido que su cerebro.

—Iré a ver cómo está —dijo, solo para correr escaleras arriba.

Ninguno de los chicos intentó detenerlo, pues tenían la esperanza fugaz de que al menos Shinso consiguiera averiguar si Izuku estaba un poco mejor.

Llegó a tocar la puerta de Izuku suavemente, lo último que quería era alterarlo más.

—Hey Midoriya, soy Shinso, acabo de volver… solo… quería saber cómo estás —hablo tartamudeando, hubiera sido bueno pensar qué decir antes de salir corriendo como un loco, pero cuando se trataba de Izuku no podía evitar preocuparse tanto.

Los tenues sollozos que alcanzó a escuchar se detuvieron, como si Izuku pretendiera no estar ahí dentro.

—Sé que estás ahí, Midoriya, por favor abre la puerta.

Pero no hubo respuesta.

—Escucha… no sé qué sucedió, pero lo siento mucho. Si hay algo que pueda hacer aunque sea escucharte, estaré en mi habitación…

Esperó unos minutos con la frente pegada a la puerta, pero Izuku ni siquiera sollozó de nuevo. Tras soltar un suspiro largo y pesado simplemente dejó a Midoriya descansar, más tarde podría asegurarse que al menos hubiera comido.

Fue a su habitación para descansar y asegurarse que no se había perdido notas importantes ese día. Después del baño que se dió se perdió un rato en su teléfono, hasta que un chat extraño le envió un mensaje, mejor dicho un vídeo.

Por mera curiosidad dió play, entonces entendió el porqué de las lágrimas de Izuku.

La cámara apuntaba a la primera fila, en paralelo al escenario donde se dió el concierto. Era evidente que algo no estaba bien con la hilera de chicas; tras unos minutos de vídeo Izuku gimió frente a la cámara, apretando las piernas, luego de él las chicas gimieron también y por un rato pareció que el grupo estaba próximo a morir por la vergüenza. Izuku gritó el apodo que le puso a Katsuki, el chico explosivo se levantó, entonces el vídeo se cortó.

Cuando bajó el teléfono, además de la culpa, lo invadió la vergüenza; a decir verdad, Izuku hacía sonidos muy lindos, pero eso jamás podría decirlo en voz alta. Sabía que tenía que borrar el vídeo, pero no tenía la fuerza de voluntad para ello.