Después de un último refrigerio rápido para él y su mascota, ambos se acomodaron en la cama, él cerró los ojos listo para dormir, hasta que una voz dulce y melodiosa pronunciando su nombre le erizó cada vello del cuerpo, y el recuerdo del rostro sonrojado de su compañero Izuku lo hizo levantarse de golpe, avergonzado por sus pensamientos.
Luego de eso estuvo dando vueltas en la cama, intentado sacar la voz de Izuku de su mente, pero todo fue en vano, dos horas después se quedó dormido…
Mineta les había jugado una broma muy cruel a las chicas de su clase, en medio del festival deportivo las engañó para que usarán un uniforme de porrista. Por desgracia, Deku quería ayudar a sus amigas, así que también terminó engañado.
Ahí estaban Mina, Ochako, Jiro, Momo, Hagakure, Tsuyu e Izuku, parados en medio del enorme estadio, con sus rostros colorados y las manos tratando de bajar las cortas faldas, bueno, solo Izuku trataba de esconderse, intentando reprimir sus lágrimas.
Los estudiantes de la academia sacaron sus teléfonos y no perdieron la oportunidad de grabar y fotografiar a los desafortunados chicos. Eso solo acentúo sus rostros de tristeza. Él no pudo soportarlo, los quería demasiado para dejarlos pasar por esa vergüenza. Llamó a una bandada de cuervos que rodearan a sus compañeros, por desgracia su timidez lo traicionó, tenía demasiado miedo para saltar las gradas y sacar a los chicos del estadio, por suerte, había en su clase otros más valientes.
Bakugo, Kirishima, Iida, Shoto, Fumikage, Sato y Sero saltaron las gradas y corrieron directo a sus amigos, todos se quitaron la sudadera de su uniforme y cubrieron con ellas a cada chica, Fumikage uso su dark shadow para envolver a Izuku, quien parecía a punto de estallar en lágrimas.
Cuando los vió desaparecer entre los pasillos, dispersó a las aves.
Algunos minutos después, Bakugo regresó con una soga, que usó para atar a Kaminari y Mineta, caminó entre el estadio y los colgó en una de las esquinas, cada chica que pasaba podía arrojarles algo, los profesores debieron castigar a Bakugo, pero las profesoras estaban demasiado indignadas con lo que esos pervertidos hicieron como para detener a Katsuki.
Y de las mujeres e Izuku no volvió a saberse nada más.
Cuando el evento terminó hizo que sus amigos lo ayudaran a encontrar al menos a una de las chicas, solo necesitaba saber si estaban bien o si había algo en lo que él pudiera ayudar.
Las mariposas le contaron una terrible situación. No había nadie que hiciera el papel de héroe en ese momento, nadie más que él, por eso corrió por toda la escuela hasta los jardínes traseros.
Unos minutos antes, aprovechando que no había nadie alrededor, Mineta aprovechó la vulnerabilidad de cierto chico de pecas. Llegó corriendo tomándolo por sorpresa, le quitó la sudadera que Fumikage le prestó para cubrirse y la arrojó a las ramas de uno de los árboles. Usó su quirk para pegar la sudadera a las ramas, y uno de los pies de Izuku al suelo.
—¡Eres un idiota, Mineta! —gritó Izuku al borde de las lágrimas, cubriéndose apenas con sus manos.
—Si usas tu quirk para saltar, voy a estar en primera fila para grabarlo todo, Midoriya —dijo el pervertido, quien se había tirado al suelo con su teléfono, tomando fotos de lo que había bajo la falda de Izuku.
Mineta sabía que el chico pecoso era muy famoso en la escuela, más de un idiota estaría dispuesto a pagar mucho dinero por esas fotos, dinero que él usaría para comprarse más revistas, y pagar su suscripción a sus páginas favoritas.
En ese momento una bandada de cuervos se llevó el celular de Mineta, y un ejército de insectos llegó para deshacerse del molesto pervertido. En cuanto la primera araña lo mordió, Mineta huyó como un cobarde, fue directo a las duchas para quitarse esos bichos de encima.
—Perdoname, Midoriya, si te cubres puedo bajar la sudadera de Tokoyami… —murmuró entre tartamudeos.
Izuku se giró despacio, encontrando frente a él a Koda, quien le ofrecía su sudadera con una mano y se cubría los ojos con la otra. El pecoso se estiró para tomar la sudadera y poder cubrirse con ella.
—Gracias, Koda, ya puedes ver —murmuró apenado.
El tímido héroe analizó la situación, usó a los cuervos para bajar la sudadera, aunque aún tenía esa molesta bola morada pegada a una de las mangas, de esa forma Izuku no podría usarla. Luego estaba el otro asunto, el zapato de Izuku estaba pegado al piso por ese molesto quirk.
Koda suspiró, no tenían muchas opciones.
—Puedes…puedes quitarte el zapato, yo puedo cargarte y llevarte a los dormitorios —ofreció Koda.
—¡No es necesario! —gritó nervioso—, puedo ir descalzo, no hay problema.
Izuku se quitó el zapato y el calcetín derecho, totalmente dispuesto a atravesar la escuela pisando el suelo frío. Lo que no esperaba, es que Koda lo cargara como si fuera una princesa.
—No Midoriya, hoy no pude hacer nada para ayudarte, así que al menos déjame ayudarte ahora —regañó Koda, haciendo uso de todo el valor que pudo reunir.
—Pero tú nos salvaste, si no hubiera sido por los cuervos, nos habrían tomado más fotos —murmuró Izuku—. Gracias por ayudarnos, héroe.
Izuku le regaló una sonrisa brillante al tímido héroe. Koda también le sonrío, mientras comenzaba su camino a los dormitorios.
Por suerte, la sala común estaba vacía cuando llegaron, debió soltar a Izuku en ese momento, pero a decir verdad quería disfrutar de ser el héroe de ese chico de las pecas por solo un tiempo más, así que lo llevó a través de los dormitorios, por las escaleras y los pasillos, hasta que estuvieron en la habitación de Izuku, dónde por fin, Koda lo devolvió al suelo.
—Puedo hacer que una cucaracha despierte a Mineta por un tiempo —ofreció Koda.
Izuku le regaló una risa adorable.
—Eso me gustaría —respondió el pecoso abriendo la puerta de su habitación—, siempre que la cucaracha no salga herida.
—No, estará bien…
Se interrumpió cuando Izuku se giró a mirarlo, mientras jugaba nerviosamente con el dobladillo de la sudadera prestada.
—No es necesario que me la devuelvas ahora, Midoriya, puedo esperar —ofreció nervioso.
Izuku pareció confundido por las palabras de Koda, no estaba nervioso por la sudadera, se trataba de otra cosa, pero agradeció lo despistado de su compañero héroe.
De nuevo, agradeció con una sonrisa, pues la timidez de Koda alejó la suya. Puso sus brazos sobre los anchos hombros de su compañero y se puso de puntitas para dejar un inocente beso en los labios de Koda.
—Gracias, héroe —susurró Izuku.
El pecoso se giró con rapidez, entró a su habitación y cerró la puerta, dejando a su pobre compañero sumido en un trance en medio del pasillo.
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No me imagino a Koda con sueños como los del resto jaja, él es el más tierno e inocente de la clase, el beso fue demasiado para él.-D.K. ♡
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Deseos nocturnos [Dekubowl]
Hayran KurguEran un par de pervertidos, eso lo sabía toda la escuela. Eran un par de imbéciles, podías notarlo con solo verlos un par de segundos. Pero nadie estaba preparado para lo que sucedería por sus estupideces. Una broma cruel y desvergonzada los llevó...