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Deseo latente
||Elena||

La verdad esperaba que después de ese momento tan extraño que viví con mi mate él cambiará, tratara de explicarme o lo que sea, más no paso. Él siguió cada día como si nada, si actitud dulce y tierna no se fue, siempre está pendiente de mi pero todo como si jamás ocurrió ese accidente de la otra vez.

Por mi parte cada día que pasa es una tortura, quiero de verdad pensar que todo está bien, pero algo en mi me dice que salga de ahí antes de que me una más a él. Y la verdad, ya estoy por tomar la acción que por una semana entera trate de evitar, pero no dejaré de lado mis sentidos.

Mi lobita - escuché que entró a la cabaña después de cortar leña.

No miento al decirles que su olor es muy fuerte y dominante, siempre me desestabilizar cuando hace alguna actividad física porque se intensifica todo.

Dime - dije algo alejada de él.

Se que estás lejos de mi, no lo estoy dejando de lado, pero solo quiero que olvidemos lo que pasó - dijo el dejando todo de lado de la puerta.

No te mentir diciendo que no me preocupa esa conversación, pero pedirte que me aclares es casi tan absurdo como pedirle naranjas a un manzano - con molestia seguir cortando unas lajas de mantequilla para mí postre

Se que estás molesta, pero hay cosas de mi pasado que quiero que queden en mi pasado y no me veas de esa manera - dijo decidido con voz gentil pero puntual.

Y yo no sé nada de tí, no sé si eres una amenaza o eres de fiar, se que puede sonarte mal pero en mi situación aprendí a desconfiar de todo, porque no puedo ver tus intenciones de ninguna forma - dije caminando por la cocina para terminar sobre la mesa donde amasaba la mezcla de harina.

Lo sé, pero ver no te lo podría mostrar igualmente - dijo incomodo- nadie sabe jamás las intenciones del otro Elena, aún con la posibilidad de ver no podemos ver el corazón de las demás personas.

Nosotros estamos todos por igual propensos a salir lastimados, a qué nos traicionen y que el ser que vemos solo sea una ilusión o una careta - se detuvo y pare mi acción para levantar mi rostro

Yo tampoco sé nada de tí, no sé de dónde vienes ni quién eres, porque estabas sola en el bosque o porque tus poderes son tan grandes - sentí un escalofrío en mi nuca mientras se acercaba a mi lentamente, sin presiones.

Sin embargo te he dado tu espacio para que me lo digas, lo que quieras y a tu tiempo Elena porque te quiero, eres mi mate y confío en ti porque aún viendo no puedo ver tu interior pero tengo fe en que es aún mejor de lo que puedo ver por fuera y apostaría a eso - termino de acercarse para tomar mis manos llenas de masa aún.

Tu puedes ser más una amenaza para mí que yo para ti, eres muy fuerte, yo soy un Omega que aunque si fuera verdad lo que me dijiste no se usar mis poderes, tu por lo que ví sabes usar muy bien los tuyos y podría en un instante volar por los aires sin que siquiera me toques si te llegas a sentir amenaza, aún así estoy aquí frente a ti confío en que me quieres y que podemos hacer esto - unas lágrimas pasaron por mis ojos.

Yo, no quiero que nada malo pase - mi voz sonó ronca desde mi garganta.

No pasará, pero tenemos que confiar en nosotros - sentí sus brazos rodearme para pegarme a su pecho.

Te juro que no te haría nada malo - mis brazos se unieron para acercarme más a él.

Lo sé, pero quiero que sepas que aunque en mi pasado no haya hecho cosas que me enorgullecen, yo tampoco te haría daño mi lobita - su tanto en mi espalda subia y bajaba su mano.

El calor que emanaba era muy fuerte, sus hormonas y caricias me calentaban muy rápidamente, sinceramente apagaban mi forma racional que para este punto yo no deseaba luchar para prender.

Me separé de su cuerpo un tanto para sentir su respiración cerca de mi rostro, con decisión me coloque en puntas de mis pies para acercarme a el quien ante me actuar no dudo en apretar más mi cintura para subirme más y juntar nuestros labios.

Eran carnosos y deliciosos, sabían a dulce como si fueran una paleta. Tome mis manos colocándolas a cada lado de su rostro para caricias su cara mientras el por su parte, no soltaba mi cintura la cual acariciaba por debajo de mi camisa.

Sus manos empezaron a bajar poco a poco jugando con mis nervios, mis manos con vida propia bajaron a su pecho que estaba desnudo para acariciarlo.

En un instante bajo a mi trasero y lo tomo con fuerza empujando mi cuerpo más hacia el suyo haciendo que soltará un gemido de la impresión y de sentir su amigo ser estampado contra mi abdomen, se sentía duro y grueso haciendo que mis ganas de bajar mi manos aumentaran.

Si lengua se metía más en mi boca gracias a mis gemidos, sus manos me alzaron colocándome sobre el mesón contrario de la cocina para dejar mis piernas abiertas ante el despegando un poco nuestros labios en el beso.

Sentí sus manos pasar suavemente por mis piernas y sus labios cambiar a mi cuello dónde la corriente eléctrica placentera subía y bajaba sin darme tiempo desconectandome para conectarme a tierra de golpe cuando senti sus manos en mis senos que al tacto dieron otro corrientazo en mi centro haciendo que me moviera para caer sobre su regazo conectando su pelvis con mi entrada, para dar paso a movimientos de cadera, que fueron más por impulso que por saber lo que ocasionarian.

Creo que ví a la diosa luna en ese instante, ese movimiento me hizo sentir más humedad en mi centro, el roce de su miembro con mi amiga era delicioso así que sin pena en mi alma restregue como si de eso dependiera mi vida.

Escuché como gruñía mi lobo en mi cuello dejándome hacer sobre el lo que deseaba. Fueron instantes antes de que el continuará con su asalto y pasará de mi cuello a mis senos que no se cuándo logro sacar por el escote para dejarlos al aire donde sentí un pequeño frío que fue tapado por sus labios calientes sobre mis pezones que del golpe sintieron sensaciones que jamás en mi vida pensé que fueran tan placenteras.

Tacto del Omega [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora