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Muchas veces quise sentir y ver cada una de las cosas a mi alrededor, mientras más supiera de este más fácil era ocultar mi condición que sinceramente detestaba.

Justo hoy no me importa nada de mi alrededor, tampoco tengo la necesidad de tener mis sentidos alertas o a la expectativa de que pueda pasar, soy feliz de decir que me importa un carajo y solo quiero sentirlo a él.

Sus manos sobre mis piernas para alzarme sobre el piso llevándome a su alcoba lentamente, parandonos cada tanto para disfrutarnos contra las paredes de la casa. Nuestra ropa volaba por todas partes, no sé cuando llegamos al cuarto solo sentí el colchón sobre mi espalda.

Sus labios sobre mi cuello, mis manos pasando sobre su abdomen marcado que parecía una batea, diosa gracias porque está tan bueno que no necesito ver para darme cuenta de lo rico que está mi mate.

Sus manos masajeaban mis senos y luego mis nalgas a su antojo, para luego subirse sobre mi y meterse entre mis piernas abiertas para él.

¿Estás segura de que quieres esto Elena? Porque si empiezo no podré detenerme y voy a marcarte - su voz ronca deliciosa mandaba más energía a mi cuerpo.

Márcame, quiero todo y olvidarnos de pasados estúpidos - dije abriendo mis ojos aunque no pudiera verlo se que le gusta ver mi color- pase mucho tiempo queriendo encontrarte y no dejaré que nada me aleje de tí, ni siquiera yo misma.

No me respondió nada solo sentí como sus hormonas se colocaron más fuertes en todo sentido, sus gruñidos salían más fuerte mientras sus manos entraban en mis pliegues causando mis gemidos más y más fuertes, sentí que una presión se iba creando en mi vientre pero antes de que está explotará el paro sus deliciosas manos que masajeaban sin compasión ese botón mágico.

Deliciosa mi loba, mía solo mía - sus gruñidos poco se entendían pero sentí como me reclamaba.

Mío, todo mío yo siempre tuya mi lobo - grite mientras sentía algo duro en mi vagina, poco a poco fue entrando en mi haciendo que me ardiera mi amiga cada vez más. No sabía que tan grande era, pero sentía que esa cosa era interminable.

Ya está todo dentro - una lágrima resbalaba por mi mejilla.

Amor mío, no he metido ni la mitad mi lobita - sentí que quede sin aire al escuchar eso.

¿Que? ¡Eso es enorme! - sentí como sus gruñidos eran mezclados con su risa.

Lo siento amor mío, te prometo que luego será delicioso y te complacere siempre - beso mis labios, mis ojos seguido de mis mejillas para luego ir a mi cuello.

No dije nada más, el empezó a moverse más y más hasta estar completamente en mí, dios, sentía que si me movía un tanto me iba a partir en dos.

Listo amor mío, solo debes dejarte llevar por mí - escuché eso y sentí sus besos en todas partes, mientras buscaba morder mis senos.

Mi cuerpo tomo forma de arco buscando más y más placer aún con el dolor que sentía en mi intimidad, y sin duda no era algo lógico simplemente era deseo.

Si cuerpo se junto con el mi de una manera sublime y sin mucha experiencia empecé a moverme buscando algo que no sabía que era pero deseaba con ancia. El por su parte se movía en un Vaivén lento que me enloquecía y entre gemidos que en cualquier otro momento me hubiesen dado pena, en este momento me daban igual era lo de menos.

Mi mente caliente al igual que mi cuerpo, se volvía descarada, mis labios traicioneros y no solo por los sonidos.

Por la Diosa, más rapido- gemí sin vergüenza.

Amor mío, por favor no me pidas eso, no quiero hacerte daño pero me vas a hacer perder la cordura - decia mientras gruñidos salían de el y sentía sudor en su abdomen.

No me importa, parteme en dos si quieres pero dame más mi lobo - gemí y grite al mismo tiempo.

Sentí su gruñido sobre mi y como si hubiera mi mandato Sido ley, empezó a moverse con maestría sobre mi haciendo que cada vez más fuerte las sensaciones.

Su sudor y el mío, sus gemidos y gruñidos mezclándose con los míos al compás de los sonidos que producía su masculinidad entrandome completa hasta el fondo llenando me por completo.

Las palabras sobraron, no hubo ni una vez que necesitará decir algo, mi vista fue innecesario ante tantas sensaciones que disfrute sin pena.

Pronto una presión se fue creando en mi abdomen haciendo que mi corazón latiera a mil, sentí como el empezó a embestir con más fuerzas mientras masajeaban mis senos y besaba mi cuello

Pronto esa presión explotó en mi haciéndome ver estrellas y estar más sensible para él. Mi cuello pronto fue atravesado por dos colmillos que estimularon mi orgasmo más allá de lo que había sentido en mi vida, creo que del golpe ví de nuevo y fue el cielo no tengo duda.

Poco a poco la adrenalina bajo de mi pasando el orgasmo de los dioses, haciéndome caer en un sueño mientras escuchaba a lo lejos

Lo siento mi lobita, no pude resistirme - y caía una vez más en oscuridad pero está vez más feliz. 

Tacto del Omega [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora