ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 20

274 18 0
                                    



Por primera vez dentro de mis recuerdos, podía sentir cómo se aliviaba la carga de mi mente, aquel peso dejaba de existir momentáneamente, aunque en el fondo sabía que no desaparecería, no hasta que aquellos individuos dieran su último respiro. No obstante, aquella preocupación no me limitaría ahora el disfrutar. Mi visión de las cosas ya no era la misma y apostaría por esto hasta el final, el cual esperaba que no fuera trágico.

La noche, excluyendo las vívidas canciones de la discoteca, transcurrió con tranquilidad; la comodidad del colchón, la suavidad de las sábanas y aquel olor tan sumiso que estimulaba mi olfato, me permitieron un gran descanso. Hasta que mis costumbres volvieron a surgir.

En un instante y conteniendo el aire en mis pulmones, abrí los ojos y me moví rápidamente hacia aquella presencia que sentía, sin embargo, detuve mi mano a centímetros del cuello de Chishiya, una vez que recordé lo acontecido la noche anterior. Suspiré relajando mi cuerpo dejándolo caer en una postura la cual me dejaba rodeada por sus brazos. La luz del amanecer me permitió poder observar mejor su rostro durmiente, algunos mechones caían sobre este con delicadeza, dejando relucir sus marcados rasgos. En ese estado parecía indefenso, nadie podría imaginarse con estas vistas la gran capacidad de manipulación e ingenio que poseía.

Los minutos pasaron a gran velocidad, permitiéndome memorizar cada centímetro de su piel, un cosquilleo se apoderó de mí, me abatía, pero no lo sentía dañino. Entonces, me sorprendió ver cómo se movía sutilmente huyendo de la luz que cada vez se acercaba más a sus ojos, dicho movimiento dejó caer un mechón que tapó mis vistas. Así que con cuidado lo eché para atrás, aún era temprano y quería observar un poco más.

– ¿Cuánto tiempo llevas despierta? – Habló sin aún abrir los ojos.

– Un rato, ¿te desperté? – Maldije mi mala suerte.

– Es complicado mantener el sueño sintiendo una mirada tan intensa sobre mí. – Nuestros ojos coincidieron, pudiendo ver en los suyos burla.

Me incorporé rápidamente. – ¿Estabas despierto todo este tiempo? – Me alivió no haber hecho nada más mientras pensaba que estaba dormido. – Haberme avisado.

– Quería ver que hacías. – Suspiré aliviada. No había notado mi reacción al despertar.

– Estaba esperando para poder levantarme porque cierta persona no me deja moverme. – Señalé sus brazos, los cuales aún me rodeaban.

Este los levantó cómo si con un arma lo apuntase. – Te libero.

Sonreí. – Gracias. – A continuación, me levanté y fui hacia el armario, donde empecé a rebuscar.

– Hay que conseguirte más ropa, ahí solo encontrarás la que deja el sombrerero en todas las habitaciones, dudo que se ajuste a tu gusto. – Efectivamente, nada me gustaba.

– Los bikinis no, pero esto si me sirve. – Sonreí mientras sacaba mi próximo conjunto.

Chishiya se puso detrás de mí, muy cerca de mi oído. – Oye, eso es mío.

– Ya no. – Volteé hacia su dirección, llevándome por sorpresa un beso, el cual respondí y profundicé.

Lo rodeé por el cuello y juntando nuestros cuerpos, mantuvimos aquel contacto hasta que nuestros pulmones empezaron a reclamarnos oxígeno. Cuando nos separemos, quise volver a experimentar aquella sensación tan adictiva, pero me detuvo sin compasión.

– Te recuerdo que hoy debemos hablar con todos cuanto antes para que no levanten sospechas si alguien les pregunta por nosotros. – Por mucho que me fastidiara, tenía razón.

𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕠 𝕔𝕒𝕣𝕞𝕖𝕤𝕚 ♡𝕔𝕙𝕚𝕤𝕙𝕚𝕪𝕒♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora