ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 22

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Finalizamos entrando en una pequeña sala, no tenía muebles y apenas era iluminaba por una pequeña bombilla, me recordó a la habitación donde me encerraron, aunque esta era más grande. Aguni cerró la puerta detrás de mí y ambos nos quedamos observando al otro, en mi caso, me apoyé en la pared entrelazando mis brazos con tranquilidad.

– El traerme aquí me hace suponer que quieres hablar conmigo también, ¿me equivoco? – Su presencia autoritaria ahogaría a cualquier, me miraba con indiferencia.

– Ve directa al asunto. – No se fiaba nada de mí, era un sentimiento mutuo.

– Eso tenía pensado hacer. – Intensifiqué mi mirada. – Creo que ambos tenemos información que el otro quiere saber, propongo un intercambio, dime lo que sabes y te diré lo que yo sé.

– ¿Qué te hace pensar que me interesa lo que sabes? Podría ser información que ya conozco. – Su robusta voz retumbaba en aquel pequeño espacio.

– Error, si no te interesase, nunca me habrías llevado aquí. Además, te he estado observando y puedo asegúrate que mis conocimientos son nuevos para ti. – Sonreí son soberbia. – Te conviene aceptar mi trato.

– ¿Qué te asegura que no te traje para matarte? Estamos solos en esta planta y sería fácil cubrir tú cadáver. – Reí ante su confianza.

– Vuelves a equivocarte. Ambos sabemos que no puedes, no ahora que el sombrerero me tiene en su mira. Si desapareciese, tú poder te llevaría a estar en los primeros de la lista de sospechosos. – Enfaticé. – Y estoy segura, que en estos momentos no te conviene tener más enfrentamientos con el líder. – Su reacción me dio la razón.

– ¿Qué sabes? – Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón militar.

– ¿No crees que me dejas en desventaja? Estás armado y yo no, podrías amenazarme perfectamente, así que habla tú primero y luego lo haré yo. – Sostuve mi serenidad.

Se mantuvo en silencio analizando la situación. – Te mataré si me engañas.

– Lo veo justo.

Aún mantenido su semblante frio, empezó a hablar. – En mis años cómo soldado, solo sobrevivimos dos de nuestro peatón, era mi mejor amigo, sin embargo, empezó a cambiar cuando lo ascendieron. Pensé que era por la presión del cargo, pero me equivocaba, con el tiempo fue desapareciendo hasta que su existencia fue eliminada del mapa, me dijeron que había muerto, pero no les creí. – Suspiró. – La última vez que lo vi, hace unos 9 años, estaba cómo poseído, no paró de decirme que había logrado su plan y que quisiera que participara con él en el experimento.

– ¿Experimento? – Lentamente las piezas encajaban.

– Sí, cuando le pregunté de que hablaba me confesó en secreto que hacía años que un código no despertaba. – Intensificó su presencia. – Cuando le pregunté sobre el tema, solo me dijo: "X-019 será perfecto"

– ...Es una persona. – Actué sorprendida ante el dato.

– Exacto. No sé más, desapareció poco después y tuve que mantener un perfil bajo, al parecer todo lo relacionado con el experimento carmesí era un confidencial.

Contuve el aliento. – ¿Se llamaba así? – Asintió.

Todo empezó a cobrar sentido, en esas fechas fue cuando me reclutaron y me convertí en X-019, no parecía que mintiese, no obstante, me inquietó el nombre. "Carmesí" El mismo color que mis ojos, aunque no podía estar relacionados ya que desde niña tenía esa característica. No merecía pensar en ello ahora.

𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕠 𝕔𝕒𝕣𝕞𝕖𝕤𝕚 ♡𝕔𝕙𝕚𝕤𝕙𝕚𝕪𝕒♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora