Como En El Campo, Como En La Ciudad [One Piece]

II

- ¿¡Él es el prometido de Ace!?-. Una chica de cabello naranja gritó al entrar por la ventana con cuidado de no caer sobre los gatos, aún que falló al intentarlo puesto que uno desperto-. Lo siento Sunny.

- ¡Si! ¡Ace dijo que se parecía a una piña!-. Luffy señaló a Marco sonriendo-. ¡Vamos a buscarlo!-. Luffy saco a todos por la ventana, aún que luego sujetó al gato naranja y lo colocó sobre su sombrero de paja.

- ¡E-Eapera-yoi!-. Por más que Marco intentó detenerlos, ellos se fueron tan rápido como habían aparecido, aún que Luffy pareció detectar algo y se fue por el pasillo-. Mierda.

Marco solo podía repetir una y otra vez ese momento, le había regalado a Ace un anillo hecho con una flor y su tallo para que dejara de molestar a sus hermanos en una tarde; él no era completamente ciego sabía que ese niño era un caos enorme; y quizá algo pesado con él. Nunca pudo tener un momento libre con Ace cerca y le había dado ese anillo prometiéndole una boda cuando regresara... ¡Por qué nunca pensó en regresar!

Solo esperaba que Ace recordará que había sido una broma entre ellos para que así dejará de molestar tanto.

"¿Cómo haces eso?" Ace preguntó cuando vio a Marco hacer un anillo con el tallo de una margarita del campo.

"No importa-yoi" Marco; posiblemente era cruel, pero en ese momento solo quería librarse del niño "Es un anillo de promesa, si prometes ser buen niño-yoi cumpliré lo que quieras"

"¿Hasta casarnos?" Ace dijo con la determinación en los ojos y casi estrellas en los mismos, el anillo de flor le quedaba muy grande que podía usar dos dedos en él "¡Entonces te casarás conmigo!"

"Lo que digas " Marco respondió, suspirando ligeramente exasperado, el niño era completamente descuidado, su cabello a todas direcciones, lleno de suciedad y demasiado grosero, pero si Marco lograba hacer que con eso los dejara en paz diría las mentiras necesarias "Cuando regresé lo haremos-yoi"

Marco en serio lo había jodido todo.

***

Rayleigh le estaba contando a todos el como funcionaba la casa, desde las horas para levantarse, comer, trabajar, descansar y algunos días libres que ellos podrían tener en los siguientes meses que estarían en la granja. Aún que había quedado claro quera una finca.

Todo el territorio que habitaban era controlado por Gol D. Roger, desde la producción de cervezas, sake y vino hasta los cereales y vegetales; todo le pertenecía a Roger; y por ende a sus pequeños diablillos.

Estaban en la sala pasando un agradable momento, harían cualquier cosa para evitar a ese mocoso; en especial cuando Marco bajo de su habitación más pálido que bronceado; además de que Rayleigh les estaba dando comida, una buena plática y alcohol, definitivamente se quedarían donde estaban.

- ¡Adiós Rayleigh!-. Un chico con sombrero de paja y un gato en el sombrero bajo corriendo mientras se reía, inmediatamente Rayleigh se levantó y lo sujeto como lo haría una mamá gata a sus cachorros-. ¿Qué?~ tengo que alcanzar a Zoro y a los demás.

- Luffy, saluda-. Rayleigh lo colocó enfrente de sus invitados.

- ¡Yo!-. Saludo Luffy elevando un poco su mano y luego lucho por liberarse hasta que Rayleigh golpeó su cabeza gritando "¡correctamente!"-. ¡Soy Monkey D. Luffy, un gusto!-. Gritó y luego salió corriendo cuando sintió el agarre más suave que antes.

- ¿Monkey? ¡¿Garp se reprodujo?!-. La voz de Newgate rompió el silencio y Rayleigh empezó a reírse.

- ¡Y dos veces! Ese mocoso es su nieto-. Rayleigh volvió a sentarse para continuar la anterior conversación.