XII

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El regreso a la casa había sido más pacifico, algunos habían llegado antes, otros después, entre ellos Marco y Ace. Ambos iban montando el caballo de Ace, abrazados y comentando cómo sería el avance de su amado prometido a la ciudad, como se lo dirían a los demás, que deseaban hacer, posiblemente el padre de Marco ya había averiguado que había pasado cuando se fueron tan juntos y hablando.

Ace se detuvo momentáneamente cuando vio a Killer y Kid dejando a Sabo en la entrada, hablaron momentáneamente antes de caminar hacia la entrada saludándolos en un tono bajo y se fueron.

— ¿Todo está bien?—. Ace preguntó a Sabo cuando se bajó del caballo primero.

— Si, Kaku y Lucci ya se fueron de regreso a la ciudad y yo me quedo aquí—. Sabo comentó, parecía relajado a diferencia de su reacción cuando terminó con Killer—. Creo que iré a dormir un poco, adiós As, Marco.

— Descansa-yoi—. Marco se despidió y bajo del caballo, Ace estaba notablemente preocupado por su hermano, pero si el decía que estaba bien, estaba obligado a creerle de forma temporal hasta que se sintiera bien para responder las preguntas.

Ambos fueron despacio hasta a la habitación de Ace, simplemente hablando de cualquier tema que pudiera llegar a ser interesante entre ellos hasta que al ver en la puerta de Ace estaban los hermanos de Marco, completamente nerviosos por como abordar la siguiente conversación.

— Largo-yoi.

— ¿No vas a dejarnos hablar?

— No conmigo-yoi—. Marco avanzó hasta la habitación, donde Ace; sorpresivamente, lo empujó adentro y cerró la puerta—. ¡¿Ace?!

— ¿Qué diablos quieren? La madera es de calidad, pero Marco tiene la fuerza de un toro de riego—. Ace le dijo a las personas que serían sus cuñados mientras jalaba la puerta para evitar que Marco la abriera.

Antes de que Ace pudiera decir algo, los catorce hermanos de Marco hicieron una reverencia de 90° perfecta hacia él, había vergüenza en sus rostros; no por sus acciones actuales, si no por las pasadas; sin levantar la cabeza o retroceder, Haruta hablo:

— ¡Queremos disculparnos!—. Marco dejo de intentar abrir la puerta, Ace dejo de aferrarse a ella e hizo una seña para darles a entender que podían continuar con su disculpa.

— ¡Te juzgamos mal y nunca pensamos que tú podías madurar!—. Izo dijo de la misma manera que Haruta, eventualmente, uno a uno ofreció su disculpa a Ace hasta que finalizaron con Thatch.

— ¡Lamentamos ser tan infantiles y crueles contigo! Gracias por madurar más que nosotros y hacer feliz a Marco—. Thatch ofreció un pequeño cupcake que tenía el emblema de los Barbablanca como decoración en el glaseado—. Entendemos que no quieras hablar o tener alguna clase de relación cercana con nosotros después de lo que dijimos, inclusive si no quieres perdonarnos, te pedimos que por favor sigas haciendo feliz a Marco.

Ace quitó la envoltura del cupcake y empezó a comerlo.

— Sabe bien—. Ace regresó el envoltorio a la mano de Thatch antes de sonreír, su futura familia había admitido sus errores y se había disculpado, uno por uno por él—. Voy a seguir haciendo feliz a Marco, eso es un hecho, posiblemente siga molestándolos cada vez que los vea, pero será solo bromas que nunca pasarán a ser ofensivas. Entiendo cómo podían dudar esas mierdas—. Terminó de comer el pecho postre y movió el picaporte para entrar a su habitación—. Los perdonó, cualquiera puede decir que no lo haga, pero es mi decisión, así que si, los perdonó, al final del día seré parte de su familia porque voy a casarme con Marco.

Todos ellos se levantaron con cuidado, sonriendo con algunas lágrimas al saber que su comportamiento sería perdonado, efectivamente recibirían el castigo de Marco como aceptaron el de su padre, aún que antes de poder agradecerle a Ace la nueva oportunidad el volvió hablar.

Como En El Campo, Como En La Ciudad [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora