Capitulo 6: "Hogar, explosivo hogar" ✓

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"Amas el bosque... al igual que yo, antes no me gustaba pero ahora lo comprendo, desprende tanta paz..."

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Labios sabor a cigarrillos
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No pasaron muchos días antes de que una carta llegara a su puerta, tenía la dirección de dónde tendría que vivir ahora junto a Urss, era a las afueras de Moscú, en una parte más apartada, dónde casi no habían personas y eso era bueno ya que tendrían que convivir las dos juntas sí o sí.

No empacó demasiado, tenía la esperanza de volver a su casa. Sólo hizo dos maletas y llevo una caja con varías cosas que realmente no desearía dejar, cómo su amada radio, un florero de porcelana con el que se había encariñado, un pequeño cuadro con la pintura de un campo de viena, un broche para el cabello en forma de mariposa (regalado por alguien que fue especial para ella mucho antes de que siquiera se convirtiera en un country) y una cajita de música, que dentro tenía la figura de una sirena que daba vueltas lentamente sin parar. Esas eran sus cosas más preciadas, aparte de sus ropas, maquillajes, tacones y accesorios, pero la diferencia era que las anteriormente nombradas tenían valor sentimental y al menos cuatro de tres tenían un significado, cuatro de tres le daban nostalgia del pasado cada que las observaba.

Hubo una fecha límite para cuándo debían ir a la casa asignada, esa era el 20 de marzo de ese año, que sería en unos cuatro días. Eso la mantenía ansiosa, ya que estaba totalmente acostumbrada a su casa, y ahora tendría que estar mucho tiempo a solas con Urss en otra, si, Urss aún tenía cosas que hacer, en las que ocuparse y por lo tanto dejarla sola en la casa (para su gran suerte), pero realmente parecía que según había escuchado, también se ocuparían de su trabajo, pondrían una o un sustituto temporal. Y, bueno, no sabía si era cierto, esperaba que no, luego buscaría una manera de confirmarlo.

Se meneó nerviosa durante días, se sentía débil por una minúscula cosa... ¡su odio estaba bajando!, o bueno, no estaba bajando, ¿o sí?, dejen me explico: desde que Iván le hizo la pregunta de por qué odia a Urss, se lo ha estado cuestionando y eso la ha mantenido algo apagada, ya qué, ¡joder, no conseguía olvidar esa pregunta!, ¿porque la odiaba, era cómo vestía, cómo actuaba, cómo reaccionaba?. No tenía la menor idea y no encontraba una manera de descubrirlo. Sí ya no tenía ocupaciones cómo Countryhuman, no tenía sentido odiar a Urss, sí que ella la odié por lo que le haya hecho en un pasado, pero su caso no era justificable de ninguna manera, básicamente, todo era (o más bien fué) trabajo y política, y en la política las maneras de tratarse eran exclusivas, me explicó, ellas eran enemigas y por lo tanto se debían tratar de la mierda, pedo por ejemplo, ella era aliada del Imperio del Japón y él Reino de Italia, y con ellos debía de comportarse, aunque a la final él otro europeo haya cambiado de bando y por lo tanto le haya traicionado, allí su forma de comportarse con él debía cambiar quisiera o no.

—¡Verdamennt*! —gritó, frustrada, antes de pegarse una cachetada, ya que no llegaba a un resultado después de tanto pensarlo. ¿Simplemente, era algo del destino? El fascismo y el comunismo no se llevan eso la hizo dejar de caminar por la sala. Puede que fuera eso, ¡pero de igual manera no justificaba todo el show que se arman siempre! Ella no se arrepentía de todo lo malo que había hecho, era una mala persona y lo sabía, hizo cosas malas y la penitencia que recibía era literalmente nada comparado a la que merece, asesino millones de hombres, mujeres, ancianos y niños sólo por su color de piel, religión u nacionalidad. Pero vuelvo y repito, no se arrepiente, y cree fervientemente que le hizo un bien al mundo al acabar con tanta muchedumbre asquerosa.

Paso la misma mano con la que se había auto lastimado sobre su pecho, quería dejar de pensar en eso pero no podía, menos al tener momentos dónde se quedaba viendo o pensando en la rusa cómo toda una boba, parecía idiota, y hasta ella lo creía. ¿Porque cuestionarse tanto eso?, uno podía odiar a alguien sin razón aparente, ¿no? Pero... había algo más, un extraño palpitar que le recorrían ahora y hacía que las palmas de sus manos sudaran. Se sentía enferma, no dudaría en ir al doctor mañana o después, pero realmente aunque era totalmente improbable que se enfermará (o en este caso, debía ser una gran enfermedad) quería salir de dudas.

Sintió un latir en su pecho y sólo lo golpeó con fuerza, odiaba su seun, no le trajo nada bueno desde... nunca. Ojalá fuera seguido cómo humana.


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Labios sabor a cigarrillos

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Estaba al lado de Urss en un coche, sus brazos se encontraban cruzados y sólo se dedicaba a mirar por la ventana, cómo siempre desde que se vieron empezaron a insultarse, una más que la otra (quien insultaba más era Urss). Ahora que se lo cuestionaba, Urss últimamente estaba cada vez más irritable, si fueran humanos normales bromearía con que muy seguramente tenía la regla, pero no lo eran, eran seres infértiles y que por lo tanto, no sufrían de eso. Entonces, ¿que era?, cada vez que se veían le insultaba y  gritaba más de lo que acostumbraban, ¿hizo algo malo?, bueno, realmente no recordaba haber hecho algo que pudiera ofenderle, y eso que se la pasaban peleando.

No la comprendía pero no sé molestaría por ello, no debía de importarle tanto. Sacó de su bolsa un periódico y empezó a leer para distraerte, divisó primeramente una esquina de Mafalda*, eso le entretuvo. Al rato de viaje en auto llegaron a su destino, una ¿casa o cabaña?, no tenía idea cómo se le podía llamar; ella bajo y sacó sus cosas de el maletero por su propia cuenta, a Urss el chófer le llevó las maletas, la observó fumar desde lejos, parecía que la calmaba realmente, a ella jamás le gustó el olor del cigarro, de hecho, odiaba la sola idea de un cigarrillo, pero gracias a Urss comprendió que ahora tendría que aprender a acostumbrarse.

La casa era linda, lo admitía, y rápidamente se instaló en una habitación, aunque iban a tener que convivir preferiría mantener su distancia, su espíritu conflictivo había comenzado a acabarse hace años, y ahora era mucho más notable. ¿Odiaba?, y amaba pelear con Urss, pero llegaba a cansarse de vez en cuándo, y habían momentos dónde ni quería molestarse en discutir, menos ahora por sus conflictos mentales, seguía confundida y hasta que no saliera de ese bucle no iba a poder actuar normalmente.

Lo malo es que le cuesta dejar de sobre pensar las cosas. La loca está apagada y todos lo notan.

Una mujer que fuma, y otra que bebe.

Una mujer que odia, y otra que se confunde.

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Labios sabor a cigarrillos
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Cómo ven, Third está en una enorme confusión, y no puede dejar de sobrepensar la situación. Hasta que no encuentre el verdadero motivo de por que tienen tanto odio entre ambas no podrá estar en paz, pero igual irá descubriendo sentimientos que la pondrán tensa.

Alta lesbiana maivIda 🤝🏾🥵

Mafalda: Serie de caricaturas de periódicos antigua, aunque si no me equivoco era estadounidense, me gusto añadirla.

[TRADUCCIONES]

Verdamennt: Maldición (si no mal recuerdo).

Quiero aclarar algo, Third NO odia su seun por qué haya tenido algún problema amoroso en el pasado (bueno, ya sabrán más del tema pero, no es por eso que lo odia) si no que ella desea que pare, desea morir, pero le es casi imposible.

Att: Yuptender Sogender

Labios sabor a cigarrillos | (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora