Capitulo 19: "Regalo adorado" ✓

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ᵈᵉᵈⁱᶜᵃᵈᵒ ᵃ @ˡᵘᵖᵐᵍᵃ

"Déjame ser quién explore tú ser entero... así no sea la primera persona en tener ese honor, quiero renombrar tus tierras y que mi muerta bandera hondé gracias al viento, sobre ellas..."

*Scream in scared/happy* WAAAAA, muchachos, ¿saben que los amo?, por que, lo hago.

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Labios sabor a cigarrillos
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Dos días había pasado buscando el regalo perfecto para Third Reich, ¡dos días!, ya era veinticuatro de diciembre por la tarde, y, Dios, llevaba absolutamente toda la mañana y el día de ayer buscando un regalo que le pudiera gustar, desde dulces muy preparados hasta joyas no muy baratas, y, no podía creer que no hubiera nada que creyera le pudiera gustar para el intercambio de regalos. Hasta incluso estuvo a nada de comprarle un oso de felpa gigante, pero no, ¡nada la convencía!- ¡Maldición! -gruñó frustrada mientras se llevaba las manos a la cabeza, agradeciendo internamente que no hubiera nadie cerca, por que ya incluso se estaba jalando los cabellos con fuerza, y sorprendentemente, no se había arrancado ni un mechón de éste.

Se soltó el cabello, y lo peinó rápidamente con una mano, para entonces quedarse viendo nuevamente los vestidores, había estado viendo vestidos y lindos vestuarios, pensando en quizá comprar uno de estos para Third, pero sólo había uno que le convencía, y no estaba segura de si el color violeta burdeos le gustaría a Third, aunque, reconocía que le quedaría bien quisiera o no. Encendió un cigarrillo, llevándoselo a la boca, para luego calar su humo con cierta ansiedad, llevaba dias sin fumar un buen cigarrillo, y los cigarrillos la calmaban.

Procedió a meter sus manos en los bolsillos de su gabardina y comenzar a caminar lentamente, haciendo que sus tacones resonarán, mientras que en su mirada se notaba su concentración. ¿Con que podría demostrarle su enorme afecto?, sabía que las acciones eran más que las palabras, pero también que lo físico no era lo único que importaba, por lo que, estaba entre darle un regalo o llevarla a algún lado para pasar tiempo de calidad.

La ama, y la conoce, pero joder, Third Reich sigue siendo un enigma para todos en ciertos aspectos, y además, Urss no era buena decidiendo. En absolutamente nada.

Meditó durante unos momentos, mientras se quedaba fumando en una de las esquinas de esa tienda de vestuarios femeninos de nombre Las damas de Alexei, siendo está una muy buena marca de ropa reconocida cómo elegante y de moda. Estaba muy feliz con Third, y cada vez sentía que estaba más y más enamorada de ella, más en las nubes, y es que, ¿como no?, ayer le había hecho chocolate en taza, que era de las pocas cosas muy pero muy dulces que le gustaban. Cómo la quisiera besar, es casi una necesidad. Alejó el cigarrillo de sus labios, mordiendo estos mismos, para entonces sacar de su bolso, un pequeño espejo que tenía, para verse a sí misma y retocar un poco su labial.

Se movió de un lado al otro, parecía estar ansiosa, el tiempo comenzó a pasar pero no lo sentía así, quería ver a Third sonreír con lo que le fuera a dar, que si le agradecía, que fuera realmente y no por obligación... creyó escuchar ladridos, pero solo sacudió la cabeza y apagó su cigarrillo, tirando lo por allí, quizá fumar le hizo mal de momento por tantas cosas que lleva en la mente, ya que era totalmente imposible que hubiera un perro allí.

Recordar que había una carta que mañana por la mañana leería le hacía querer que el día acabara pronto, Dios, ya tenía tantas ganas de leer lo que las hermosas y suaves manos de Third le fueran escrito.

-Avisamos a todos los clientes que cerrara en media hora. Avisamos a... -se escuchó de las bocinas en cada piso del lugar, joder, no podía desperdiciar más tiempo, ¡¿cuanto llevaba pensando?! Dios, pasaron de ser las cuatro a las... siete, muy rápidamente- Joder... -dio un pisotón fuerte al piso, haciendo que su tacón sonara con fuerza. ¿Saben que?, a la mierda, podría comprarle varias cosas... sí, eso estaría bien, ¿porque un solo regalo cuándo podía comprarle varios a su gusto? De inmediato fue hasta el vestido, lo tomo, y se dirigió a el hacensor, apretando el botón de este para bajar rápidamente al otro piso, dónde estaba esa tienda en la que había visto el oso de felpa gigante.

En el camino, observó un collar de perlas, le pareció encantador, pero luego movió la vista de éste sin querer al notar un resplandor amarillento. Entonces un collar de diamantes amarillos similares a el color de los ojos de Third fué lo único que le llamo la atención. Perfecto, simplemente perfecto.

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Labios sabor a cigarrillos
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-Llegandooo... -anunció, mientras abría la puerta, lanzaba sus llaves a alguna parte y dejaba varias bolsas en el piso, eran ya las diez de la noche, duró mucho en el auto, tenía que conducir despacio por qué habían capaz de hielo en la carretera, y de ir muy rápido, podría voltear su auto y chocar contra algo o alguien. Por eso era que en esos últimos días mayormente se veían a personas caminar y no usar autos o taxis, ¡pero, ella vivía prácticamente en el jodido bosque, lejos!, era agobiante pensar en caminar tanto. Miro a los lados notando que Third ni sus luces daba, así que sólo tomó nuevamente las bolsas en las manos he intentó subir rápidamente las escaleras, sin hacer mi un ruido con sus tacones, llegando a su habitación, para entrar a está y esconder los regalos allí. Recordó que el gran oso seguía en el auto, pero, ya que, lo sacaría temprano por la mañana.

Entonces se percató de que estaba sonando la regadera, saco la cabeza por la puerta, asomándose, y escuchó una tonada alegre. Era cómo... una canción navideña irónicamente, definitivo, Third tenía buen espíritu navideño. Y, se estaba duchando ahora- ¡Oye, deberías asegurar la puerta, tal cómo entre yo mientras te duchabas, pudo hacerlo alguien más! -regañó, escuchando cómo se resbalaba en la cerámica, y eso sólo logró que se imaginará todo cómo la escena de la película Psicosis, supo que estaba bien cuándo de inmediato se escucharon risas nerviosas por parte de la alemana- Hahahaha, y-yo lo siento... ¿cómo te fué? -se llevó una mano a la nuca, ruborizada- Bien... -respondió, con una pequeña sonrisa.

-Oye... ¿y, estás emocionada por mañana? -preguntó Third, era como si de un modo u otro diera pistas de lo que sucedería, de verdad pero de verdad que no se daba falsas esperanzas, la posibilidad de que la aceptará era de una entre un millón, pero no perdía nada con intentarlo- Eso debería preguntarte yo. Voy a hacer la cena, cómo compensación por que tu haz hecho todas las comidas últimamente. -comunico avergonzada por ese hecho- Está bien, mientras que no quemes la cocina. -Urss se enojó, quizo golpearla con su bolso- ¡Idiota..!

No dijeron más nada, al menos no un buen rato. Es hermoso cuando, realmente, no hay necesidad de decir mil palabras, para saber que ambas sienten esa emoción en el pecho.


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Labios sabor a cigarrillos
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VOY. A. LLO-RAR...

Ya se viene...

WAAA JDERRRRRRR

¿Saben que los amo chicos?, aunque muchos no comenten o voten, no me importa, me hace sentir bien el solo hecho de que lean está historia. Y también, me motivan muchísimo los comentarios de @LUPMGA y @ghxstswolf_uwu

LOS.AMO.A.TODOS

Atte: Yuptender Sogender

Labios sabor a cigarrillos | (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora