Labios sabor a cigarrillos | (TERMINADA)

Capitulo 7: "Sra & Sra" ✓

"¿Porqué ya no me pareces tan repugnante, porque ya no pienso en matarte, porque... porque eres tan hermosa...?"

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Labios sabor a cigarrillos
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El primer día en la casa no fué el mejor, el segundo menos y el tercero... pues...

Platos de porcelana eran lanzados desde un extremó de la casa, y recibidos por el otro, ¿quién los lanzaba?, Urss, ¿quién los atajaba?, obviamente Third. Urss la estaba retando, desde hace un tiempo que no le daba buena pelea, y justamente por eso en un movimiento que Third hizo para esquivar un plato, otro se estrelló contra su cara, partiendo se y lastimando su rostro levemente, no se preocupó por ello, eso sólo provocó que tomara los platos que había estado salvando y comenzara a también lanzarselos a Urss, quien casi sin palabras por la sorprendente acción (Third llevaba más de media hora únicamente esquivandola) termino por lanzar más rápidamente los platos que le quedaban de su lado, mientras también esquivaba otros.

Una pelea en la cocina, ¿cómo pasaron de intentar hacer el desayuno a hacer una batalla campal?, o cierto, Third había querido hacer huevos con salchichas y Urss quería hacer panecillos con mermelada y jugo de naranja. Ninguna quiso ceder y entonces comenzó todo ésto. Cualquiera las viera y pensaría "Niñas..." por que así se comportaban, cómo niñas.

—¡Ya te he dicho que no pienso rendirme, Hündin*!. —gritó la alemana con una sonrisa, esto le abría aún más el apetito, quería comer de una vez. Pensó en que cada una hiciera su comida y ya, pero parecía que Urss no cedería ante esa idea tan lógica— ¡Yo tampoco, Сука*!. —contraatacó antes de lanzarle un vaso de cristal que dió en su nariz, allí Third alzo las manos rápidamente para parar el 'juego'— ¡Wow, habíamos quedado en que no habrían nada de vasos en está pelea, sabes que son aún más frágiles y no pesan nada por lo que son fáciles de lanzar a dónde quieres!. —temió por un momento que algun trozo de cristal le cayera en los ojos, gracias a Dios que los había cerrado antes del impacto— ¡No hay reglas Third Reich, es la guerra!. —la alemana le vió de reojo, ah, ¿la guerra?, vale, pelearán cómo si fuera la guerra.

Lanzó al piso la mesa del comedor que estaba a su lado y se ocultó tras está, comenzando a lanzar platos y ahora no sólo eso, tomó el gran florero que estaba en la esquina adornando, le saco las flores para salvarlas, y luego lo lanzó a la cara de Urss cómo si fuera un proyectil, está tuvo que saltar a la derecha y terminar por caer en el piso para escapar de el obviamente doloroso y hasta un punto, peligroso golpe. Estando ya en el piso escuchó cómo el jarrón se quebraba contra los escaparates de dónde en un principio se sacaron los platos, y frente suyo percibió algo, un cuchillo que había caído al piso desde su lugar por los constantes movimientos de un lado al otro que hacían.

De inmediato se arrastró hasta tomarlo, y luego en un ataque de valentía, se alzó y saltó sobre la pared de la cocina que las separaba para luego saltar trás el sofá y caer sobre Third, todo ésto lo hizo mientras gritaba "¡Por la madre patria!". La europea apenas la vio ya era demasiado tarde para quitársela de encima— ¡AHH!. —un alarido escapó de sus labios y de inmediato uso sus brazos y piernas para mantenerla lo más alejada posible en lo que forcejeaba para quitarle el cuchillo, eso ya era otro nível— ¡Vamos Third, ¿no me digas que te debilitaste en estos años?!. —rabia desprendía de su tono de voz en lo que intentaba (sin mucho éxito) clavarle el cuchillo en un ojo. Fué sorprendida cuándo en un rápido movimiento rodaron cambiando de lugares, pero no tardó en copiar el movimiento, así comenzando a girar sobre el piso en un juego mortal dónde intentaban lastimarse y defenderse a la vez.

Third sintió corrientes eléctricas recorrer lujuriosamente su vientre, pero lo tomó como la adrenalina del momento. Sinceramente era divertido, hace tiempo no peleaban con tal libertad.