Labios sabor a cigarrillos | (TERMINADA)

Capitulo 14: "La luna está hermosa esta noche" ✓

"Nunca había rogado por nada en mi vida, pero silenciosamente pedía que me dijera que me quería. Que se preocupaba por mí... Algo."

Recomiendo escuchar "¿Que vas a hacer?" De Ricardo Montaner mientras leen, NO POR LA LETRA X"D, si no por el estilo de ritmo😍👌🏻(aunque puede que ciertas palabras de la canción si le entren(?)

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Labios sabor a cigarrillos
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Realmente, no se podía negar a cenar con ella, y suponía que ya había estado mucho tiempo haciendo su "berrinche", así que sólo se levantó, baño y vistió de manera decente (ya que había pasado días usando puras batas y ropa para dormir) y volvió a instalar en su habitación, cómo si no pudiera salir de ella por demasiado tiempo, o tuviera miedo de hacerlo. Sinceramente, también quería disculparse, por hacerla creer que había hecho o dicho algo, cuándo no fué por eso, si no por lo que dijo Iván. Sinceramente eran palabras que todavía no lograba superar del todo, la habían marcado.

Pero siendo sinceros, ¿que, acaso esperó que esa explosiva mujer algún día la amará, o simplemente pensó que algún día podría olvidarla?, debió darse cuenta de que era imposible luego del primer año sintiendo cosas por su persona, fué demasiado ilusa todo esté tiempo. Ya no quería serlo más, y aunque le doliera, debía intentar olvidarla ya, de una vez, no darse más malos ratos, se notaba que ella al menos soportaba su presencia, pero era obviamente de forma amistosa, cómo amiga.

Amiga, resonó en su cabeza, mientras se maquillaba en el espejo, tratando de, con un delineador, resaltar sus ojos. Se pasó las manos por la cintura, intentando calmar los temblores que le habían recorrido el cuerpo, para finalmente comenzar a vestirse (porque sí, ella hace las cosas como quiere, por lo que se maquilla y luego viste), poniéndose un vestido amarillo con estampados de flores, algo suelto, con mangas largas de campana, unas botas que casi llegaban a sus rodillas de color rojo Mahogany, y unos pendientes en forma de un óvalo plateado. Sería su amiga siempre, si así lo deseaba, con tal de estar cerca suyo.

Se vió al espejo, moviendo y arreglando la parte del escote, queriendo mostrar meramente su pronunciado pecho, pero sin que se le salieran los senos de la camisa cómo si fuera protestante.

Hacer las pases, comer, y luego ir a dormir, se suponía que eso haría.

Suponía.

Se quedaría esperando a que se hiciera más tarde, seguía siendo temprano.

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Labios sabor a cigarrillos
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Estaba de humor, de bastante humor de hecho, moviendo un poco la cadera a la par de que con su radio escuchaba los nuevos éxitos, siendo Barracuda la canción que ahora sonaba. Rompía unos huevos y los dejaba caer en la sartén, mientras escuchaba el exquisito sonido de el aceite freírlos, esa chispeante melodía, eran de los detalles por los que le gustaba cocinar; se movió al otro lado de la cocina, revisando que el espagueti valla bien, notando que ya casi estaba listo, eso hizo que una sonrisa se formará en sus labios, para buscar el colador de metal y al encontrarlo, colocarlo en el fregadero, en espera de que el espagueti esté listo para así, colarlo.

Salio rápidamente a buscar entre el sótano (al que casi no entraban, pero que tenía una sección dónde había una repisa llena de licores y vinos añejados) un vino, queriendo alguno que fuera bueno y delicioso, uno que quedara con la ocasión. Y encontró el indicado al ver la etiqueta, sauvignon blanc francés. Vino de vinos a la hora de las cenas románticas. Que justamente era eso en lo que quería que la velada se convirtiera, una romántica, tarareó contenta, ahora se sentía más en paz consigo misma por saber que sentía, y realmente no le importaba si fracasaba en el acto de intentar mostrarle a Urss lo que sentía (sabiendo que había un noventa y nueve punto noventa y nueve porciento de posibilidad de que Urss no le corresponda), igual lo intentaría.