El cuerpo de Quackity se desvanece en el aire dejando a Shadoune con las manos vacías, quien no es capaz de mantenerse derecho y cae apoyando sus manos en el frío suelo de roca. Las lágrimas no dejan de caer una tras otra mientras que sollozos desgarradores salen de su garganta debido al dolor inimaginable que está sintiendo. Y Spreen no puede hacer más que mantenerse llorando en silencio a unos pasos de su amigo, en su mano aún se encuentra aquel anillo que Quackity le ha dado y, si bien sabe que es un regalo que el más bajo ha querido darle, ya no se siente merecedor de tenerlo.
En el suelo reposa la espada de Spreen manchada de sangre, y aunque la idea de aprovecharse de aquel momento de debilidad y matar a su compañero se pasa por la mente de Spreen, no se siente capaz de hacerlo. No es lo correcto y para que sea justo, ambos deberían luchar en igualdad de términos.
Es una lástima que Shadoune no crea lo mismo, y con un rápido movimiento toma aquel objeto filoso antes de levantarse del suelo y mirar con odio a su compañero de equipo. El dolor y la ira de haber perdido a su novio lo han cegado, dejando una sed de venganza que incluso si ahora mismo es capaz de asesinar a Spreen, probablemente nunca se sienta conforme con lo que ha hecho y buscará arrebatarle la vida cada vez que se encuentren en un futuro.
Spreen le observa en silencio esperando el momento en el que el francés decida acabar con todo. Luchar no tiene sentido cuando lo único que le interesaba para seguir intentando sobrevivir ya no está, se ha ido por su culpa. Porque no fue capaz de medirse y se dejó llevar por el enojo, igual que siempre.
—levántate.—le ordena Shadoune. Pero Spreen se queda en el suelo.— no me hagas esto más difícil Spreen ¡te dije que te levantes!
El pelinegro asiente antes de levantarse del suelo, el miedo lo inunda a pesar de saber que ha aceptado que este es el destino que le ha tocado. Y de cierto modo se siente estúpido, porque si hubiera hecho las cosas bien desde un inicio probablemente Quackity seguiría allí y ambos cumplirían con la promesa que se hicieron horas antes de salir de la base, aunque lo duda teniendo en cuenta que él no cumplió con su promesa de cuidar a su amigo.
Con un suspiro Shadoune se acerca a su ex-amigo sosteniendo entre sus manos la misma espada que Spreen usó para asesinar a Quackity dispuesto a hacerle lo mismo, aunque al mirarlo a los ojos no puede evitar dudar por un segundo al ver como el argentino no hace más que agachar la cabeza esperando la inminente llegada de su muerte. Demasiado patético para venir de alguien como el oso.
—¿algo que quieras decirme antes de que acabe contigo?—pregunta con rabia el francés. Spreen levanta la mirada.
—la promesa que Quackity y yo hicimos...—comienza a decir algo dudoso el pelinegro. Shadoune le mira con atención.— la promesa que nos hicimos fue hacer hasta lo imposible para dejar que ganes porque ambos sentíamos que sos el único que realmente se lo merece... pero jamás quise que esto pasara, nunca fue mi intención matarlo.
Shadoune observa en silencio a Spreen quien no ha dejado de llorar en ningún momento, sólo que su llanto es apenas audible y la culpa reflejada en sus ojos no hace más que hacerle dudar sobre si realmente es una buena idea aprovecharse de aquel momento de debilidad por el que están pasando ambos para acabar con todo de una vez por todas.
Una patada en su estómago le hace retroceder y por accidente deja caer la espada a los pies de Spreen, en ningún momento se esperó que el pelinegro fuera capaz de hacer algo así de la nada ¿No se suponía que estaba arrepentido de lo que pasó y se iba a dejar morir? Con confusión ve como Spreen junta la espada del suelo y le sonríe con frialdad, aunque sus ojos permanecen cristalizados debido al llanto y sus manos le tiemblan ligeramente.
—¿posta pensaste que me iba a dejar ganar por vos, francés pelotudo?—le cuestiona con un tono burlón. Shadoune le mira en silencio.— admito que sí me duele lo que pasó, pero nada me haría más feliz que hacerte mierda de la misma forma en la vos me lo hiciste a mí, te adueñaste de lo único que me importaba y lo hiciste pedazos.
—¿de qué estás hablando ahora?—le pregunta confundido el francés.— yo nunca le hice daño a Quackity, di lo mejor de mi para que las cosas entre los dos salieran adelante.
Spreen niega y da un paso hacia adelante jugando con la espada entre sus manos bajo la atenta mirada de Shadoune quien analiza cada uno de sus movimientos para evitar ser tomado por sorpresa una vez más.
—¿espiar a tu pareja es darlo todo?¿vos te pensás que Quackity nunca se dio cuenta de que no confiabas en él?—dice Spreen conteniendo las ganas de asesinarlo de una vez por todas.— no sabés la cantidad de veces que él lloró porque no se sentía suficiente por tu culpa, y esto no habría pasado si hubieras dejado que él esté conmigo.
—¡pero él no te amaba Spreen!—le grita el francés cansado de la situación.— si él te hubiera amado me lo habría dicho, pero no eres capaz de aceptar que él solamente estaba confundido por todas las ideas que metiste en su cabeza.
Spreen da un paso más antes de lanzarse contra el francés y ambos caen al suelo, pareciera no haber ni rastro de la amistad que alguna vez existió entre ambos chicos, dejando pasar nada más que el odio y la envidia. Shadoune realmente no sabe si resistirse o dejar que el oso cumpla con su cometido, pero de algo está seguro, es que no va a darle el gusto sin antes darle pelea.
—vos sos el único que no acepta que la cagaste y jamás le pediste perdón por todo el daño que le hiciste.—dice Spreen en un susurro.— yo intenté buscar una salida para todo eso y no fuiste capaz de dejarlo ir porque sos un egoísta de mierda, pero eso no quita que Quackity vaya a ser mío en nuestra siguiente vida.
Un estruendo se escucha en el cielo indicando por fin la muerte de un jugador y segundos después un par de fuegos artificiales adornan el cielo casi nocturno. Shadoune quita el cuerpo inerte de Spreen de arriba suyo y se levanta rápidamente, las ganas de vomitar lo han invadido repentinamente pero no ha comido nada para poder ser capaz de devolver algo.
La aventura de Spreen ha terminado.
Spreen ha sido asesinado por Shadoune666.
En el último momento se había aprovechado de que Spreen estaba distraído para robarle la espada y clavarsela en el pecho, justo como él había hecho con Quackity momentos antes. Ahora sólo queda esperar a que los dioses le den alguna señal y lo envíen a un nuevo mundo donde desea poder encontrarse con su amado una vez más.
—¡felicidades Shadoune666!—dice una voz que el francés no logra reconocer.— has conseguido sobrevivir a todos los desafíos y por ello hemos decidido premiarte concediéndole un único deseo, puedes pedirnos lo que quieras.
—sólo quiero encontrarme con Quackity una vez más.—responde el francés en un susurro.
Aquel dios asiente con una sonrisa antes de hacer que un rayo caiga sobre Shadoune dejando su cuerpo hecho cenizas, pero como el chico no habia especificado absolutamente nada acerca de las condiciones en las que quisiera encontrarse con su amado, los dioses se sienten con total libertad de decidir por ellos mismos absolutamente todo lo que conlleva a aquel encuentro.
• • ┈┈┈┈ ๑ ⋅ ⋯ ୨ ୧ ⋯ ⋅ ๑ ┈┈┈┈ • •
ahora necesito que me ayuden a decidir si hago la segunda parte ambientada en los squids craft o en el dream smp, pq tengo ideas para ambos pero no me decido.
también necesito que me digan si quieren que sea shadouckity o spreenckity.
ESTÁS LEYENDO
Doux désespoir | shadouckity
FanfictionEn un mundo donde las probabilidades de morir son altísimas, en lo último que alguien pensaría es en enamorarse de alguien. Pero aún sabiendo todos los peligros que los acechan, Shadoune no puede evitar caer en los encantos de cierto patito que le...