En la cocina, tanto Missa como Rubius beben un poco de té para "acelerar el sueño" como había dicho el de máscara de calavera, debido a que la lluvia parecía no querer detenerse hasta llegada la noche o un poco más. Por su parte, Shadoune se paseaba en círculos por la sala principal, había escuchado un poco de la charla que estaban teniendo Spreen y Quackity arriba, pero debido a los sollozos del menor no había entendido casi nada de lo que estaba diciendo, lo que había hecho que se preocupación aumentara más. No entiende nada y le preocupa la idea de que absolutamente nada va a salir de aquella habitación una vez la charla haya terminado. Algo dudoso se encamina a la habitación de Alex y pega la oreja a la madera de la puerta intentando escuchar algo, él sabe que está mal, pero también sabe que puede ser la única oportunidad que tenga para enterarse de lo que ellos dos ocultan.
—es mucho para procesar.—distingue la voz de Spreen.— es que, amigo, posta es demasiada información.
—la verdad es que, a veces siento que me lo merezco.—responde Quackity con la voz quebrada y sorbiendo su nariz.— no fui una buena persona en el pasado y por eso terminé donde estoy.
El silencio se hace presente y la curiosidad de Shadoune lo hace entreabrir un poco la puerta, lo único que puede ver es a Spreen y Alex abrazándose con fuerza y la forma en la que el cuerpo del patito tiembla debido a los sollozos que se pierden en el hombro de Spreen. Su corazón se rompe con tan deprimente escena, y la culpa comienza a reinar en su mente, pero simplemente no puede apartar la vista de ellos dos, mucho menos de aquella imagen tan frágil y rota que Quackity le regala a sus ojos, con sus mejillas sonrosadas y lágrimas cristalinas recorriendo sus suaves mejillas junto a su cabello casi despeinado sin su típico gorro ocultándolo como es costumbre.
Spreen se separa del abrazo colocando sus manos en las mejillas de Alex, acariciando con sus pulgares dicha zona, él sabe que, entre los cinco, el híbrido de pato es quien más ha llegado a sufrir en el pasado y que es, junto a Missa, el miembro al que más deben proteger de todos los peligros que los esperan allá afuera, pero siempre ayudándolos a mejorar para que puedan defenderse cuando estén solos. Spreen sabe que todos sus compañeros son conscientes de que él los adora con todo su corazón a pesar del poco tiempo que llevan juntos y de que apenas es capaz de demostrarlo, pero él realmente los quiere y sería capaz de dar cada una de sus tres vidas por sus compañeros si es necesario.
—escuchame una cosa, Quackity.—dice, mirando fijamente a los ojos de su amigo.— ni vos ni nadie merece sufrir de la manera en la que lo hiciste, y tanto yo como nuestros compañeros vamos a darlo todo para que te sientas amado y querido, porque eso es lo que te merecés, ¿me escuchaste?
Alex asiente con un nudo formándose en su garganta y lo abraza rompiendo en llanto una vez más en lo que va de la tarde. Spreen se dedica a dejar suaves caricias en su cabello y besar su sien de vez en cuando, brindándole dulces palabras de aliento para que su amigo se sienta mejor. A este punto, Shadoune ya se ha ido dejando la puerta entreabierta por accidente, se siente culpable y a su vez le enoja el hecho de que parece ser el único que no ha tenido la oportunidad de conocer al verdadero Alex Quackity, porque incluso Missa ha podido leerlo lo suficiente con tan solo un par de horas juntos como para saber qué es aquello que lo atormenta tanto debajo de la personalidad tan expresiva que suele adoptar cuando se encuentra delante de la gente. Pero, tampoco han tenido la oportunidad de interactuar como con los demás, así que, sentado en su cama junto a la ventana, piensa en una forma de poder pasar tiempo con él para poder unirse más.
La noche comienza a caer cuando Alex y Spreen bajan a la sala, encontrándose con Shadoune y Rubius sentados frente a la chimenea y a Missa dibujando sobre un cofre junto a la ventana, la lluvia parecía no querer parar por el momento así que sólo queda esperar. Alex se sienta en medio de Rubius y Shadoune en busca de un poco de calor, notando como el último se aleja un poco y evita a toda costa el mirarle a los ojos, como si hubiera pasado algo entre ellos. Y no es el único en notarlo, puesto que los otros tres han volteado a verlo con confusión ante tal accionar.
—lo siento, creo que el cansancio me ha afectado un poco.—susurra apenado antes de levantarse e irse a su habitación dejando a sus compañeros confundidos.
—¿crees que nos escuchó?—pregunta Alex viendo a Spreen, quien asiente prestando más atención al dibujo de Missa que a otra cosa.
—¿acaso ya follaste con Spreen?—le pregunta Rubius en un susurro, Alex suspira molesto y le da un empujón.— vale, vale, no he dicho nada.
Quackity se levanta del suelo y sube las escaleras en dirección a la habitación de Shadoune dispuesto a tener una conversación con él, si ha podido hablar sobre su pasado con Spreen, también puede hacerlo con Shadoune, aunque en el fondo Alex sabe que la opinión que podría llegar a tener el mayor sobre él va a afectarle más que cualquier otra, supone que es por el respeto que le tiene, porque aún no considera correcto el llamarlo su amigo cuando apenas han hablado.
Se detiene frente a la habitación y golpea antes de escuchar un suave "pase" proveniente de esta, abre la puerta con cuidado y entra, apenas puede distinguir la silueta de Shadoune sentado junto a la ventana, parece ser que todos en el equipo adoran estar siempre junto a cualquier ventana de la base, incluso él suele hacerlo seguido. Con un suave suspiro se acerca luego de cerrar la puerta y se sienta delante de él con las piernas contra su pecho y abrazándolas, Shadoune no voltea a verlo en ningún momento, todavía parece negado a siquiera mirarle y Alex se pregunta porqué aquello le duele más de lo que debería.
—¿hice algo malo como para que te estés portando así conmigo?—pregunta el mexicano ya harto de la actitud de su compañero.
Shadoune lo ignora, sigue con la vista pegada al cristal como si afuera hubiera algo más interesante que dependiera por completo de su atención, como si no hubiera algo más que una simple lluvia de ácido que puede quemarte con apenas el roce de una mísera gotita. Quackity molesto le toma del mentón haciendo que por fin voltee a verlo, sintiéndose acobardado al instante ante la mirada inquisitiva del francés, quien le mira fijamente con una ceja alzada. Quiere quitar su mano pero la mano del más alto se lo impide, Shadoune acaricia la mano del más bajo con suavidad, casi tan despacio como si temiera que en cualquier momento se fuera a romper, Alex conoce muy bien ese tipo de contacto y teme el destino al que los llevará.
—je suis désolé, ça n'a jamais été mon intention...—susurra el francés con la mirada perdida.— escuché por accidente tu charla con Spreen y me sentí culpable, je suis vraiment désolé.
Quackity se queda en silencio admirando como aquel francés sonríe avergonzado, siente sus mejillas calentarse y su estómago removerse de la emoción que le provoca aquel momento a pesar de apenas poder verlo gracias que no hay ningún tipo de iluminación más que la luz de la luna. Ambos se miran en silencio con los nervios a flor de piel y la emoción flotando en el ambiente, la lluvia golpeando la ventana le da un toque más romántico a la escena, aunque ninguno de los dos puede concentrarse en algo más que no sean ellos mismos en ese momento.
Ninguno nota el momento en que se han acercado tanto, no hasta que sienten sus respiraciones mezclarse y sus narices apenas rozarse. Los nervios y la emoción aumentan en el momento en que sus labios se chocan dando paso a un beso lleno de un cariño que no sabían que existía y una alegría inmensa desbordandose de sus corazones que laten acelerados. Besos dulces y puros, sonrisas tímidas asomándose entre cada uno y caricias llenas de ternura brindadas entre ellos les hacen sentir vivos, les dan un poco de esperanza aún sabiendo el lugar donde se encuentran y lo peligroso que es enamorarse de alguien. Pero no estamos hablando de amor porque ellos dos no se aman, ¿verdad?
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Doux désespoir | shadouckity
Hayran KurguEn un mundo donde las probabilidades de morir son altísimas, en lo último que alguien pensaría es en enamorarse de alguien. Pero aún sabiendo todos los peligros que los acechan, Shadoune no puede evitar caer en los encantos de cierto patito que le...