Leah Malfoy una chica linda y un tanto arrogante. Una sangre pura.
Hermione Granger una chica orgullosa y competitiva. Una sangre sucia.
Ambas sabían desde el principio que las dos estaban destinadas a chocar. Pero... ¿podrían vencer al destino? ¿Es...
-Tendrán un trabajo con fecha de entrega, lo realizarán de a dos -anuncio el profesor Snape, Theo y yo nos miramos -no se emocionen, yo diré con quienes lo harán
Muchos reprocharon, pero no demasiado, sabíamos cómo era el profesor, quejarse seria para peor.
Armo varias parejas, incluyendo a Theo y Pansy que lo harán con dos Gryffindors.
-Draco Malfoy, usted lo hará con Blaise Zabini
-Suertudo -susurramos con Theo y Pansy
-¿Algo que decir señorita Malfoy?
-No, nada profesor
-Usted lo hará con la señorita Granger
Estaba a punto de quejarme, pero me interrumpió.
-Nada de reproches -soltó de forma exigente sin mirarme.
-Genial -murmure mientras me cruzaba de brazos y miraba mal a Granger, la cual no parecía muy contenta tampoco.
El profesor dijo las ultimas parejas y nos ordenó que de ahora en adelante nos tendríamos que sentar con nuestro respectivo compañero o compañera, ya que nos daría media hora de cada clase para que avancemos con el trabajo.
-¿Porque esa cara hermanita?
Sonreí irónica mientras agarraba mi bolso y Salía del salón.
-¿Es por Granger? Podríamos hablar con el profesor para que te cambie de compañero.
-Draco, no va a cambiar de decisión, sabes muy bien cómo es -dije rendida, suspire y lo mire con una sonrisa -ya vere como hago, sobreviviré
El me devolvió la sonrisa y me abrazo mientras caminábamos a la siguiente clase.
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Recién me había despedido de Cedric, habíamos practicado un poco con la guitarra y me conto sobre el huevo, ya sabía cómo abrirlo ahora me estaba debatiendo conmigo misma si avisarle a Potter o no.
𝘿𝙚𝙗𝙚𝙨 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙡𝙤, 𝙣𝙤 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙤𝙩𝙧𝙖
Esta vez tienes razón...
𝙎𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙡𝙖 𝙩𝙚𝙣𝙜𝙤
Bufé con solo pensar que estaba discutiendo con mi propia conciencia. Me dispuse a buscar a Potter, pero no lo encontraba, solo quedaba la biblioteca y su Sala Común, a la cual no podía entrar.
Me adentré en la biblioteca en busca del pelinegro, al cual obviamente no encontré, pero mi vista se encontró con una esponjosa cabellera.
