JAKE
Lo logre.
Estoy con ella, podría decirse que me perdono, pero realmente no hablamos acerca de aquello.
Ella creyó mis palabras, yo también las creí. Fue esporádico, en el momento que me di cuenta de que iba a perderla salieron las palabras, de forma natural, mis sentimientos son más fuertes de lo que creía, incluso más de lo que alguna vez imaginé que podían ser.
Enith está abarcando todo en mí y estoy aterrado.
Aterrado de lo que eso pueda significar, aterrado de que se vuelva indispensable.
Pero desde que conocí aquellos ojos bonitos en persona, cuando pude besar esos labios rojizos, todos mis ideales cayeron, se está encargando de romper todas mis barreras y aun cuando creo nuevas ella vuelve con mayor ímpetu.
Simplemente no puedo continuar jugando.
Enith es maravillosa y voy a darme una oportunidad con ella.
Voy a darme una oportunidad de amar.
—¡Lo logre! —volví a realidad ante el grito de Enith, me fije en su computadora viendo que había abierto un perfil en el sitio web— tengo acceso completo a la web de la secta.
—¿Cómo lo hiciste? Su interfaz es bastante minuciosa con sus miembros.
—Sobre eso... —giro su silla hacia mi tomando mis manos, aquel acto tan intimido viniendo de ella me puso nervioso— necesito que escuches todo antes de juzgarme.
—Enith, me estas poniendo excesivamente nervioso.
—La secta se fundó hace exactamente cincuenta años, aquel hombre juro justicia por sus propias manos ante los abusadores, prometió que mientras el viviera nadie estaría libre cometiendo crímenes. El adoraba a satanás, creía fielmente que era mejor seguirlo a él que a una religión que solo lo limitaba, fue entonces que empezó a manipular a las malas personas llevándolas a un extraño cuarto rojo, dentro los dejaba por seis días, con seis horas y seis minutos, luego de eso el cuarto se encontraba vacío, nunca entendí muy bien como lo hizo —soltó un suspiro, sus manos sudaban, no pude evitar notar que se refirió a ella— una tarde, una joven de diecisiete años regresaba de la escuela, feliz, se sentía emocionada de contarles a sus padres que logro conseguir una buena calificación, entro y se sintió momentáneamente fría, el ambiente se sentía distinto a lo normal, grito el nombre de su madre sin recibir respuesta, subió las escaleras temblorosa...
—¿Conoces muy bien la historia? —pregunte en un intento de distraerla—
—De memoria, es algo que te deja marcada.
—¿Estas segura de querer continuar?
—¿Estás seguro de querer escuchar? —al ver como asentía mordió su labio asintiendo— la niña llego a la habitación de sus padres, toco una, dos, tres veces, nadie respondió, abrió la puerta y encontró...lo que encontró fue horrible, los restos de su madre estaban esparcidos por el suelo, los característicos ojos azules de su madre estaban dentro de un vaso, su padre colgaba del techo, por partes, no se atrevió a ir en busca de sus hermanos, recuerdo cómo se arrodillaba soltando un desgarrador grito que aun resuena en mi mente —soltó mis manos abrazándose a sí misma— los vecinos llamaron a la policía debido a los gritos, en cuanto escucho las sirenas corrió fuera sosteniendo firmemente la mochila contra sus hombros, escapo por pura suerte del lugar, se ocultó y observaba como todos hablaban de la familia satánica que había sido asesinada, por si no lo sospechabas, la secta le pertenecía al padre de esta familia.
La abrace a mi pecho sin comprender muy bien aún.
—La niña de la historia soy yo, Jake —mi cuerpo se tensó por completo, se alejó de mi sin mirarme— la secta actualmente está siendo controlada por un hombre que yo conozco, Louis Morris, mi abuelo lo adoptó, legalmente él es mi tío.
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Código a tu corazón
Novela JuvenilJamás debí dejar que el me engañara, jamás debí dejar que los sentimientos nublaran mi juicio. Ese hacker es un fugitivo, uno que pone en peligro todo lo que conozco. El caso de Hannah Donfort cambio mi vida para siempre, nunca debí de involucrarme...