Cuando los zombies tiñen de sangre las calles de toda Argentina, un grupo de siete jóvenes, autodenominado "G7", recurre a un plan de supervivencia diseñado años atrás en una noche de bromas y alcohol: regresar al lugar que los unió de adolescentes...
Ya se encontraban cinco de los siete miembros del G7 reunidos en la Escuela Nacional. Aún faltaban Mariano y Matías, pero no podían sentarse a esperarlos ni mucho menos salir a buscarlos. Debían reforzar la escuela, su nuevo hogar.
Se reunieron los nueve (Seo, Teresa, Facu, Chelo, Seba, Eze, Alfredo, el armero; Paula, la minita que se cogió Eze; y Agustina, hermana de la minita) en el escenario y formaron una especie de asamblea para ver qué debían hacer.
Eze comenzó diciendo que debían ir a buscar a más sobrevivientes, que era su deber salvar a tanta gente como pudieran y traerlos a esa fortaleza que tenían. En ese momento fue interrumpido prácticamente por todos los demás, que argumentaban que aún NO ERA una fortaleza, que antes de nada debían asegurar al 100% ese lugar. Después de unos minutos de debate decidieron ponerse a trabajar para ello lo más pronto posible.
Hasta el momento las puertas habían aguantado perfectamente, pero no habían tenido que soportar grandes cantidades de zombies aún.
Chelo y Alfredo comenzaron haciendo un "barrido" en las aulas de abajo: entraban, revisaban que no hubiese nada raro y que las ventanas fuesen seguras, y pasaban a la siguiente. Una vez desocupada el aula, una de las mujeres se encargaba de llevar los bancos y sillas al medio de patio cubierto.
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Facu y Seba hicieron lo mismo en el sector de arriba, sólo que dejaron las sillas en el aula y los bancos en el pasillo.
Al mismo tiempo Eze2 [Seonix será Seo de aquí en adelante, mientras que para Raykiou se usará Eze y Raykiou indistintamente] revisaban el patio exterior, las aulas del primario, la cocina, etc. Pensaban que sería un recorrido rápido, pero al acercarse a la cocina divisaron movimiento en el sector del Jardín de Infantes, así que decidieron adentrarse sigilosamente para ver si eran zombies, personas o algo más. Grata sorpresa fue descubrir que no era otra cosa que tres zombies niños, de 4 o 5 años de edad. Éstos, al ver a los muchachos, se lanzaron al ataque, pero por su tamaño no lograron alcanzarlos antes de que cerraran la reja que separaba el jardín del resto de la escuela.
Ninguno de los dos tuvo el valor de atacar a los niños. Después de asegurarse de que no podían trepar ni tenían fuerza para atravesar la reja, siguieron con su expedición. Sólo les quedaba la parte superior de la "Siberia", y como asegurar esa zona, que no tenía contacto con el exterior, no era un inconveniente significativo por el momento, decidieron hacerlo más adelante.
Ya finalizados los recorridos, y con una buena cantidad de bancos y sillas a disposición para hacer barricadas, establecieron las prioridades. La puerta de la biblioteca debía quedar anulada por el momento. El portón tenía que poder abrirse para sacar el auto de Seba y la puerta de la esquina tenía que estar a disposición para cuando llegaran Mati y Mariano. Todos daban por seguro que llegarían.
Una vez terminadas las barricadas, la idea era buscar la forma de subir al techo para establecer una guardia ahí. Otro punto de vigía estaría en la oficina del director y la última en el laboratorio (ambas locaciones en la planta alta) para tener cubierta la mayor cantidad de frentes posibles.
