El viaje fue demasiado rápido, sin ningún caminante. ¿Acaso ya no había más? ¿Habían sido atraídos a otro lugar? Esas preguntas deberían ser contestadas más tarde, ya estaban llegando al Jardín.
Chelo: —Es posible que hayan puesto guardias en todas las puertas y ventanas, si queremos un ataque sorpresa sugiero que entremos a las casas linderas y saltemos el tapial.
Gabriel: —Bien, pero si llega a ser una trampa conocerán la Ira del Señor.
Facu: —Le recuerdo, Profeta, que perdimos a un hermano, uno de los hijos pródigos, y estamos buscando vengar como Dios lo prometió sobre Caín. [Génesis 4:9-16]
Gabriel: —Entonces así será.
Luego de un breve vistazo y de corroborar que no había guardias a la vista, pero sí luces en el patio interior, empezaron a ingresar: primero el G7, luego las Almas Sagradas, El Profeta y las Almas Puras. Una vez que tomaron las posiciones, se dividieron. El grupo 1 estaba formado por Kevin junto a Chelo, que eran los encargados de asegurar el Jardín para tener una vía de salida en dirección a la iglesia. Ambos tenían similitudes en su personalidad, así que Gabriel pensó que harían un buen equipo, y que eso dificultaría una posible traición. En el grupo 2, Francisco, Sebastián y Seonix iban a tomar "La Siberia", lo que les permitiría tener una posición para replegarse si fuera necesario. Mientras que los demás formaban el grupo 3 y debían tomar el resto del edificio. Una tarea titánica.
No sabían si sus compañeros estaban vivos, no sabían si Milo había sido descubierto. No tenían idea de cuántos enemigos eran ni el armamento que tenían. Sólo sabían que iba a ser un baño de sangre.
Grupo 1:
Se acercaron rápidamente hasta donde estaban las dos puertas de entrada a las aulas, tratando de ver movimiento. Aun con la luz de la luna llena y un cielo despejado era una tarea difícil. Al llegar a la puerta, Kevin consultó cuál era la mejor entrada.
Chelo: —No conozco muy bien el jardín, hace un par de días entré por primera vez. Espero que no hayas comido hace poco, porque lo más probable es que no lo puedas mantener en tu estómago.
Kevin: —¡Ja! ¿Creés que ver un par de cadáveres va a descomponerme? Iluso.
Tras estas palabras ingresaron al salón de 5. Fueron avanzando lentamente mientras sus ojos se acostumbraban a la oscuridad del aula y al aire viciado. Esos segundos que demoraron en llegar a la puerta que llevaba a la habitación común (la de aquella jornada de terror) le parecieron eternos a Chelo, quien no podía parar de pensar en Milo.
Cuando alcanzaron la puerta, el tiempo pareció detenerse. Kevin no podía entender esa imagen surrealista de niños desmembrados y sangre por doquier. Lo que lo hizo reaccionar fue el grito de Marcelo: "¡Ahora o nunca!"
Al escuchar esto giró y vio cómo dos sombras se le abalanzaban. Eran Milo y Chelo, esgrimiendo sus armas. Primero Chelo quiso apuñalarlo con sus manoplaespadas, cuyas hojas medían 20 cms. cada una, movimiento que terminó con un corte en el hombro de Marcelo, que estaba acostumbrado a la espada y se cortó solo... [-.-"] Este descuido le dio tiempo a Kevin de retroceder un paso y esquivar los primeros ataques de Milo, que parecía motivado como nunca a eliminar a su objetivo. Sin embargo, era totalmente inútil ya que Kevin desviaba y esquivaba todos sus ataques.
Grupo 2:
Avanzaron pegados a la pared chequeando aula tras aula de la parte inferior, las cuales estaban totalmente vacías. Con Seo al frente fueron subiendo la escalera casi a ciegas y tratando de no hacer ruido, ya que empezaron a escuchar algunos sonidos de pasos, golpeteos e incluso... ¿gruñidos?
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Z7: Hermandad y Muerte
Kinh dịCuando los zombies tiñen de sangre las calles de toda Argentina, un grupo de siete jóvenes, autodenominado "G7", recurre a un plan de supervivencia diseñado años atrás en una noche de bromas y alcohol: regresar al lugar que los unió de adolescentes...