50 sombras de Martín (v)

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En la ducha pienso en lo que ocurrió, en que al fin después de tanta espera -que definitivamente me desesperó- logré verla y logré darme cuenta que ella sentía o siente lo mismo que yo creo sentir. Ella si quiere intentarlo, pero quiere más.
Más que yo no puedo dar porque no estoy programada para eso.

Le dejo mensajes en su móvil para agradecerle por hoy, cuando envié el mensaje me sentí ridícula, así que instantáneamente le envié otro diciéndo que cuando ella quisiese podríamos hablar de los límites tolerables.
Pero las horas comenzaron a pasar y su respuesta no llegaba, decidí pensar que estaba totalmente ocupada con su padre y también quité de mi cabeza la suposición de que podría estarme evitando. Aunque lo más probable es que sería la más acertada.

¿Por qué me haces sufrir de esta manera?

Cuando decidí comer, pedí todo a la habitación y me quite la ropa para buscar una camiseta, mientras me ponía esta, la puerta de la habitación sonó, acomodé rápidamente la camiseta y salí a abrir.
Cuando ya estaba comiendo en la cama mi madre, la inoportuna, decidió interrumpir.

—vane, cariño…

—Hola, mamá.

—¿Mia se ha puesto en contacto contigo?

—Sí. Tengo los datos del vuelo. Iré a recogerla.

—Fantástico. Espero que te quedes a cenar el sábado.

—Sí, claro.

—Y el domingo Francis traerá a cenar a su amiga Patri. ¿Te gustaría venir? Podrías invitar a Mónica, que guapa es esa niña, hija.

A esto se refería Patricia esta mañana, debí prestarle más atención.
Intento ganar tiempo.

—Le preguntaré qué planes tiene.

—Dime algo. Sería maravilloso volver a tener a toda la familia reunida.

Pongo los ojos en blanco.

—Si tú lo dices, mamá…

—Sí, eso digo, cariño. ¡Hasta el sábado!

Cuelga en cuanto termina de hablar y me deja con la palabra en la boca.

¿Llevar a Mónica a conocer a mis padres? ¿Cómo coño voy a salir de esta?

Mientras le doy vueltas al asunto y pienso en que haré para quitarme a mi madre de encima y junto a esto la cena con mi familia, me llega un correo, el cuál espero que sea de Mónica o mis ilusiones estarían totalmente rotas.