🦋 ᴇ ᴘ ɪ́ ʟ ᴏ ɢ ᴏ 🦋

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—Por favor asegúrate de ponerte bloqueador cada cuatro horas, no te expongas al sol y pide que tu silla sea lejos de las ventanas

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—Por favor asegúrate de ponerte bloqueador cada cuatro horas, no te expongas al sol y pide que tu silla sea lejos de las ventanas... Ellie, ¡Ellie!

—¡Ya lo sé!

Vio a su padre suspirar y ella bajo del auto enviando un beso a cada uno desde la lejanía, sonriendo mientras corría al interior de la preparatoria esperando conocer a alguien bueno que no fuera a ser grosero por su aspecto extremadamente blanquecino.

Su mochila colgaba ligera de su espalda y suspirando nerviosa caminó por los pasillos no queriendo fijarse en la curiosidad de las miradas que recibía al caminar por la escuela hasta que finalmente vio su aula y sonrió apenas curvando las esquinas de su boca.

Nadie le prestó atención cuando abrió la puerta y ella agradeció eso, solo unos pocos la miraron mientras buscaba un asiento libre en la penúltima fila estando lejos de cada ventana en los extremos.
A su lado había alguien de cabello muy corto rozando apenas el lóbulo de sus orejas y la parte del fleco más arriba de la unión de sus cejas. Vestía en su mayoría de negro, lo único distintivo era una orquilla adornando su cabello con la imagen de un gato animado con cara inexpresiva pero a su vez aburrida.

—¿Puedo... puedo sentarme a tu lado?

Cuando el rostro ajeno se levantó se dió cuenta que era una chica, una demasiado linda tal vez, la piel blanca era poco iluminada por la lejanía que tenían de la luz, sus labios eran regordetes y en una adorable forma circular de un tono rojizo brillante, pero resultó aún más magnífico ver un ojo de color verde y uno de color azul dándole vida a su desanimado rostro recién despierto.

—Por supuesto —su voz era tan tranquila y apacible que se sintió rodeada por una dulce brisa que iba acompañada de ese aroma a cítricos que rodeaba a la chica que parecía ser una alfa. La vio quitar su mochila del asiento que tenía al lado y sonreír apenas visiblemente.

—Soy Ellie —se presentó amablemente abriendo un pequeño molde con galletas dentro y ofrecerle a la alfa viendo que su mano larga y delgada tomaba una para darle el primer mordisco.

—YooSie, un gusto.

Poco después vieron a un profesor abrir la puerta y pedirles que salieran para la primera clase que sería en el gimnasio de la escuela. Para ambas resultó curioso caminar al lado de alguien que era tan opuesto que resultó incluso cómico.

» Activación espiritual, hoy veremos qué tantos de ustedes tienen ya una conexión con su alma animal como para poder manifestarla físicamente.

Les habían pedido hacer equipos por parejas, la mayoría se conocían así que fue normal ver que todos caminaban hacia su compañero buscándose mutuamente. YooSie le tocó con una suavidad adorable el hombro, parecía como si temiera romper algo de ella con solo tocarla y le sonrió para calmar ese sentimiento en la alfa.

—Uh... ¿tú eres omega o...?

—No soy beta si eso te preguntas, soy alfa.

Aunque YooSie no se mostró sorprendida la vio sonreír y estirar su mano hacia ella en una muda invitación a ser compañeras. Para la pelinegra era fácil manifestar su alma animal así que Allie se sentó cerca de las gradas viendo a YooSie entrar a los vestidores y que poco después saliera un gato bastante peludo de color negro con el pecho blanco y en sus patas el pelaje blanco que le hacía lucir como si llevará botitas.

Our eternity³ • YoonMin;윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora