Terminada | ❛ Nuestro pequeño amor se convirtió en un pedacito de cielo que nos hizo aún más dichosos de amar. ❜
Habían pasado los años, momentos llenos de felicidad y algunos pequeños problemas que podían ser solucionados gracias a la confianza y a...
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Movió sus pies esperando a que YoonGi saliera de su consultorio, le había pedido que fuera por él para ir junto a su almuerzo pero solo recibió un corto «¿Puedes esperar un momento?» y se fue. No le molestaba para nada, tan sólo era incómodo sentir la mirada de un par de enfermeras que susurraban cosas después de verlo.
-Mimi -lo llamo dulcemente dándole un beso a sus mejillas, se había agachado frente a él tomando sus manos pequeñas y dejar un beso en cada una viéndolo luego con una bonita sonrisa radiante.
-¿Ya estás listo? Si sigues ocupado podemos cancelar ésto e ir otro día, Gigi.
El alfa negó a su propuesta y saco una paleta de fresa de su bata quitando el empaque para dársela con una sonrisa. Solo cuando vio que comía el caramelo fue que se sentó a su lado y le tomó de la cintura después de encontrar el permiso en sus bonitos ojos.
-Iré a dejar mi bata en el consultorio, no tardo mucho en regresar, Mimi -sintió sus labios dándole un beso en la frente y sonrió feliz asintiendo a sus palabras, soltaron sus manos y se mantuvo en su lugar comiendo el dulce que su pareja le dio.
Aunque su tranquilidad se vio afectada cuando ambas enfermeras se acercaron a él obstruyendo su campo de visión.
-Disculpa, ¿qué es de ti Min YoonGi? -Una chica de grandes ojos y cabello castaño le veía intrigada, como si estuviera desesperada por saber la respuesta.
-Es mi pareja, ¿por qué? -Respondió amable aunque lentamente comenzó a pensar que debería tratarlas con un poco más de rudeza al oír sus risillas y la chica de cabello negro murmuró un bajo «seguro es solo su pareja en la cama». Sus mejillas se sintieron calientes por el enojo y se levantó de golpe para caminar hacia YoonGi cuando lo vio salir, sus emociones no podían ser controladas últimamente y después de un chequeo le dijeron que su animal interior estaba en una fase de sensibilidad debido a un suceso que ya pasó o estaba por ocurrir.
Claramente era su boda la que más ansioso lo tenía.
-Mimi estoy listo para... ¿Mimi? -Sus pequeñas manos se posaron sobre su pecho en cuanto lo vio salir, pero la preocupación del alfa fue encontrarlo irritado y con los ojos llorosos cuando caminaba hacia él.
A unos metros de ellos notó la presencia de dos enfermeras nuevas, aún no las conocía pero por las miradas que le daban a su omega concluyó que ellas fueron las causantes de su malestar. Y suspiro sabiendo que la sensibilidad de su pareja fue la causante de que ahora se rehusara a salir de su «escondite».
-Cariño ven, podemos seguir hablando sobre nuestra boda en el restaurante -lo separó lo suficiente para besar su frente y tomar sus manos entrelazando sus dedos y hacerle caminar lentamente a la salida.
El omega lo miro atento cuando pasaron junto a ellas y se dió cuenta que no había nada más que arreglar sobre su boda y su pollito le dijo que seguramente lo hizo para aliviar sus inseguridades, el omega internamente se lo agradeció.
-¿Ya te sientes mejor, Mimi? -Sintió la caricia en su cabello y asintió respirando profundamente una vez estuvieron en la calle y su recorrido comenzó.
-Yo... supongo que lo siento.
El alfa lo miro de reojo cuando lo escucho, no parecía contento con su disculpa y JiMin espero por su respuesta al sentirse tan ansioso que su cuerpo comenzó a sudar bajo la tela de sus ropas.
-¿Por qué razón tendrías que disculparte? Es mi responsabilidad como tu pareja aliviar tus inseguridades y hacerte saber la verdad. No me pidas perdón por ser humano, JiMin.
Le sonrió al verlo con sus ojitos apagados y los hizo detenerse unos minutos al pasar por el río Han. El omega recordó una de sus citas más memorables con el alfa, cuando aún eran estudiantes de preparatoria y YoonGi lo invitó a salir después de clases diciéndole a TaeHyung «disculpa, pero me llevaré a JiMin por un ratito, Tae.» En su mente seguía vivo el momento de sus primeros besos bajo la sombra de un árbol con su ahora prometido tan tímido que se escondía entre sus brazos.
-Yo... realmente me gane el premio mayor contigo, Gigi.
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