Terminada | ❛ Nuestro pequeño amor se convirtió en un pedacito de cielo que nos hizo aún más dichosos de amar. ❜
Habían pasado los años, momentos llenos de felicidad y algunos pequeños problemas que podían ser solucionados gracias a la confianza y a...
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JiMin río suavemente entre sus bocas por las manos frías que tocaban su espalda e iban levantando la tela de su camisa disimuladamente. El alfa estaba empeñado en morder sus labios mientras sus lenguas se tocaban y sentían la pasión elevarse en sus cuerpos e ir sucumbiendo ante ella para dejarse llevar en ese limbo de placer.
Las manos del omega se metieron en su camisa, subían hasta su nuca y jalaban algunas veces su cabello provocando que sus bocas se separan levemente de su contacto y así tomar un poco de aire también. Para JiMin fue un poco vergonzoso sentir que ya tenía una leve erección asomada sobre la ligera tela de su pijama, al parecer YoonGi noto su timidez y le sonrió tomando con su mano la mejilla rojiza y acariciarla con suavidad.
—No te preocupes, es normal estar así, Mimi.
Las palabras dulces y roncas de su alfa le hicieron sentir seguro, aunque eso no evitó sorprenderse cuando YoonGi había tomado su mano y llevarla a su entrepierna para que viera que ambos estaban de la misma forma, deseando su contacto con ansias y sus cuerpos siendo demasiado evidentes.
No era como si su vida sexual no se mantuviera activa, sin embargo muchas veces posponían sus encuentros ya que el cansancio por sus trabajos consumía gran parte de su energía y solo podían llegar a ducharse y entrar a la cama para fundirse en la calidez de su pareja.
—G-gigi... —lo llamo bajito por los dedos que ahora estaban cerca de su cintura, dudosos de meterse en la tela de su pijama por la forma en que YoonGi solamente los movía en esa zona. Se sintió un poco desesperado por la acción así que lo separó un poco de él para cambiar sus lugares y dejar ahora a YoonGi sentado sobre la orilla de la mesa y él entre sus piernas jugando con el interior de sus muslos.
—¿Puedo? —YoonGi asintió al entender la indirecta por las manos de JiMin muy cerca de su miembro, así que se dejó llevar mientras lo observaba bajar hasta quedarse de rodillas y elevar su mirada cuando comenzó a bajar el pantalón junto a su ropa interior que ya tenía una muy ligera mancha de pre-semen mojando la tela.
El alfa suspiro fuertemente con las pequeñas manos que tomaron su miembro por la base y comenzaron a acariciar solamente esa zona con el aliento de JiMin chocando contra su glande al estar tan cerca pero haciéndole sufrir un poco para esperar por la cereza del pastel.
—Mimi, y-yo... Carajo —su voz salía ronca e instintivamente llevo sus manos al cabello dorado para jalarlo suavemente, no quería apresurar a JiMin para que tomara su pene entre sus labios, pero sentía que sus pequeñas manos quemaban su piel y podría derretirse solamente con sus toques y esa mirada que podía dejar de ser tierna para convertirse en un total felino al ataque por su presa.
Al parecer su omega se dió cuenta de sus ansias por él y entre sus labios tomo el miembro erecto, rozando tan suavemente que los ojos del alfa se tornaron oscuros y lo observo jadeando por las caricias a su intimidad. Enredo sus dedos entre el cabello de su pareja para acercarlo un poco más, no tardó en sentir la calidez de su boca comerlo hasta donde la boca de JiMin soportaba. Se aseguró de dejarlo ir a su ritmo aunque deseaba ansiosamente follar su boca, pero la neblina de placer en sus ojos solo podían darle extrañas corrientes de placer que desahogaba en gemidos roncos y apretando con sus manos el cabello suave de JiMin.
