Terminada | ❛ Nuestro pequeño amor se convirtió en un pedacito de cielo que nos hizo aún más dichosos de amar. ❜
Habían pasado los años, momentos llenos de felicidad y algunos pequeños problemas que podían ser solucionados gracias a la confianza y a...
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Era común despertar con los llantos de sus hijos exigiendo por ellos o sus biberones, por lo que entrada la mañana los tres estaban de pie agarrados al barandal de su cuna gritando una y otra vez «¡Papá, papá!» pues era lo único que sabían decir en esos momentos. El alfa sintió el empujón de JiMin y su cuerpo girando en la cama para darle la espalda.
Suspiro poniéndose de pie y antes de preparar todo se acercó para darles los buenos días con un beso en la frente y un abrazo que con torpeza era devuelvo o al contrario lo abrazarían tan fuerte que no querrían separarse de él. Parecían pequeños perezosos aferrados a él, sobre todo cuando seguían somnolientos pero no dejaban de buscarlos para llenarse de su aroma al poner sus pequeñas cabecitas en sus cuellos y quedarse dormidos en muchas ocasiones.
—Papá.
—Ya voy, Sunoo —le sonrió al mejor que pronto perdió el interés en él al notar una pelusa en el cabello de ChiHoon e intento quitarla torpe jalando los cabellos de su hermano que se giro a él con una adorable cara de enojo que YoonGi se encargó de desaparecer dándole su biberón antes de que comenzarán una pelea en su cuna.
Una vez cumplida su tarea les dió una última mirada a sus hijos que se acostaron juntos y sus manitas intentaban taparse con las sábanas, seguía sin poder creer que esos tres pequeños eran sus hijos y que a pesar del poco tiempo que llevaban junto a ellos podría dar lo que fuera por el bienestar de sus hijos.
Los tres sostenían sus biberones y camino al armario por una sábana extra ya que el invierno estaba comenzando y la casa se volvía más fría por la noche naturalmente, sus hijos no dejaban de verlo mientras él los envolvía a lo tres con la manta y dándoles un apretón suavecito en la mejilla a cada uno se giro y regreso a la cama junto a su esposo que dormía esperando por él pues al instante en que su cuerpo se acomodo entre las sábanas el omega se aferró a su camisa y enterró su nariz entre su mandíbula para inhalar su dulce aroma embriagado de él y lo que le hacía sentir siempre.
—Pronto cumplirán siete meses los niños.
JiMin solo dejo oír un sonido de afirmación a sus palabras, el alfa lo envolvió con sus brazos y acaricio su cintura con naturalidad pasando las yemas de sus dedos sobre la blancura de su piel soltando su aroma lentamente para renovar la marca de aroma y así JiMin seguiría oliendo a él. Sonrió la risa nasal de su esposo sobre su cuello cuando noto lo que hacía y como si fuera una competencia él también liberó su aroma con más intensidad llenando de inmediato todo el cuerpo de su esposo que se rió besándole las mejillas y mordiendo suavecito su oreja subiendo su mano para separarlo un poco y guiar sus labios a un beso anhelado.
JiMin seguía con los ojos cerrados y YoonGi ya no sabía si era porque seguía teniendo sueño o por el largo beso que no se intensificaba y se mantenía en un ritmo lento que casi les dejaba saborear el humectante en sus bocas combinado con su saliva. El suspiro de JiMin se sintió sobre su cuello una vez que se separaron y los dos regresaron a cerrar los ojos sin apartarse o tener la intención de hacerlo.
—Oh sí, respecto a él séptimo mes de nuestros hijos me gustaría llevarlos a la playa para que puedan conocerla por primera vez, ¿qué te parece? —El alfa se oía emocionado y fue adorable para su omega verlo así de animado al incluir a su familia en un plan solamente para ellos.
—Mi alfa es tan bueno —murmuró dejando un corto beso en sus labios todavía húmedos por su anterior sesión de besos y que parecía continuar—, me parece una buena idea, solo avísame con antelación para comprar más bloqueador solar y preparar la maleta.
YoonGi asintió sonriente y abrazándolo, sus pequeños ya parecían estar dormidos otra vez porque no oían ni un sonido proveniente de ellos o la amenaza de una posible pelea que terminaría en biberones regados por el suelo y sus hijos llorando estirando sus manitas hacia ellos para ser consolados con el amor de sus padres.
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Creo que el siguiente capítulo tendrá que esperar un poco ya que debo entregar tres proyectos para la siguiente semana. Haré lo que pueda mientras tanto.
